Capítulo 24 parte II.

11.1K 1.1K 25
                                    

Pov Jungkook.

—Volver a la empresa después de haber estado encerrado 5 días, hace que te sientas aburrido, ¿no es cierto?, pues deja que te dé la bienvenida al mundo del celo omega —dijo Hoseok en tono de burla mientras palmeaba mi hombro y yo gruñía un poco.

Me encontraba algo frustrado, no había logrado marcar a Jimin aunque él me lo había permitido. Mi alfa simplemente se detuvo al momento que iba a hundir mis colmillos en su blanquecino cuello. Entendía que me detuve por miedo, lo cual era ridículo, yo no le tenía miedo a nada.

—Hoseok, no molestes —le contesté mientras caminaba hacia mi oficina. Hoy en la mañana recibí una llamada de Jackson, al parecer tenía un asunto que tratar conmigo, por lo que había viajado personalmente para venir a hablar de ello—. ¿Alguno sabe sobre lo que requiera mi tan importante presencia? —les pregunté a los dos alfas detrás a mí.

—No, pero creo que era sobre el atentado de la feria —dijo Namjoon y yo asentí algo enfadado.

Quería olvidar ese día, aunque no pudiera del todo, el recuerdo del cuerpo de Jimin entrando en pánico y sus lágrimas cayendo, hacía que me arrepintiera de no haber matado al hombre culpable de esto con mis propias manos.

Al llegar a mi oficina, me acomodé en mi escritorio y encendí la computadora. Hoseok y Namjoon se sentaron en el pequeño sillón que se encontraba un poco más alejado.

—Aún no hemos podido preguntarte —dijo Hoseok llamando mi atención—. ¿Por qué no marcaste a Jimin? ¿No era lo que más deseabas? —yo volví a mirar a mi computadora fingiendo prestarle atención.

—No lo sé —fue todo lo que respondí y seguí tecleando

—¿No lo sabes? —preguntó extrañado Namjoon. Yo asentí quitándole importancia. Namjoon y Hoseok intercambiaron miradas. De pronto el lugar se encontraba en un silencio rotundo. Sabía que no estaban conformes con mi respuesta, por lo que giré mi silla y los miré una vez más.

—Jungkook... Tú sabes que más que tus aliados, somos tus amigos y puedes decirnos lo que sea, no te juzgaremos, además... sabemos que nuestras cabezas colgarían de un árbol antes de que pudiéramos hacerlo —dijo Hoseok con una pequeña sonrisa de lado, quitándole un poco de tensión al ambiente.

—No es que no confíe en ustedes, saben que mi vida la dejaría en sus manos... —dije mientras suspiraba—. Supongo que tengo miedo, es todo.

—¿Tú? —la voz de Hoseok se escuchó mientras me miraba con seriedad—. Por favor Jungkook, sabemos que no le temes a nada, eres como una pequeña máquina de pesadillas, el que da miedo eres tú, así que invéntate otra excusa.

—Eres un idiota, soy una persona, también puedo tener miedo —dije sorprendiéndome de mis propias palabras, y los dos chicos frente a mi sonrieron, haciendo que me relajara.

—Es verdad —dijo Namjoon asintiendo conforme—. Entonces... ¿A qué le tienes miedo?

—A que Jimin se arrepienta de estar con alguien como yo —me sinceré.

—Eso es casi imposible, he visto los ojos que te dedica, y es más que obvio que te ama y cree ciegamente en tí —me dijo Hoseok.

—No es eso a lo que me refiero, Jimin ha estado en dos atentados, ambos culpa de mi posición, no quiero que algo le suceda solo por estar ligado a mi, sin embargo tampoco soy un santo, Jimin es mío tanto como yo de él, por lo que lo mantengo vigilado y encerrado —suspiré.

Nos mantuvimos callados durante unos segundos, Namjoon y Hoseok intentando procesar mis palabras y yo relajándome, en verdad que se sentía mejor no guardar los problemas para ti mismo.

—No te estreses Jungkook —habló Jung llamando mi atención inmediata—. Te sugiero tomarlo un poco más con calma, yo creo que es necesario que hables con Jimin, sé que te ama y tú lo adoras, no creo que tu trabajo sea un problema.

—Si, además, Jimin podría estar más atento a su entorno y la situación en la que se encuentra —razonó Kim.

Asentí no muy conforme con lo que me dijeron y continuamos con nuestra rutina.

—Yo soy el que tiene miedo —dijo Hoseok—. Tener a un beta gruñón y un omega corazón de hielo no es una buena combinación.

—Jin me hubiera asesinado, agradece por lo menos que Taehyung es un omega comprensivo, no querrás terminar como yo —dijo Namjoon haciéndonos reír.

—El único suertudo eres tú —me señaló—. Minnie es una cosita adorable, estoy seguro que es fácil tratar con él —lloriqueó Hoseok.

—Hoseok, tú eres el único que se metió en esa situación, además, Taehyung es muy inteligente y Yoongi es valiente —le dije y miré a Kim—. Namjoon, Jin es un omega muy capaz de hacer las cosas, es fiel a lo que le gusta y Jimin... solo es mi pequeño omega consentido, por lo que daría mi vida.

Ambos me miraron sorprendidos por mis palabras, aunque no entendía el porqué, solo dije lo que era verdad.

—Definitivamente hemos perdido a nuestro Jungkook que nos hubiese callado con un gruñido por estar quejándonos —lloriqueó—. ¡Los celos de los omegas son una maldición!

Rodé los ojos, él jamás dejaría de exagerar, es una lástima que Taehyung le haya tocado tal alfa.

—Cambiemos el tema... —dije cambiando mi postura y mi gesto a uno de seriedad absoluta—. ¿Qué es lo que saben de ese tal Jindae?

Namjoon y Hoseok se sentaron correctamente en el sillón, y comenzaron a hablar.

—Ha sido difícil poder hablar con la omega, hasta parece que ha perdido el juicio, Taehyung y Yoongi han intentado hablar con Dongyu, sin embargo el pequeño no le han dicho nada, ni siquiera deja que entren a su habitación, el único que entra a su habitación es Jimin.

—Jin ha estado reuniendo toda la información posible, y lo único que sé sobre él, es que frecuenta bares, los más lujosos y de renombre —dijo Namjoon.

Cada vez me llenaba más de curiosidad saber quien era ese beta, al parecer tenía dinero, lo cual no era de sorprenderse si va al mismo instituto que Jimin.

—De acuerdo, sigan buscando más sobre él, y no dejen que descubra que lo están buscando, así que sean discretos, lo que menos quiero es que escape —Hoseok y Namjoon asintieron, al mismo tiempo que unos toques en la puerta interrumpieron.

—Pase —dije y Jackson abrió la puerta.

—Alfa Jeon...

el omega del alfa  ᡴꪫ  kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora