Willow.
Volver a caminar hacia el Rodeo Drive ha sido un torbellino de nervios.
En realidad, ahora mismo me encuentro nerviosa por muchísimas cosas; quizá sea la anteúltima o incluso última vez que vuelva a tocar aquí. Tal vez la próxima vez que sujete mi guitarra y comience a tocar sea en uno de los estudios de Maximum Records.
Sabe incluso a una mentira dulce, una que mi subconsciente trata de mantener para no caer en la realidad.
A ver, suena más tentador quedarse en una mentira que diga que me he ganado todo esto: grabar en Maximum, darle calidad a mis canciones y un equipo de producción que ha comenzado a bombardearme con mensajes, a mérito mío, que a aceptar que a partir de hoy tengo que dar muestras de afectos asquerosas con Chase para salvarle un poco el culo y no dejar que pierda su carrera.
Y porque te han ofrecido medio millón de dólares.
Bueno, es más por eso que intentar ser buena persona con un engreído millonario que cuadriplica la cantidad que me ha ofrecido su disquera. Pero suena mal decir a primera vista que es por el dinero.
Lo es, no tiene sentido que te hagas la que no.
La cuestión es que desde que he firmado el contrato y me he adentrado en ese embrollo de peleas, famosos y relaciones falsas, no he dejado de pensar qué haré con tanto dinero. He pensado en que un poquito de esos billetes sea para pagar la tubería del baño que se ha estropeado hace ya unos días, otro poco para comprar otra guitarra y el resto para intentar comprar mi propio pedacito de mundo y por fin montar mi estudio de grabación.
Aunque desconozca de cuánto tiempo está pautado mi contrato con Maximium, no es cosa de inteligentes saber que no será por siempre. Por lo que no estaría mal comprar algún apartamento donde pueda vivir y construir en alguna habitación mi estudio. Sé que me las apañaré. Miraré tutoriales en YouTube, instalaré en mi portatil algún programa de edición y producción y avanzaré por mi cuenta cuando Maximum me mande a volar, justo en el momento que Mr.ego haya resuelto su vida y no me necesiten más.
Supongo que será cuestión de meses. No lo sé. Me mantengo fiel a la teoría de que cuando alguien es ultra famoso no es muy difícil salvarse de las cosas malas, por más horrible que suene. Siempre se las arreglan, siempre escapan y logran borrar los rastros de lo sucedido. Con suerte, en unos cinco meses Chase ya estará en algún lugar tocando con Figure Out, sonriendo al público y desmayando chicas que lo aman.
Y yo estaré totalmente fuera de eso.
Se siente raro hablar de una vida así; tocar en diferentes lugares, tener delante de ti personas que realmente aman lo que haces, vivir de lo que amas... Aún no entiendo como funciona el destino, si es definido como justo o injusto, si me marcará o me destruirá. Nadie se puede adelantar al destino, pero pienso que aún teniendo los sueños más locos y descabellados, se pueden alcanzar estirando un poco la mano y aferrándose a ellos.
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FIGURE OUT
Teen FictionEn el apogeo de su carrera, Chase, el talentoso baterista de la famosa banda "Figure Out", ha alcanzado el estrellato junto a sus compañeros. Owen, Matt, Oliver y Chase con canciones pegadizas y una energía arrolladora, han conquistado los escenario...