17/09/2011
Lo podía ver perfectamente bien a través del espejo, sus movimientos, sus músculos tonificados podía verlo todo y eso me exitaba cada vez más.
Mis gemidos inundaban la habitación y era en estos momentos en los que agradecía que hubiera espejos por toda esta, me encantaba ese detalle de su parte.
Observaba mis piernas totalmente abiertas y a él entre ellas, se sentía jodidamente bien, entraba y salía de mi generando en ambos un gran placer.
Les- escuché a lo lejos- Les, Les- estaba totalmente embriagada por el placer- Lessa!- una bofetada me trajo de vuelta y más que dolor sentí como me mojaba muchísimo más- escúchame- hizo una pausa para tomar aire- necesito que lo hagas otra vez- asentí sabiendo a lo que se refería- está bien reyna.
Detuvo sus movimientos para que pudiera hacer algo que había aprendido hace unos meses y acababa de poner en práctica hace unas semanas y a lo que se había hecho adicto al parecer.
Sentí como mi vagina comenzaba a sentirlo más pues eso era lo que había aprendido, podía apretarlo más y dios se sentía espectacular.
Mmmh- gimió- lista?
S...si- contesté como pude
Ahora todo se sentía más intenso, por lo que los gemidos aumentaron.
Tócame- pedí- necesito más por favor
Inmediatamente sus manos se movieron hacia mis pechos, apretandolos a su antojo, mientras las mías rasguñaban su espalda, una de sus manos dejó de acariciar mi pecho y bajó lentamente por mi abdomen hasta llegar a mi clitoris, no se necesitaba ni una gota de lubricante o saliva en serio estaba tan lubricada que se podían palpar mis fluidos en las sábanas.
Con su pulgar comenzó a hacer movimientos lentos sobre este, haciendo que enrollara mis piernas por su cadera en busca de más contacto; tomé su otra mano guiandola a mi cuello algo que entendió al instante apretando pero no con mucha fuerza.
Sus movimientos se volvieron más bruscos y descuidados y una presión en mi vientre bajo se comenzó a formar, mis manos tomaron las sábanas con fuerza y su boca fué directamente a mis pechos chupamdolos descuidadamente, las embestidas continuaron y los gemidos aumentaron su volumen hasta llegar al orgasmo, Vicente salió de mi y mis fluidos lo acompañaron, había tenido un squirt.
Se tiró a la cama y me subí en el nuestras zonas íntimas rozaban haciéndonos soltar leves gemidos, desesperada y con ansias de más con mi mano tomé su miembro colocándole en mi entrada metiendolo lentamente.
Sus ojos se encontraban cerrados y sus manos iban de mi cintura a mis pompis, estaba cansado ya por lo que me había dado el control del asunto, su respiración estaba un tanto agitada igual que la mía, cuando menos lo esperaba me dejé caer sobre su miembro robandole un gemido ronco.
No hagas eso mujer- me encantaba su voz en estas situaciones, era más ronca y calmada sin dejar de ser brusca y su acento bien marcado.
Quiero más Vicente no te duermas- rogué comenzando a moverme.
A mi mujer lo que pida pue'- abrió sus ojos y nuestras miradas conectaron- pero déjeme recuperarme de los 5 rounds anteriores mija- un suspiro de mi parte acompañó sus palabras- mientras hágame lo que quiera- solté una risita y continué mis movimientos.
Sin duda una de las mejores noches de mi vida.
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08/01/2020