Che, ¿Quién sos vos?

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A la mañana siguiente Foolish y Vegetta fueron a despertar a todos y comenzaron a hacer el desayuno, aunque todos sabían que sería incómodo, pues comerían frente a personas que apenas conocen sus nombres. Después de un rato Foolish terminó de preparar los alimentos, los sirvió y llamó a todos a la mesa

- Cellbit, ¿Por qué no vienes? -preguntó Foolish-
- Yo no desayuno -contestó Cellbit desde la sala de estar-
- Mejor no le insistas, le molesta eso -le dijo Forever a Foolish-
- Todo le molesta al señor -dijo Roier mientras se levantaba de su asiento-
- Mano, eu não recomendo que você faça isso
- Ni que me fuera a matar el wey, relájate, solo le llevaré el desayuno

Roier caminó hacia la sala de estar, dónde se encontraba Cellbit echado en el sofá grande mientras hacía garabatos sin sentido en su libreta, cuándo notó la presencia del pelinegro ni siquiera se molestó en levantar la vista.

- Sé que sabes que estoy frente a ti, toma el plato y come
- No
- Si no te pregunté, te dije que lo agarres y que comas -dijo firmemente, lo que llamó la atención de Cellbit y lo hizo voltear a verlo-
- ¿Y tú supones que te haré caso?
- Si, siéntate bien, toma el plato y come.
- Te dije que no, no tengo hambre, no como comida de desconocidos
- Deja de ser tan desconfiado, si vi que no dormiste en toda la noche, esto te dará energía, come
- Tengo suficiente energía, no necesito tu comida
- Voy a dejar el plato aquí, si no lo has tocado antes de que nos vayamos vas a ver

Dicho esto, el chico se dio la vuelta y regresó al comedor, se sentó a terminar de comer como si nada hubiera pasado. Pasaron un par de horas y todos estaban casi listos para salir con Foolish, quién les mostraría donde podrían construir sus casas. Todos estaban en la puerta, antes de cerrarla Roier volteó a ver el lugar donde había dejado el plato para Cellbit y lo encontró vacío, solo sonrió y cerró la puerta. Después de un rato, los tres nuevos y el guía Foolish se encontraban caminando por las calles de la Isla Quesadilla, enfrente se encontraban Foolish y Forever, pues el rubio era el único que le prestaba atención a Foolish, Cellbit de vez en cuando volteaba a ver a ambos sin decir ni una palabra, pero escuchaba toda la conversación, Roier simplemente estaba en su propio mundo, caminando sin rumbo aparente, siguiendo a los tres hombres, cuando de repente, se dio cuenta que se había desviado del camino, pues ya no veía a nadie, decidió seguir caminando con la esperanza de verlos pero su esfuerzo fue en vano, en su lugar, se topó con una especie de oso negro que estaba frente a una mesa de crafteo haciendo una espada, decidió acercarse para pedirle ayuda

— Eh- Hola, perdón por molestarte pero estoy medio perdido..
— ¿Qué?
Este, esque no encuentro a los hombres con los que venía...
— ¿Qué decís? ¿Quién sos vos?
— Soy nuevo aquí
— Ahhh por ahí hubieras empezado man, ¿Qué necesitas rey?
— Bueno, venía con tres tipos super super altos, uno rubio y otro con barba, ¿Los has visto?
— No boludo, por aquí no ha pasado nadie, pero si querés te ayudo a buscarlos
— Ay si, por favor, por cierto me llamo Roier, ¿Y tú?
— Yo soy el Spreen, mucho gusto capo
— Si, si, igualmente

Ambos chicos empezaron a caminar, buscando a los tres hombres con los que venía Roier mientras hablaban y se conocían un poco, a Roier realmente le cayó muy bien Spreen, le parecía un chico bastante calmado y amable, era completamente lo opuesto a Cellbit, aunque de cierta forma le recordaba a Natalan, cosa que no le gustaba pero decidió ignorar. Después de un rato caminando por fin encontraron a quienes buscaban, al parecer los hombres también estaban buscando a Roier por todos lados.

¡Ahí estás Roier! -gritó Foolish algo aliviado-
¡Hola! Volví gente
— Eres un idiota, nos atrasamos por tu culpa -dijo Cellbit en voz baja-
Idiota tu abuela, anciano, si tienes prisa tienes toda la isla para ti, no me tienes que esperar wey
— Calma goier, calma, no hay necesidad de alterarnos -dijo Forever-
¿Qué tienen ustedes con decirme goier? Es Roier wey, Roier
Bueno chavones, calmense un toque, ya les traje a Roier, pueden seguir su recorrido todos juntos
— Yes- si, si, les seguiré mostrando donde pueden vivir -añadió Foolish, intentando cambiar de tema-
Si, si, eso, yo ya me tengo que ir pibes, por cierto man, deberías tomarte un descanso, se ve que andás de muy mal humor -le dijo Spreen a Cellbit-
¿Qué tratas de decir?
— ¿Yo? Nada, simplemente te ves muy irritable y eso pasa cuando no duermes bien, aparte a ti se te nota, no solo por el mal humor eh

Cellbit estaba a punto de atacar a Spreen, antes de que pudiera hacerlo Forever se puso rápidamente en medio de los dos, extendiendo sus brazos para que no se acercaran el uno al otro.

— Eh, mano sería bueno que te vayas ahora -le decía Forever a Spreen-
¿Qué decís flaco? Ni que me fuera a matar el señor
— Mano hablo en serio, vete por favor
— Mejor hazle caso, niño -dijo Cellbit-
Tranquilo pibe, yo solo digo lo que es, si eso te molesta entonces no sé cómo ayudarte

Esa fue la gota que derramó el vaso, Cellbit rápidamente se abalanzó contra Spreen tirándolo al piso, Forever no pudo hacer mucho, pues sabía que si intervenía también le tocarían un par de golpes a él. Roier comenzó a gritarle a Cellbit, quién estaba golpeando repetidas veces a Spreen, este trataba de defenderse y de vez en cuando esquivaba los golpes haciendo que Cellbit golpee el suelo, lo cual no le importaba, pues seguía dando golpes sin parar, por fin Roier decidió acercarse para intentar separarlos, pero Cellbit era mucho más grande y robusto que los dos juntos, aún así, siguió gritándole que se detuviera de una forma no muy amable. Pasaron unos pocos minutos antes de que Foolish y Forever se acercaran, tomando a Cellbit de los brazos intentando dejarlo inmóvil, cosa que lograron, aunque no al 100%
Roier rápidamente se acercó a Spreen, quién estaba sangrando bastante, pasó el brazo del oso por alrededor de su cuello para poder sostenerlo mejor.

Foolish, lo llevaré a su casa, más tarde regreso a la tuya, ¿Está bien?
— Oh, yes, ¿Sabes dónde vive?
— Si, no te preocupes -mintió, realmente no tenía la menor idea de dónde vivía el oso-
Está bien, te esperaré en casa
— De acuerdo, solo espero que no traigas a esos dos idiotas animales

Dicho esto simplemente se dio la vuelta y se fue con Spreen, ni siquiera sabía si era el camino correcto, solo quería irse de ahí, ambos querían irse de ahí.

Yo también los tengo, esa es la gracia...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora