"Querido Niall.
Aquí estoy de nuevo, no te preocupes por mí, aun no desapareceré, lo prometo.
La otra vez te vi llorar.
Si, estaba ahí. Imagino que tu vista borrosa no te dejo ver el panorama, lo cual aprecio mucho.
Estrujo mi corazón verte así, destrozado. Tu dolor es mi dolor, después de todo, tienes un poder sobre mí que ni siquiera puedes imaginar. Me pregunte si llorabas a diario, si eras esa clase de persona que se muestra fuerte y feliz frente a los demás, mientras que estando solo no es más que un ser débil que llora hasta quedarse dormido o, en su defecto, hasta quedarse seco.
Y las personas nunca se dan cuentan. Sólo ven a una persona que sonríe todo los días y que hace su más grande esfuerzo por hacer a los demás sonreír.
Nadie nota que mi sonrisa es falsa, que a veces soy muy ruidoso porque no quiero que alguien se dé cuenta; otras, muy silencioso ya que el vacío en mi pecho es demasiado.
Nunca me ha gustado llorar. Sin embargo, lo hago.
Nunca me ha gustado ver sufrir a las personas. No obstante, lo disfrute cuando te paso a ti.
Nunca me pareció que el amor era un asco. Pero eres la excepción, Niall.
Pd. Escribí esto en mi cuarto, solo. Tan solo, como debes estarlo ahora.
Con mucho amor, x"
Tenía la carta en su mesita de noche, él la miraba desde su posición, deseando poder quemarla lentamente, pero al mismo tiempo, que no durara ni un segundo más ahí.
Se encontraba sentado en su cama, recargado en la pared, con las piernas rectas y una expresión sombría en su rostro. Ya no estaba su desenfadada sonrisa, en lugar de eso sus labios formaban una línea horizontal apretada, sus ojos no brillaban sólo estaban ahí, opacos, con ojeras marcadas en su pálida piel.
No había comido en dos días y, aunque había ingerido agua, su boca sabia como papel, seca.
Faltaban menos de dos meses para regresar a casa y Niall no sabía si reír o llorar.
Cuando volviera a Irlanda, sería sólo otro chico promedio, sin más de la atención necesaria. Ya no resaltaría ni llamaría la atención por tener un acento fuerte o por su gran resistencia a la bebida, todos en Irlanda eran como él.
Pero ya no tenía ninguna razón para quedarse en Londres. Como el autor de sus cartas decía, Niall estaba solo. Y francamente se sentía como una mierda.
Le había mandado 20 mensajes, llamado 30 veces y dejado 6 mensajes de voz. Y nada. Parecía que Zayn no quería devolver el detalle.
Su celular estaba inerte, no emitía señales. Tanto como su orgullo arrastrado por el suelo. Y había una rabia contenida dentro de su pecho junto a uno voz que le insistía una y otra vez, "Vamos, amigo. Si él te extraña, él te buscara. Basta de pisotear tu imagen, tú nunca ruegas."
Sin embargo, la ignoraba. Y era mucho más fácil omitir esa voz en su cabeza que ignorar el hecho del vacío crepitándose por su pecho.
Se levantó de la cama, tomó la carta y la coloco junto a las demás.
Tenía que detener el desastre en el que se había convertido. Se ducho, se puso una camisa naranja, boxers, pantalones azules y unos vans, y se sentó en su pequeña mesa para engullir el alimento que se encontraba en su plato. Llevo dos cucharadas a su boca, forzando la comida a pasar por su garganta e intentando no devolverlo. Le daba la espalda a su cama y se repetía constantemente que siguiera con lo suyo y no volteara.
Un bocado y otro más. Y la picazón en sus manos hizo que soltara la cuchara y la dejara en el plato. Sólo tenía que verificar una última vez para terminar con su asunto alimenticio.
Se retiró de la mesa y se acercó a su cama donde estaba su celular. Lo sujeto, ingreso la contraseña y miró fijamente la pantalla.
Eran las 5:54 p.m., una foto de Zayn y él estaba ahí. El moreno sonriendo ancho, con sus ojos arrugándose en las esquinas y su lengua presionada contra sus dientes mientras Niall besaba su mejilla. Tenía un mensaje de su madre.
Pero nada de él.
Su mirada se oscureció y con un rápido movimiento arrojó el móvil contra la pared.
Gritó con exasperación, fuerte y quedado, y sus labios se apretaron en una línea fina.
—Al diablo —Gruñó.
Tomo su chaqueta y salió de ahí azotando la puerta.
«El celular estaba encendido, pero ya no funcionaba. Por eso no llega nada de Zayn» Se convenció a sí mismo, al momento de caminar hacia el frío de la tarde.
Una parte de él se preguntó lo mismo.
¿Qué tal si seguía vivo, pero había dejado de servir?
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Holi, muchas gracias por leer, como se habrán dado cuenta tardo casi un mes en actualizar y pues de verdad agradezco que aun así sigan leyendo esta historia, intentare seguirla más rápido. Gracias por votar y comentar, los quiero (:
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Con mucho odio para ti. [Ziall]
Romance❝Con mucho odio para ti, Niall, te entrego cada trocito de mi corazón que alguna vez despreciaste❞ Historia Ziall, todos los derechos reservados.