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-Joder! Que te dije?!- Gritó Jisung al ver la hora

-Que no pasa nada! Solo voy a faltar a la primera clase!- Contestó cerrándose la cremallera del pantalón y Han le tiró la camiseta en la cara

-Te tocaba clásico idiota!- Minho se quedó quieto, mirándole fijo

-1. No me grites más 2. No me llames así 3. Tenía clásico?!

-1. Perdón 2. A veces si eres idiota, amor 3. Sip

Y tras correr mucho, casi perder el último metro y chocarse con la puerta del vestuario, llegó a tiempo a la clase siguiente.


Cuando al fin tuvieron un descanso, Lee se percató de la seriedad de su compañero pero no vio necesario preguntar, Jeongin habló por si mismo

-Asique ese es Jisung...

-Si, i.n no empieces por favor

-Hyung ya sabes lo que siento

-Yang, ya hemos hablado de eso. Creí que el tema estaba cerrado

-No quieres salir con nadie pero bien que estás con él

-Es un caso aparte, vale?

-Ya, venga. Ahora empezarás con todo eso de que él es distinto y todas esas cursiladas de que él te hace ser mejor persona

-I.n!

-Que?!

-Te estás pasando, ya basta

-Es que no entiendo que carajos tiene él que yo no tenga!- Gritó a la vez que su voz se quebraba.

Lee le abrazó, no le gustaba ver a su amigo así. Comprendía la frustración de Jeongin, quien llevaba unos 3 años suplicándole y que, en apenas 1 año, Han consiguió tenerle.

No sabía cuando ni como pero, al darse cuenta, sus bocas ya estaban enredadas con necesidad y ansias. i.n enredó sus dedos en su pelo y tiró suavemente, haciéndole jadear contra él. Con pasos y con cuido de que nadie les viera, fueron a las duchas del edificio, nadie las usaba hasta última hora.

O eso creían.

Sus cuerpos se pegaron, ardiendo ante el contacto contrario y rogando en susurros por algo más que ese beso intenso. Hizo uso de sus habilidades, metiendo las manos por la camiseta del menor, recorriendo su cuerpo rápido, quedaban 20 minutos para la siguiente clase. Se dedicó a disfrutar de los leves jadeos y gemidos que Jeongin intentaba silenciar mordiéndose el labio. Tapó su boca con la mano, ahogando el sonido. Había escuchado pasos, alguien les había visto.

Tocó el timbre que anunciaba la siguiente clase. El ambiente era sofocante, Minho se sintió culpable por que repentinamente recordó a Jisung haciendo el desayuno esa misma mañana. Arreglaron su ropa y salieron de las duchas.

Un nuevo problema se le presentó a Lee: acababa de engañar a Jisung







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