koi

64 9 3
                                    

" 15 de junio

¿Recuerdas la primera vez que pudimos observar aquellos pesitos de colores?

Aquellos pesitos que tanta ilusión te provocaban.

Ese día estaba el cielo despejado, la luz que quedaba del atardecer iluminaba el lago dejando a vista su interior.

Aún recuerdo tu expresión cuando los logramos observar de forma detallada, estabas emocionando con una sonrisa en tu rostro.

Me empezaste a hablar sobre todo lo que sabías de aquellos animales de agua, y yo quedé embobado, tanto que aún recuerdo toda y cada una de tus palabras.

Después de eso nos quedamos unas horas más en el mismo lugar, hablábamos y hablamos que no nos dimos cuenta de cuando había oscurecido por completo , pero eso no era tan importante, para mí un poco si, ya que no podía observar tu rostro de buena forma, pero con escuchar tu voz era suficiente.

Esa noche fue la primera en la que tome tu mano, en el medio de una de tus tantas explicaciones que me atrapan.

Y la emoción que sentí, fue como si un montón de estrellas se empezarán a iluminar dentro mío.

No rechazaste mi tacto, lo aceptaste tímidamente, tu rostro aún con la falta de luz estaba subido de rojo, y si, me rei de ello, pero no en forma de burla, si no porque yo estaba igual o incluso peor, sentir tu mano junto a la mía era algo que nunca había experimentado con alguien más, y desde ese punto me volví adicto a ese tacto.

La luna fue el único testigo de como mi amor incrementaba en menos de un minuto, las estrellas sintieron mi felicidad, ya que observé como cada vez el cielo se volvía más brillante, el mundo que quedo en silencio un momento, para que nosostros tengamos el nuestro.

Hubiera deseado que además de esa acción hubiera pasado algo más, pero me conformo con lo que pasó después; vos recargando tu cuerpo sobre el mío, posicionando tu cabeza en mi hombro, aún manteniendo nuestras manos juntas.

El tiempo desapareció, y me alegro de ello, porque me ultra mama, pero de igual forma, le agradezco por darme la oportunidad de quedarme con vos unas horas más, que se sintieron como una eternidad, una de la que nunca me gustaría haber salido.

Los peces seguían transcurriendo en el lago, el cuál ahora era iluminado por la penumbra de la luna, la cual de forma piadosa dejaba qu estos animalitos observarán nuestro amor."

-Tavella

..

..

..

..

..

..

..

...

..

..

Me acabo de dar cuenta que hay muchas historias angst de Tavemusso.

Amarnos nunca será malo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora