Polos opuestos || Pablo Gavi y Athenea

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Athenea.

...

Esta misma noche la selección española ha organizado un acto dónde estaremos tanto los futbolistas de la selección española masculina como las futbolistas de la selección española femenina.

Se trata de un acto benéfico para recaudar fondos que irán destinados a diferentes ONG y que estas organizaciones puedan seguir con la labor de ayudar a las personas que lo necesitan.

- Athenea - pronuncia mi nombre Olga.

- dime Olga - hablo mientras una maquilladora profesional me maquilla.

Olga y yo estamos compartiendo habitación para prepararnos las dos juntas.

- ¿sabes quién va a estar en ese acto verdad? - me pregunta y yo entre abro los ojos.

En ese preciso instante en el que Olga me suelta esa perlita, me doy cuenta de que en esa gala también estará Gavi o mejor dicho la persona con la que mejor me llevo en la faz del planeta.

- se me había olvidado por completo - menciono mirándola unos instantes - pero para recordármelo estas tú.

- si es que soy la mejor del mundo mundial - se alaba ella misma riendo.

- a ti no te hace falta que te echen flores que para eso ya estás tú sola.

Las dos reímos durante unos segundos y dejamos que las maquilladoras terminen su trabajo.

Me visualizo en el gran espejo en forma de óvalo que se encuentra en el reluciente cuarto de baño.
Me han realizado un maquillaje que se ve a simple vista muy natural pero a su vez muy correcto para este tipo de eventos. Como de normal no me suelo maquillar pues un día que me maquillan me siento algo rara.

- Athenea deja de darle más vueltas que estas guapísima. - proclama Olga.

- lo sé pero me siento un poco rara.

- bueno vamos a dejar el tema de maquillaje y nos vamos preparando.

- ¿te vas a peinar primero o vas a vestirte? - le pregunto.

- tengo pensado en plancharme el pelo y lo voy a hacer antes de vestirme, ¿tú qué te vas a hacer?

- pues había pensado en hacerme una trenza pero habitualmente suelo llevar muchas trenzas así que creo que me voy a hacer una ondas que son facilitas de hacer y queda bastante bien. - respondo.

Para hacernos el peinado ponemos música de fondo, que acabamos gritando porque a esto cantar no le puede llamar, a plena voz como si la vida se nos fuera en ello.

- a ella le encanta la gasolina dale más gasolina - cantamos las dos mientras nos movemos de un lado a otro.

Una vez que ya tengo las ondas echas me vuelvo a mirar en el espejo y sonrió al ver el resultado.

- deja de ser tan guapa, Athe.

Niego con la cabeza a la vez que de reojo echo una mirada a Olga.

- ¿hablamos de belleza? Porque perdona que te diga pero eres un bombonazo amiga.

La funda negra donde guardo el traje para esta noche descansa en la cama, así que me acerco y con mucha sutileza la abro para sacar de su interior un traje  elegante atemporal. Presenta un estampado exclusivo con una paleta de colores otoñales: calabaza, rosa mudéjar, caldera y un fondo beige.
Es de corte recto, solapa y falso bolsillo en contraste. La parte superior va forrada y el pantalón no lo necesita. El pantalón es de linea recta y clásica con cierre de cremallera lateral.
Y debajo de la parte superior llevo un lencero de un tono blanco roto.

- Athenea te queda que ni pintao' - exclama Olga.

- no me esperaba que me fuera a quedar también.

Olga por el contrario, lleva un conjunto de dos piezas.
La chaqueta, que cae por encima de la rodilla, lleva manga larga y se complementa con unas sutiles hombreras que le aportan estructura. Un cinturón de lazada con hebilla desmontable dorada.
El pantalón, de corte recto, se cierra de forma práctica con una cremallera lateral. La combinación de ambas piezas crea un conjunto sencillo.

- Olga tú tampoco te quedas nada atrás vas expledida.

- gracias Athe - agradece.

Recibimos un mensaje de que el coche que nos lleva hasta la celebración del acto ya se encuentra abajo esperándonos. Así que no tardamos demasiado en bajar y en montarnos en el coche.

- Athenea, Olga - nos saludan algunas compañeras como es el caso de Alexia Putellas, Aitana Bonmati y Cata Coll.

Entramos juntas y en la misma puerta del lugar de celebración nos encontramos a las demás compañeras de la selección. Hay periodistas que se encuentran en una zona reservada únicamente y exclusivamente para ellos y también hay una zona de photo call por donde tenemos que pasar.

- vamos chicas que tenéis que pasar - nos dicen.

Nos hacen muchas fotos durante alrededor de diez minutos y después nos dejan pasar al interior.

Echo un vistazo a la decoración que está todo a la perfección. Guirnaldas de luces de colores embriagan el lugar, plantas naturales, sin flores y de colores discretos.

Se puede visualizar varias mesas en las que destaca los centros de esta, candelabros y flores. Los candelabros se pueden apreciar que son de porcelana. Respecto a la ubicación se encuentran en el centro de las mesas y presenta una altura adecuada para la correcta visión de los presentes. Las flores no contienen perfume ya que podría mezclarse con el olor de la comida y podría causar algún problema.

- pero bueno mira a quién tenemos aquí - oigo una voz a mis espaldas.

Me giro encontrándome con Gavi de frente y una sonrisa chulesca en su rostro.

- buenas noches señorito Gavi.

Ojeo su vestimenta que consiste en un traje de chaqueta negro y camisa blanca. Y que no hay ni que decir lo bien que le queda a este chico.

- buenas noches señorita Athenea. - articula mirándome fijamente a los ojos. - déjame decirte lo guapa que te ves.

Al escuchar sus palabras me es inevitable no soltar una pequeña risa que acabo contagiandosela a él.

- no esperaba oír eso de ti pero muchas gracias. Honestamente, muy feo no estás. - insinuó.

- ya sé de sobra que estoy guapísimo.

- cuidado que llego míster egocéntrico. - verbalizo.

- es que sólo hay que ver la miradita que me has echado hace un par de minutos.

- tú sueñas. - debato.

Niega con la cabeza mientras se ríe y yo en cambio, ruedo los ojos.

- si nos hicieran una foto ahora mismo la podrían poner de portada. - afirma.

- ¿y eso?

- los dos juntos nos veríamos bien - opina.

- si tú lo dices no seré yo quien te quite esa ilusión.

- pero le tienes miedo al éxito. - termina de decir.

- ¿te crees que me gustas? - pregunto.

- un poquito creo que sí. - dice acercándose un poco a mi.

-  creo que estas muy equivocado, Gavira.

- o puede que esté acertando de lleno y que tú no lo quieras reconocer, señorita Del Castillo.

Le lanzó una última mirada antes de pasar por su lado y encaminar mi rumbo hasta la mesa dónde están el resto de mis compañeras.

- la noche es muy larga, Athenea. - susurra cuándo paso por su lado.

- ¿y qué puede pasar? - pregunto en un murmuró.

- demasiadas cosas.