#07: Primera comida.

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En ese fin de semana, en donde el sudor de medio día se hacía latente, Guillermo estaba cocinando el almuerzo que su familia iba a comer en ese día. Ciertamente, estaba demasiado inspirado, asaba la carne con salsas caseras y estaba cortando las verduras en finos pedazos para hacer ensalada; quería hacerle una bonita sorpresa a su esposo, el cual, hacía lavando los baños de la casa hasta dejarlos sin gérmenes. El rizado estaba feliz con su hermosa familia, y este sería un día sumamente especial, ya que, hoy sería la primera comida de Ciro.

Le había preparado un exquisito puré verde casi líquido, sin un solo condimento y licuado de tal forma de que el bebé no pueda atragantarse con nada. Ahora que su bebé tenía ya seis meses, podía decir con orgullo que ya era un hombrecito, sus brazos y piernas sin duda eran bastante fuertes, al igual que sus mordiscos y su columna, tenía mejores reflejos y estaba a nada de aprender a gatear por toda la casa.

Cada vez era más curioso de su mundo, por eso, Guillermo y Lionel lo sacaban a pasear en su pequeño coche, en donde el bebé empezaba a gritar con euforia ante la notoria alegría que le causaba el estar expuesto a las maravillas del mundo exterior: Desde la suave brisa, e inclusive las flores y el cielo.

En ese momento, el niño hacía mirando la televisión con absoluta concentración, sus ojitos marrones estaban posados sobre los dibujos caricaturescos que aparecían en la pantalla. Si pudiera, los alcanzaría, y entraría a aquellos mundos en donde los colores y la magia se hacían presentes.

Y por supuesto, siempre con la compañía de sus papás.

— Ciro, ya llegó la hora de comer. — Dijo Guillermo, mientras se sentaba en el suelo a la par del menor y le mostraba el puré de verduras que le había hecho. — Se que no se ve muy apetecible, pero de verdad esta bueno. — Con una cuchara de caucho especial, había empezado a revólver todo el alimento, para después, intentar darle una cucharada al bebé en la boca.

Este por obvios reflejos, le estaba mirando sumamente confundido, no entendía en lo más mínimo que era lo que quería hacer el rizado con él, tan solo veía, como esa cuchara se paseaba de un lado para el otro para que lograra conseguir su objetivo, pero todo era en vano. Ciro no quería comer.

— Vamos mi amor, así sea solo una... — Suplicó el rizado ya desesperado, a lo que, en ese momento, se le había ocurrido una maravillosa idea. — Mira, Ciro, ahí va el avioncito... — En ese instante, el niño había empezado a reír con emoción, al ver la cuchara paseándose de un lado a otro, empezó a aplaudir con las palmas de sus manos y miraba a su padre con una expresión risueña. — El avión va a aterrizar, mi amor, abre la boca. — Cuando el bebé vió acercarse el alimento a su ser, inmediatamente bloqueó sus labios cerrándolos fuertemente. Frunció el ceño con notoria negación, y le dejó bien en claro a su padre que no iba a comerse el puré.

— ¿Y si intentas dárselo en el biberón? — Lionel ya había salido de dejar sumamente limpio su baño, se le veía con una cubeta llena de los productos de limpieza que utilizó, y sus ojos se notaban rojos ante la irritación que tenía por culpa de los mismos. Se sentó al lado de su esposo, para luego plantarle un sutil y hermoso beso en la mejilla. — Sé que es difícil alimentar a Ciro, pero no te rindas... —

— ¡Ese niño!, ¡Come por que come hoy! — Dijo entusiasta, para luego ir a la cocina y colocar el puré en uno de los biberones más viejos del bebé, la pasta estaba tibia, y el pequeño rizado y Lionel veían a la perfección el cómo se andaba riendo el mayor en voz alta, a lo que estos tan solo se dedicaron una mirada que expresaba muchos sentimientos.

Cuando Guillermo había llegado, colocó al menor en sus brazos, para luego posicionar el biberón y que este se lo llevara a la boca de manera casi inmediata. Ciro tan solo le dio tres sorbos a la supuesta leche que hacía ahí, y tosió como nunca al sentir los inesperados sabores que atrapaban su paladar, absolutamente todo lo que se había tomado, había salido por completo de su sistema.

Sin pensarlo mucho, el nene observó a su padre y había empezado a llorar como nunca, las pequeñas lágrimas salían de sus ojitos como si fuesen un par de cascadas, sus encías se notaban a la perfección y todo su rostro estaba hinchado. No le había gustado en lo más mínimo lo que Guillermo le había hecho, se sentía mal, triste y abandonado. Tal vez, su papá quería envenenarlo con eso.

— Ya, ya, mi amor... ¿Quieres pecho...? — En ese momento, Lionel le sostuvo y se subió un poco la camisa, a lo que el pequeño rizado inmediatamente se ubicó para empezar a sacar la sustancia de los pectorales de su padre. Quería quitarse el mal sabor de boca que le había dejado el puré, y ahora, sí que si estaba feliz con su leche.

Al final, Guillermo tan solo hizo una expresión de notoria decepción, y terminó por comerse el alimento del mismo. Y siendo sinceros, el sabor era algo fuerte para su paladar; al final, terminó por reconocer y aceptar el rechazo del niño hacia su comida, y al ser la primera de él, tal vez si se pasó un poco.

Un par de días más pasaron, Guillermo le preparó huevos hervidos y descartó completamente la yema del plato. A Ciro le habían encantado como nunca las claras, y se le veía bastante contento mientras hacía un desastre en el suelo de la casa, le alegraba de todo corazón que ya estuviera empezando a apreciar sus alimentos, y claro, los pequeños detallitos que tenía con él.

En ese día por la tarde, Guillermo y Lionel prepararon un asado para los dos, ya que después de tantas entrevistas y tantas hojas de vida enviadas, el castaño finalmente había conseguido un trabajo en casa, el cual consistía en llamar a diferentes usuarios para la recuperación de carteras. Los horarios que le ofrecían al argentino eran bastante flexibles, lo cual, le permitía cuidar de su hijo y hacerse cargo de todas sus responsabilidades.

El rizado no podía expresar su alegría en ese instante, después de tantos meses, al fin podría descansar de las horas extras y las llegadas tarde, estaría pasando muchísimo más tiempo con su familia, y en parte, recuperaría todos los segundos que no estuvo con ellos. 

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⏰ Última actualización: Oct 12, 2023 ⏰

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