Yo también los tengo, esa es la gracia...

Cellbit

Un asesino encerrado en la prisión más segura de todo Brasil, logra crear un cuidadoso plan para finalmente escapar de ese asqueroso lugar al que, según él, no pertenecía. Usando a algunas personas más débiles para poder moldearlas a su antojo, logra engañar a más de uno para poder salir de esa cárcel de alta seguridad, no sin antes matar a algunos guardias que, tristemente, se interpusieron en su camino. Aunque claro, no lo hizo todo solo, estuvo siempre acompañado de su mejor y único amigo, Forever, a quien en un principio planeaba usar y traicionar como hace con todo el mundo, pero vio algo en Forever que no había visto nunca antes, así que decidió ser "leal", o al menos hasta que se encontrara con una situación en la que tuviera que traicionarlo también...
Saliendo de la prisión, zarparon en un  pequeño barco sin rumbo alguno

— Meu deus mano, ¡Eso fue increíble! Mataste a todo el mundo ahí -decía un Forever muy eufórico-

Cellbit solo se limitaba a hacer sonidos, estaba muy poco interesado en lo que dijera Forever

— Bueno, casi a todo el mundo... Ese policía, Felps, ¿Por qué lo evitaste tanto y no lo mataste?

Esto llamó la atención del castaño, lo que hizo que volteara a ver a Forever

— No era necesario, además, él me ayudó a perfeccionar mi plan para escapar de ahí... De todas formas, es información que realmente no te importa

Sin más, la conversación terminó allí. Unas horas más tarde su barco se averió, lo que los obligó a bajarse para nadar un poco hacia una isla cercana. Después de un rato caminando sin rumbo se encontraron un enorme crucero aparcado en la orilla del mar, con gente subiendo y bajando de este, parecía que estaba a punto de zarpar.
Forever y Cellbit se percataron que necesitaban boletos para poder abordar, no fue muy difícil falsificarlos y, gracias a los conocimientos de Cellbit, pudieron abordar fácilmente al enorme barco. Pasaron, para ser exactos, dos días y medio antes de llegar a su destino, aunque no lo hicieron de la mejor manera, pues el gran crucero había chocado contra algo que no tenían ni idea de lo que era, Forever y Cellbit habían sido los únicos sobrevivientes, o al menos eso creyeron.

— ¿Qué mierda fue eso? ¿Qué se supone que hagamos enmedio del mar? -decía Forever, un tanto desesperado-
— Cállate, idiota
— Tranquilo mano, al parecer no soy el único que tiene un poco de miedo aquí.

Cellbit se limitó a mirarlo con fuego en sus ojos. Después de hablar por un rato, los dos hombres coincidieron en qué no recordaban nada del viaje, cosa que les parecía muy extraña.
De repente, escucharon un ruido proveniente del cielo, parecían ser varios helicópteros pero por más que miraban a todos lados no encontraban nada.

  *Pov de cellbit*       

Forever no paraba de hablar y hablar y estaba comenzando a hartarme, pero mencionó algo que me robó la atención, él dijo que parecía que se había dormido todo el camino, pues no recordaba nada. Al intentar hacer memoria tampoco pude recordar una sola cosa que haya pasado en ese barco.
Comencé a escuchar ruidos muy silenciosos a la lejanía, poco a poco se fueron acercando más y haciéndose más fuertes cada vez, parecían helicópteros pero viendo al cielo no había nada, de repente sentí un golpe muy fuerte en la nuca, lo que me hizo caer al suelo. Lo último que recuerdo antes de desmayarme fue ver a Forever en la misma situación, y una silueta blanca muy borrosa frente a mí...

*Narrador*

Cellbit se despertó junto a Forever en una habitación que solo estaba iluminada por unas pocas y pequeñas velas, ambos se levantaron del suelo y avanzaron un poco para encontrarse con dos cofres, cada uno enfrente de los dos, Cellbit dudaba si abrirlo o no, a Forever no le importó mucho lo que podría pasar, simplemente abrió el cofre sin más.

— ¿Estás loco? ¿Qué tal si es una trampa? O una bomba -gritaba Cellbit, notablemente molesto-
— Calma, no pasó nada

Forever se asomó al cofre encontrándose con un boleto, el cuál contenía su nombre y un mensaje en letras grandes.

"Bienvenido a la Isla Quesadilla"

Al verlo, Cellbit rápidamente abrió su confre también, encontrándose con un boleto igual, con su nombre y el mismo extraño mensaje.

— ¿Qué porra es esto? Es algún tipo de broma? -decía cellbit, mientras volteaba a todos lados-
— Tranquilizate, hay que encontrar la forma de salir de aquí, no creo que sea más difícil que nuestra Fuga Imposible
— Solo cállate, no se ve nada aquí, ¿Cómo planeas que cree un plan si solo tenemos dos estúpidos pedazos de pap-

Cellbit no pudo terminar de hablar cuando de repente todo se iluminó, al voltear, los dos hombres se encontraron con un oso polar que los saludó amablemente y les dio la bienvenida, diciéndoles una frase que robó la atención de Forever

— ...Disfruten la isla, haha
— ¿O qué? ¿Quién eres? ¿Dónde estamos? -gritaba un Cellbit sumamente desesperado-
— Haha, disfruten la isla
— Voy a matarte si no contestas a mis preguntas
— Haha, bienvenidos
— No queremos hacerte daño- -comentó Forever, siendo interrumpido por cellbit-
— Eso es mentira, si queremos hacerte daño, y si no hablas dejaré de ser paciente contigo
— Haha

De repente, el oso polar desapareció, dejando a Cellbit y Forever solos en una enorme Isla...