Prologo.

95 11 9
                                    


La brisa golpeaba tenuemente en su rostro mientras caminaba por las anchas calles peatonales. Era acompañado por el sonido de los coches en movimiento y de las personas conversando mientras caminaban, sin prestarles atención. En su mente rondaba un solo pensamiento: unos ojos turquesa brillando deslumbrantemente y una dulce sonrisa. No sabía cómo, ni cuando, ni por qué. Pero desde que conoció a aquel chico de ojos turquesa, piel tan porcelana como una delicada muñeca y cabello de un profundo negro recogido en dos graciosas trenzas que se destacaban por el degradé verde azulado pintadas en estas, jamás pudo sacarlo de su mente.

Y es que ellos dos llevaban algún tiempo conversando. Se habían conocido gracias a que tenían amigos en común que los presentaron. Solían quedarse en los tiempos entre clases y horas libres en la universidad hablando de cualquier cosa, y fue la forma de ser de aquel pelinegro que logró cautivarlo.

A veces lo veía de lejos, a través de la ventana, cuando se encontraba en clases. Su atención terminaba centrándose en aquel joven y sus amigos, todos sentados a unos cuantos metros de distancia; o en otras ocasiones lo veía caminando por el campus, o en la cafetería, o cuando se dirigía a la sala de música después de que se terminaran todas las clases.

Siempre que lo veía una sonrisa boba se le escapaba de sus labios, sus amigos se daban cuenta y era el objeto de burlas por el resto de día.

A sus amigos les causaba gracia la actitud (para nada disimulada) que tenía Xiao cada vez que se topaban con Venti y su grupo de amigos. Se ponía nervioso, a veces tartamudeaba, y no le despegaba la mirada al pelinegro hasta que este desaparecía. Era gracioso verlo de esta manera, pues no te esperas está actitud de un joven de cabello negro con algunas mechas verdes, ojos de un color ámbar y una expresión en su rostro como si quisiera matar a alguien.

¿debería declarársele?

Se cuestionaba esa pregunta, pues no tenía muy en claro lo que el de ojos turquesa podría sentir. Sabía que no tenía pareja, pero eso no era ninguna garantía.

La duda lo carcomía.

Estando ya en su habitación, se dejó caer sobre la cama viendo al techo y dándole vueltas a ese asunto en su mente. Para distraerse, Xiao veía desinteresadamente su celular. Anuncios de gatitos en adopción, noticias de un videojuego al que estaba enganchado, ventas de figuras de anime, una lista sobre consejos para ligar, pelucas en promoción, otra lista de temas cliché en películas románticas. Se detuvo en ese último apartado, más por la curiosidad de la nota.

"¡Top 10 de clichés en películas románticas!" era el título con el que iniciaba aquel post. El contenido era ridículo, encabezados como "una celebridad enamorándose de una persona promedio", "besos bajo la lluvia lo solucionan todo", "evitando que el amor de su vida tome un vuelo a último momento", "el chico que no puede declararse personalmente y lo hace por anónimos", "el nerd enamorándose de la más popular".

A Xiao le llamó bastante la atención. Había mirado aquella nota solo para distraer su mente, pero resultó siendo lo contrario, ahora tenía una idea.

¿y si se le declaraba al joven de ojos turquesa por medio de anónimos románticos?

Sonaba estúpido, más teniendo en cuenta que él era todo menos romántico. Pero si solo tuviera que escribir lo que sentía sin decirlo, habría menos posibilidades de que cometiera un error al expresar sus sentimientos ¿verdad?

Con eso en mente y queriendo una opinión, envió un mensaje de texto a uno de sus amigos más cercanos.

Tao.

Así que el enano gruñón si puede ser algo romántico

¡¡Es una excelente idea!! Tienes que hacerlo.

Xiao

Deja de decirme gruñón.

Una sonrisa se asomó en su rostro, sentía que aquella era la mejor jodida idea que se le había ocurrido. Lo cautivaría poco a poco con notitas aleatorias. Le diría a sus demás amigos y conocidos que le ayudaran a que el pelinegro las recibiera. Finalmente, cuando le confesara a Venti que esos anónimos eran suyos, este quedaría perdidamente enamorado de él. Se besarían. Después se casarían y adoptarían 3 perritos.

Oh si, nuestro protagonista se encuentra perdidamente enamorado. 


------------

Hola! Gracias por leer.

Tenia esta historia escrita hace muchos meses, al final me decidí a publicarla, es un intento de comedia, por lo que no se tocaran temas muy profundos ni habrá nada de drama aquí, espero la disfruten :)

Anónimos || xiaovenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora