Capitulo 3

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Me despierto cuando alguien me quita la cobija a la cual estaba abrazada y profundamente dormida de malas maneras.

‹‹cobijas de este tipo en mi casa no hay y una cama tan suave menos››.

Oh, oh. Esto solo quiere decir una cosa...

‹‹estoy en palacio››

Me levanto sobresaltada en una habitación enorme, la cual triplica en tamaño a mi casa entera.

Dos señores y una señora me observan sin expresión aparente en el rostro, aparentando con cada arruga en su rostro lo cansados que están de la vida.

-¿Que hago aquí? -me pongo en pie a la defensiva.

-Ya era hora de que vinieras -la señora que aparenta unos sesenta y tres años me mira con desdén.

Solo entonces comprendo lo que pasa .
Llegan una y otra vez las palabras de mi padre a mi mente.

Una duda me corroe por dentro: ¿Por qué me quieren aquí si aún falta un día para mí cumpleaños?.

-Será mejor que quites esa cara de espanto - me gruñe uno de los hombres de muy malas maneras.

-Alessandro, déjala en paz -el hombre más joven de los tres medio me sonríe.

No respondo. Me limito a quedarme en total silencio.

A pesar de que estoy en el palacio y le debo respeto a la casta real, no voy a permitir que nadie me insulte.

-Mi "cara de espanto" ahora mismo es lo más real en esta habitación -me cruzo de brazos molesta -¿Ese... cabello es real? -entrecierro un poco los ojos de manera sarcástica.

La mujer y Alessandro me miran mal, mientras que el otro hombre se ríe entre dientes.

-Será mejor que te pongas algo decente -la señora frunce el ceño y decido que ser odiosa no es la solución a mis problemas así que asiento.

-Llámame Ángela -suspira también dándose por vencido.

-En el vestidor están los vestidos que puedes usar -señala con un ligero movimiento de cabeza una puerta a nuestra izquierda -Elige el que más te guste y baja que el rey quiere ver a sus concubina.

«¡¡¿¿CONCUBINA??!!»

La indignación me hace entreabrir los labios y fruncir el ceño.

-No voy hacer concubina de nadie -vuelvo a la pose defensiva y para nada amigable.

-No es algo que puedas elegir -se encoje de hombros.

-Pueden hacerme limpiar cada centímetro del piso de este lugar, sacudir cada mota de polvo, puedo hacer lo que sea, lo que sea menos eso.

-Querida la decisión ya está tomada. Tu belleza es deslumbrante a los ojos del rey -por primera vez desde que estoy aquí veo compasión en sus ojos -Coopera o pagarás con tu vida.

-No quiero ser la esclava sexual de nadie -Alessandro resopla hastiado.

-¿Por qué mejor no te vistes y mantienes la boca cerrada? -volteo los ojos en dirección al molesto hombre.

-Cuando estés lista, golpea la puerta y volveremos -me informa el otro hombre.

-Gracias...

-Filiphe -completa por mi -Mi nombre es Filiphe.

Se que no tengo otra opción. Tengo que ponerme el maldito vestido y salir. Un error podría costarme la vida y no puedo permitir que mi padre y mi tía queden devastados con otra perdida.

Frío Corazón 💙🥶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora