REVELACIONES

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Necesitamos como tres días para ponernos al corriente, pero pasada la crisis todo volvió completamente a la normalidad. Eramos las dos, siempre, en fiel cumplimiento de nuestra promesa.

Pasaron los meses y me acompañó siempre en mis mejore y peores días, como el día que me dejaron la casa sola, invité a unas amigas y me emborraché (a pesar de estar practicando desde los doce con mi mamá) después de despacharlas a todas ella estaba ahí sosteniendo mi cabello mientras vomitaba y ayudándome a limpiar el reguero.

O el día que nos dio por jugar voleibol bajo la lluvia, después estuvimos las dos con la peor de las gripes.

O el día quisimos cocinar y por poco acabamos con la casa por combustión.

Hasta que algo muy raro sucedió, estaba hablando con mi mamá contándole cosas y mencioné a Emma, y mi mamá casi se atora con el té frío que se tomaba, en la cocina un montón de platos cayeron al suelo cortesía de mi papá y mi mamá entrecortadamente pregunta -Estemm hija cuál Emma, yo nunca te escuché hablar de ninguna Emma.

Oh Dios, qué hago, se suponía que nunca debía mencionarla, ¿qué hago? Ya no puedo retractarme, me toca empezar a hablar.

-Bueno mamá tengo una amiga que se llama Emma, Emma es un nombre normal.

-Ya, pues hay algo de lo que tu Papi y yo queríamos hablarte desde hace un tiempo, queremos que sepas que si no te lo dijimos antes es porque nunca quisimos que te sintieras comparada de alguna manera, ni que sintieras que no eres importante para nosotros.

Ok esto ya no me está gustando como va pero asiento para que continúe hablando.

-Antes de que tu nacieras, exactamente dos años antes, yo estuve embarazada de una niña. Tu papá y yo la amamos con todo nuestro corazón, la esperamos con la ilusión con la que se espera un primer bebé y todo iba a la perfección, sin embargo, cuando ya tenía seis meses de embarazo, tuve que ser sometida a una cesárea de emergencia y perdimos a tu hermana -pequeñas lágrimas bajan por sus mejillas-.

Wow esto no lo vi venir, una hermana, una hermana mayor, es un poco demasiado para procesar.

-Queremos que sepas que a ti te esperamos con el mismo amor y la misma ilusión, que nunca jamas quisimos hacer de ti a tu hermana, para nosotros siempre fuiste una personita completamente diferente y el único capricho que tuve fue que tuvieran nombres parecidos. El nombre de tu hermana es Emma Sofía.

Muy despacio se levanta de la silla en la que está y levanta su blusa enseñándome su costilla izquierda, a la altura de su pecho hay un pequeño tatuaje de la huella de un pie con dos letras ES. En lo único que puedo pensar es en no sé cómo rayos nunca lo vi. Acto seguido mi papá se levanta y me muestra el mismo tatuaje pero en lugar de una huella de pié es la huella de una mano, una mano pequeñita.

-Te amamos hija, también la amamos a ella. -dice mi papá- Lo único que nunca quiero que pienses es que no te amamos igual.

Yo, yo simplemente no se que pensar, lo único que se es que hay alguien con quien tengo que hablar y eso es ya.

-Ve a dormir hija, es hora de tu siesta.

-¿Hora de mi siesta?

-Sí amor, ya casi son las 6.

Por SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora