Cap.3

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Narra Fer.

Estaba en un auto en el asiento de copiloto, iba muy molesta en verdad si alguien me llegaba decir algo que no me gustaba en estos momentos, juro que lo mato, pero al mismo tiempo una tristeza me invadía y creo que eso se notaba ya que literalmente tenia los ojos llorosos y por mas que trataba de que mis lagrima ya no siguieran saliendo, me era imposible en verdad me sentía tan impotente en estos momentos.

-Yyyy?, no me dirás lo que paso-pregunto la persona que estaba a la par mía conduciendo-Fer me preocupas cuando me dijiste que si podia pasar por ti nunca pensé que te encontraría en este estado, ahora que te hicieron?-dijo preocupado mirándome de reojo por un segundo.

-Vista en la carretera-dije al sentir como por unos minutos me miro, no tenia ánimos de hablar y el lo sabia.

-Bien por lo visto tendré que hacerte hablar-dijo y vi como se alejaba de la calle principal y yo lo vi confundida-ya que no me quieres decir nada y como me imagino también no tienes un lugar fijo a donde ir ahora, entonces estas bajo mis manos-dijo serio pero en su cara aprecia una sonrisa socarrona.

Ay no-Pensé esa sonrisa muchas veces no me gustaba lo que significaba. Pero era verdad no tenia la minima idea de donde ir pues era nueva no solo en la ciudad si no que en el país y no conocía nada pues no había salido para nada de la casa desde que llegue.

Lo único que sabia era que quería alejarme de todos los de mi casa y del mundo, solo quería estar en paz un momento, solo un poco de paz y tranquilidad.

No dije nada solo deje que el me llevara donde quisiera, estaba furiosa si pero también deprimida en esos momentos no me importaba nada, incluso si me llevaban al mismísimo infierno, sentía que ese seria un mejor lugar.

Condujo por un buen rato ya se estaba haciendo algo tarde, cuando paro levante mi vista para ver a donde estábamos enfrente de nosotros estaba un pequeño restaurante de comida rápida, así como de postres yo lo volví a ver con una cara confundida y mi ceja levantada.

-Que no hay nada mejor que subir el animo que con una buena comida chatarra-dijo riendo viéndome, vi como buscaba algo en la guantera y cuando lo encontró me lo paso-toma límpiate la cara-dijo pasándome el paquete de toallitas-o prefieres que te lleve así por soy capaz de hacerte bajar así como estas he-dijo severo pero con una sonrisa.

Yo rode los ojos no quería bajar el lugar se veía que estaba muy lleno y odiaba estar en lugares con demasiada gente, aunque sea un lugar publico lo odiaba y no me mal entiendan no era que no me gustaba la gente mas bien, era miedo a ella cada vez que estaba en un lugar así me daba escalofríos y un gran terror sentía como si todos me miraran y me juzgaran como si fuera una pequeña presa entre una gran manada de lobos y ese miedo aumentaba en lugares desconocidos, por eso no había salido de la casa en el tiempo que había estado aquí y por eso también era escaso que saliera en mi antiguo hogar.

-Fer-dijo cálido llamando mi atención-nadie te juzga, vamos necesitas superar ese miedo se como te sientes.

No claro que no lo sabes-pensé con algo de temor y furia, odiaba que personas que nunca habían experimentado esto dijeran eso, porque de verdad no sabían lo que se sentía.

-Marifer yo estoy contigo tranquila, sabes que nunca haría algo para dañarte no-dijo viéndome cálido y yo le sonreí debía intentar algo.

-y si traes lo que vas a comprar aquí-dije con una mirada inocente y el negó con un suspiro.

-No Fer debes de convivir no puedes seguir así-dijo serio-estaré contigo no hay nada que temer solo cálmate-dijo viéndome.

-Es fácil para ti decirlo Cristopher, tu estas decente-dije viendo como el si llevaba ropa decente y no parecía alguien que por decirlo así acaban de terminar con el, el rio.

El Destino no esta escrito en oro. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora