Capítulo 6 (parte 1)

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-Alex- llamé por milésima vez, ya llevo dos horas aquí y agradezco que mi paciencia sea infinita -Álex, por Dios, tienes que hablar tarde o temprano.
No habla, solo observa el sándwich de mermelada que esta preparándose, con esa mirada que hasta yo creería que quiere matar al pobre sándwich.
Lleva mucho tiempo de esa manera, tanto que estoy preocupada por el.
Nunca se había puesto de esa manera, los años que llevó conociendo los jamás lo eh visto asi o de alguna forma similar, simplemente es preocupante.
Alex siempre a sido de los tres mayores, Techno, Alex y Dream, ellos siempre nos decían que hacer, nos ponían en orden cuando era necesario y nos enseñaban muchas cosas, Alex con doce, Dream con catorce y Techno con dieciséis, ellos eran y son líderes desde siempre, pero nunca desobedeciendo a David.
Pero ahora, ahora nadie tiene control sobre nadie, y eso es un problema por que poco a poco estamos seprandonos, por no decir que ya casi nadie se habla a menos de que sea necesario.
Todo está mal, todo está muy mal y no estoy acostumbrada a que Alex se quede callado, acostado y sin controlar a nadie como siempre fue antes.
Cuando yo era pequeña, lo veía como era, manipulador, controlador y mentiroso, Alex nos enseño eso a la mayoría, siempre diciendo que hacer, que no hacer, como hacerlo, como no hacerlo, ahora sólo parece... Nadie, ya no parece el Alex que yo conoci y admire en mis tiempos
-Quedarse callado no ayudará nada en encontrar a Karl- pude sentir y ver la expresión de su rostro, una que jamás había visto ni presenciado. Me ponía los pelos de punta y más con esa mirada que me dirigía, desa expresión ni yo podía descifrarla. ¿Disgusto? ¿Enojo? ¿Susto? ¿Sopresa? ¿Amenaza? ¿Decepcion? No tenía idea, pero sabia que no era buena. Trague en seco, pensando en mi testamento, hasta que el rington de mi teléfono sonó.
Lo tome rápidamente para salvarme de la incómoda situación.

-¿Diga?- contesté inmediatamente, saliendo de la cocina dirigiéndome hasta el living.

-Soy Techno.

-Oh, Techno, ¿como estas amigo?

-Bien, estoy bien... Oye, ¿sabes donde puedo encontrar a Dream? Tengo que hablar con el.

-Ah... Bueno, supongo que esta con Toms, si no está con el, probablemente en la iglesia abandonada- esa iglesia tenía tanto tiempo abandonada, guardaba tantos recuerdos, secretos y sucesos tanto buenos como malos.

-De acuerdo, muchas gracias... ¿Ya pudiste hablar con Alex?

-Solo gané una mirada que me atormentara hasta en mis sueños- brome un poco, escuchando la ligera risa de Techno al otro lado del teléfono.

-Me lo esperaba... Bueno, te dejo, me es urgente hablar con Clay.

-Esta bien, más te vale decirme lo que pasa- recibi una respuesta afirmativa de el -Te veo después, cuidate.

-Igual.
































-Me sorprendes- Karl dirigió su mirada a su amigo que tenía a lado, notando que este se encontraba observandolo.

-¿Que?- pronunció confundido por las palabras que transmitió. A veces no podía entender a Carre, era lo único raro de el.

-Quiero decir... Tu cuerpo ya no es virgen, en el sentido de las sustancias y todo eso... Me sorprende que a pesar de las mierdas que te eh echo hacer y la mierda en la que te estoy convirtiendo no impide que tu... ¿Como decirlo?- tardo segundos en responder -que tu pureza de elimine, ¿me doy a entender?- con el silencio del niño pudo saber que no -Ah, joder, a lo que me refiero es que sigues igual a como te conocí. Se supone que en pocas semanas ibas a parecer menudo jodido por las mañas que te estoy dando.

-¿Por que deberia?- pregunto Karl un poco indignado.

