Capítulo 8

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Ava callo de rodillas al asfalto, con las manos arriba y lágrimas cayendo por sus mejillas mientras veía como algunos oficiales salían de la casa con las manos en sangre, avisando a los demás, pudo escuchar las palabras ambulancia y emergencias.
Se acercaron lentamente a ella apuntándole con el arma. Bruscamente le pusieron las esposas, repitiendo esa frase que siempre decían cuando porfin atrapaban a alguien.
Las luces rojas y azules eran lo que más le molestaba, al igual que las sirenas y el ruido de oficiales.

Abrieron la puerta del automóvil, sin denegarse se adentro a este antes de que sus puertas cerrarán ruidosamente. No tardaron segundos, sus lágrimas aumentaron al ver ese cuerpo en la bolsa negra saliendo de la casa.

-Siempre fiel a tus ordenes- dijo en voz baja la hermana adoptiva de Corpse, mientras veía el cuerpo de su hermano desvanecerse de su vista.
Por años ocultaron sus lazos familiares, Ava se alejó completamente de Corpse dándose por desaparecída, aunque este mismo sabia que no era así.

La chica podía sentir esas miradas de asombro, asco, miedo y criticonas de los vecinos metiches que salieron de sus hogares. Las ignoro por completó, centrando su vista hacia la dirección donde se había ido ese niño.

-Oh mi padre Satán- hablo con una voz cansada y rasposa -protege a ese lindo Cristal... Te lo suplico mi señor- los ojos de Ava estaban apagados, llenos de soledad, vacío y esperanzas.
Esta sola, ya no tiene a nadie más, solo a su propio Dios.

Horas antes se encontraba limpiando la sangre del joven con ojos llenos en lágrimas, que suplicaba a Ava que le dejara con Corpse, algo que claramente no hizo. La mujer le prometió a su hermano alejar al niño, alejarlo y darle unas últimas órdenes.
Limpio su piel de porcelana, le entrego ropa, le preparó la mochila con dinero y lo necesario.
Se mantenía fuerte frente al joven Cristal mientras le daba un sermón, le decía las tantas razones por las cuales debe irse. Karl, sin tener más opciones  se largo corriendo a la parada del autobús antes de que Ava llamase a la policía.

¿Sabes lo peor? Que ahora ese Cristal reluciente tiene una pequeña grieta, y tan sensible como es probablemente empiece a agrandecer de forma monstruosa, algo que Corpse nunca querría, y si llegase a pasar, si estuviera vivo, mataría a los responsables, pero claro que no podrá si es que llega el día, esta muerto.

Una grieta inofensiva siempre debe ser tan cruel y carecida de pureza.

Pero simplemente es el inicio, la vida da vueltas y nadie sabe que nos espera.











Mi dolor en el pecho me hace sentir que no respiro, pero lo estoy haciendo, siento que mi mente juega conmigo.
No hay tanta gente, solo unas cinco personas que iban a Kissimmee al igual que yo.
Aun pienso que tengo la sangre de el en mis manos, la siento restregada por todo el cuerpo, asfixiandome como si yo fuera el culpable. Revisaba mi ropa y manos a cada segundo. No había nada, estoy completamente limpio y nadie me miraba, entonces... ¿Por que me siento así? Aterrorizado, sin procesar nada, con ganas de lanzarme de un edificio. Mis manos tiemblan, el nudo en la garganta es cada vez más insoportable, quiero llorar pero no pienso hacerlo frente a estas personas.
Ava... ¿Por que no viniste conmigo? Debiste acompañarme... Te suplico que vengas, me siento tan mal, tengo miedo, no tengo a Tommy o a Corpse cerca.

¿Fue mi culpa? Claro que lo fue, si tan sólo desde un inicio nunca hubiera aparecido en la vida de nadie, Corpse seguiría vivo, ¿verdad?

Siento mi mente dar colapsos, me duele cada parte de mi.

Escuche el autobús frenar, las personas subían sin ningún problema.
Mientras yo veía de donde vine, Ava, Corpse, Buster, Carre, Rubén, Juan y Ari, ellos son lo que tengo aquí, esta es mi vida perfecta, donde soy o era feliz. Pero todo fue mentira... Tengo todo lo que siempre quise aquí, mientras que en Miami es todo lo contrario.
Es el lugar en donde creci, donde esta mi hogar... ¿Que mierda hago? Todo tan jodido que quiero ahogarme.

Niño De Cristal: Cristal Reluciente - OwenInDie T2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora