Voy a la sala de música, puesto que esa era antes la consigna y me intriga saber, pues esto está pareciéndome de locos. Aunque tengo miedo, la incertidumbre me persigue, más con la última nota de la mañana. De todas formas, no encuentro a nadie, ya que la reunión era el miércoles. Lo hice por precaución, sin embargo, una caja musical se enciende sola y me asusto. Al acercarme, hay una nota nueva en la mesa:
"Llegas tarde, pero al menos escuchas mi melodía. No te preocupes, sabía que vendrías".
Deja de sonar la música y se abre la cajita, dentro hay una rosa con otra nota:
"Las puertas del destino están abiertas, solo debes cruzar la puerta".
Miro por donde entré a la sala y hay una luz destellante. Además, el miedo me inunda, pues en las ventanas se pone todo oscuro.
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Hay notas que no son cuentos de hadas
Short StoryRecibir una nota puede ser curioso, atemorizante o hasta halagador, pero si las notas provienen de algo desconocido, da todavía más terror. *Por Viviana Valeria V.