-Por que una persona tan limpia como tú terminaría demasiado afectada... Pero ni siquiera parece que consumes bebidas energéticas y cigarros a cada minuto... Sigues limpio, jodidamente puro e inocente- dijo con cierto asco y sorpresa mezclados. El castaño de ojos grisáceos no entendió las palabras de alguna forma, es por eso que se mantuvo callado con tal cosa grabada en su mente.
Sin saberlo, su mente relacionaba recuerdos con otros, terminando así en simples memorias olvidadas, que parecían ser de un sueño profundo y triste -Ahora sé perfectamente... "Niño de cristal" Corpse fue muy creativo con ese apodo, ¿no es asi?- Carré observo a Karl, no tardó en notar la actitud tan peculiar del chico -¿Sucede algo?

-Prometiste ayudarme con mis recuerdos... Siento que los tengo en la maldita punta de la lengua- habló de forma sería, se podría decir que también asustada, inquieta. Carrera comprendió rápidamente, sabía que el momento algún día llegaría y solo tendría que esperarlo.

-Desde un principio debiste preguntarle a Corpse, pero claro, realmente no quieres saber la verdad...

-¡Claro que quiero!

-¡Entonces preguntale a el! No seas idiota, Corpse sabe cosas que tu no.

-¿Como estas tan seguro de eso?

-Es muy lógico, Karl... Pero lo amas tanto que no quieres saber la verdad, porque sabes lo que conlleva.

Pv Carrera

No me gustaba el silencio, apesar de ser yo el causante. Nunca me gusto, no desde la pelea con mi padre.
Observe a Karl, disgustado de su silencio, de la forma en la que se quería negar. Pero lo entiendo, alguna vez fui el, cuando mi hermano se fue me negué a muchas cosas solo por creerle a el, perdí a muchas personas, me aleje de todos... Perdí a mis padres, ya no me hablan ni yo a ellos, me echaron de casa y me dejaron a mi suerte.

-Amigo, sé que es difícil, pero debes dejar de ser tan ciego e idiota- muy irónico llamarle amigo después de comerle la boca varias veces. Pero el se mantenía callado, no podía incomodarme más...

-Tengo que pensar las cosas, Carre...
Tienes razón, lo amo y por eso evitó preguntarle, yo también sospecho que el sabe más de lo que cuenta, pero simplemente no quiero perderlo gracias a eso.

-Eres estúpido.

-Lo soy.




Nos separamos por distintos caminos, Karl se fue con ese Rubén y yo sin compañia. Por lo que entendi tenían una salida entre amigos.
Hacia un calor de horrores, pues estamos casi a mitad de año, supongo que el trasero sudado no es algo anormal estos días.
Llegue a mi departamento sin esperar a nadie del otro lado de la puerta, simplemente entré dejando la mochila regada en donde sea. Admito que me hacía sentir mal el echo de estar solo y no tener a nadie esperandome, pero no hay nada que puedo hacer. Eso si, me niego a volver a casa de mis padres.
Aun que parezca, no siempre tengo la misma rutina. Llegó a casa, duermo, salgo, y lo que sea que me prepare la vida. Pareciera que vivo más en la calle. ¿Tareas? Cuando sea necesario, y ahora no lo es, casi nunca lo es.

Saque un vaso de vidrio de la cocina, dejando caer agua dentro de él.
Antes de tomarle, no pude evitar notar algo curioso. Otro vaso cerca de la estufa limpio. No me impedía la curiosidad y poco miedo que tenía en mi, porque a mí nunca me gusta dejar vasos donde no deben de estar, y menos si están limpios.
La única persona que hacia eso se supone que ya no está y no deberia de estar, a menos que sea un extraño obsesionado.
Como no me dejan tener cuchillos desde la última vez, agarré un plato del lavavajillas en cuanto escuche un ruido proveniente de mi habitación, que justamente estaba entre cerrada.
Sentia una sensación desagradable dentro de mi, repitiendo la vez en la que entraron unos ladrones a casa cuando todavía vivía con mis padres.

Mis manos temblaban junto con mi respiración, viendo como empezaba a abrirse la puerta lentamente, me causaba tanto desespero pero ese simple hecho. Parecía una maldita película de suspenso, y no me gustan las películas de suspenso.
La puerta se abrió completamente, juraría sentir mi corazón detenerse y mi respiración aun acelerada.
La nostalgia y sorpresa no son una mezcla bonita, o al menos no para mi.

-¿Por que tienes un plato en la mano?- pregunto de la nada, como si nunca se hubiera ido de mi vida y casi haber fingido muerte por un tiempo. Menudo hermano mayor que tengo.

-¿¡Que carajo haces aqui, Nick!?

Niño De Cristal: Cristal Reluciente - OwenInDie T2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora