Sombras del Pasado

Ausencia

Había pasado una semana desde ese día,  Omen y Cypher se estaban evitando como si quisieran mantenerse alejados a toda costa. 

Comían en momentos diferentes en el comedor, en momentos opuestos y evitaban las fiestas que Jett y Killjoy organizaban en el salón.

Sin embargo, trabajar juntos en el mismo lugar hizo imposible mantener esa distancia para siempre. La situación se volvió especialmente incómoda cuando los asignaron juntos para una misión en Tokio.

Cuando descendieron las escaleras y se encontraron en la sala de transporte, la tensión era palpable. Era tan densa como una espesa niebla, y ninguno de los dos sabía exactamente cómo manejarla.

La incomodidad persistió cuando Reyna decidió que debían trabajar juntos en el sitio B.

"¿Se creen incapaces de hacer su trabajo sin mirarse el uno al otro?" bromeó, agitando su mano en un gesto despectivo. "Pueden besarse después de la misión".

Finalmente, se dirigieron al sitio asignado. Cypher se movió de inmediato hacia las cuerdas, escalando habilidosamente hasta una repisa y colocando su cámara en una ventana que le ofrecía una vista completa del lugar.

Mientras tanto, Omen se situó sobre unas cajas, listo para emboscar a cualquier enemigo que apareciera desde el garaje.

Omen no pudo evitar mirar ocasionalmente a Cypher, quien estaba absorto en su trabajo con la cámara, sin prestar atención a su entorno. De repente, en una fracción de segundo y fuera de su campo de visión, Omen vio una figura silenciosa que se movía sigilosamente hacia Cypher desde atrás, con un cuchillo en mano.

"¡DETENTE AHÍ!" gritó Omen, desenfundando su sheriff.

Cypher se giró con sorpresa y vio a un clon de Killjoy que se cernía sobre él. Sin pensarlo dos veces, Cypher empujó su cuchillo hacia adelante, apuntando a la garganta del clon de Killjoy.

 Sin embargo, un disparo resonó en el aire y una bala pasó rozando la oreja de Cypher, impactando directamente en la frente del clon  El cuerpo se dobló hacia adelante y cayó al suelo con un sordo golpe.

Cypher miró a Omen, su corazón latiendo con fuerza ante la cercana emboscada de la que  lo había salvado. Ambos sabían que si no fuera por la rápida reacción de Omen, Cypher estaría en grave peligro.

Con voz temblorosa, Cypher logró articular un débil "Gracias..."

" ¡Tonto! Podrías haber muerto" 

Cypher simplemente sacudió la cabeza y se fue a poner cables de disparo adicionales en el flanco para que no volvieran a emboscarlos.

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Raze y Killjoy organizaron una noche de cine en el salón, una actividad a la que Cypher y Omen normalmente habrían evitado como la peste. Pero esta vez, la asistencia era obligatoria.

La cantidad de personas que asistieron disminuyó constantemente, ya que la mayoría de ellas encontraron excusas para ocuparse en otras actividades. Sin embargo, las chicas lograron arrastrar a Brimstone al evento, argumentando que sería beneficioso para la construcción del equipo.

"¡TODOS estarán en el salón a las 8 pm en punto! Se proporcionarán bocadillos y bebidas, y veremos 3 películas. Sin excepciones, sin excusas", gritó Killjoy por las comunicaciones.

Las reacciones fueron variadas: la mayoría estaban emocionados , algunos estaban indiferentes , y otros odiaban la idea amargamente.

Por lo general, a Cypher no le importaban las noches de cine. Le gustaba pasar tiempo con su familia adoptiva y disfrutaba de la compañía de Killjoy, Sova o incluso Jett.

Sin embargo, las cosas habían cambiado con Omen. Su relación estaba tensa después del incidente , lo que hizo que Cypher se sintiera más ansioso de lo normal.

Omen rara vez asistía a las actividades organizadas por sus compañeros de equipo, ya que prefería mantenerse a sí mismo la mayor parte del tiempo. La única excepción reciente era Cypher, pero las cosas entre ellos se habían vuelto complicadas.

Omen entró en el salón con poca luz, oyendo el bullicio y las risas mientras sus compañeros de equipo compartían bocadillos y bebidas. No era conocido por su sociabilidad, lo que quedó claro de inmediato. Aun así, algunas personas intentaron incluirlo.

"¡Omen! ¡Ven aquí, te hemos guardado un lugar!", llamó Jett desde el sofá donde ella, Raze y Phoenix estaban sentados. Omen decidió que no quería soportar la charla constante de esos tres durante la película, así que optó por sentarse solo en la parte de atrás de la habitación. Jett resopló en señal de decepción, mientras que Phoenix puso una mano en su hombro en señal de consuelo.

Omen se sentó solo, observando en silencio y frunciendo el ceño mientras todos a su alrededor se divertían. Sin embargo, notó la ausencia de una persona en particular: Cypher. Algo no parecía estar bien. Tenía la sensación de que Cypher estaba tratando de evitar la reunión, pero sus instintos le decían que investigara.

Omen no era conocido por entrometerse en los asuntos de los demás, algo que Cypher solía hacer. Pero no podía ignorar la sensación de que algo andaba mal. Decidió que tenía que averiguarlo y se encaminó hacia la habitación de Cypher.

Sin embargo, antes de ingresar, Omen decidió no teletransportarse directamente dentro. Viper le había explicado hace años que hacerlo sería "desagradable" y "intrusivo". En su lugar, golpeó con los nudillos en la puerta y esperó impacientemente una respuesta.

No hubo respuesta.

"Suficiente con tus juegos. Abre esta puerta", gruñó Omen, cruzando los brazos sobre su pecho con impaciencia.

Omen notó que no podía escuchar ningún sonido proveniente del interior de la habitación de Cypher. Todo estaba en silencio. ¿Estaba durmiendo? Parecía poco probable, ya que era solo las 8 de la noche.

"No te tomé como alguien que guarda rencor. ¿Es por eso que te estás escondiendo de mí?", murmuró Omen, preocupado por la situación.

Omen no se detuvo ante las palabras aparentemente hipócritas que pronunció, su frustración aumentaba con cada segundo de silencio por parte de Cypher. Con cautela, Omen se acercó a la puerta de la habitación, notando que estaba desbloqueada. Era como si Cypher lo estuviera invitando a entrar, aunque no de una manera que le gustara.

Empujó la puerta y entró en la habitación oscura, su mano instintivamente buscó el interruptor de la luz a lo largo de la pared derecha. La habitación se iluminó de repente, revelando que estaba completamente vacía.

No había rastro de Cypher en absoluto. Todo lo que le daba a la habitación su toque personal había desaparecido por completo. No había gadgets, prototipos ni cámaras en su escritorio. Los planos que solían cubrir las paredes, con notas garabateadas, habían desaparecido. Su perchero estaba vacío, sin la gabardina blanca distintiva o la fedora que solía colgar allí. La habitación estaba tan estéril como una habitación de hotel recién desocupada, esperando a ser alquilada.

"Este bastardo", murmuró Omen con frustración.

Tomó su teléfono y marcó el número de Cypher, escuchando el sonido del tono con creciente enojo. ¿Cómo se atrevía a irse sin siquiera decirle a dónde iba?

La voz en el otro extremo del teléfono repitió el mensaje de que el número no estaba disponible.

"Maldición. ¡Maldición! ¡Maldición!" exclamó Omen, dejando caer su teléfono al suelo con enojo.

Cypher podría haberse ido hace mucho tiempo, y Omen no tenía idea de dónde podría estar. Solo sabía que tenía que encontrarlo antes de que los demás se dieran cuenta de que se había ido. Si eso sucedía, su vida estaría en grave peligro.

La tensión y la urgencia se apoderaron de Omen mientras se preparaba para una búsqueda desesperada de Cypher, sin saber cuál sería el destino de su amigo y compañero.