Rosas blancas 17

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*Perdón por no haber subido en un tiempo:)*

Adrián se despertó con una sonrisa, recordando la agradable velada con Hana la noche anterior. Juntos visitaron diferentes lugares, incluida la heladería donde disfrutaron de una deliciosa variedad de sabores. Adrián se comió un helado de fresa con arándanos y el recuerdo de su sabor aún perduraba en su mente.

Mientras se alistaba, prendió la televisión para escuchar las noticias de fondo. Se dio cuenta de que había habido una nueva akumatización en la ciudad. Rápidamente, terminó de prepararse, llamó a Plagg y se transformó en Cat Noir, saliendo rápidamente de su habitación en dirección al lugar donde se encontraba el villano.

Después de haberlo derrotado Adrián regresó a casa exhausto pero con la intención de ir a la escuela para ver a Hana. Se levantó con determinación y se dirigió al comedor, donde encontró a Nathalie de su padre pero no a él. A pesar de su ausencia, decidió tomar un desayuno rápido y se despidió, ansioso por ver a Hana en la escuela. Optó por ir a pie, con la esperanza de encontrarse con Hana en el camino.

Sus expectativas se cumplieron cuando avistó a Hana bajando del autobús. Saludó a su amigo y juntos caminaron hacia la escuela, disfrutando del camino y la agradable compañía mutua.

Adrián disfrutó de un día lleno de alegría, algo que sus amigos notaron inmediatamente. Hana también se contagió de su entusiasmo, y los demás no pudieron evitar sentirse contagiados también. Alya propuso la idea de ir de compras y dar un paseo, y tanto Marinatte como Nino y Hana aceptaron emocionados. Adrián consideró la propuesta y, después de pensarlo un momento, sacó su teléfono para llamar a Nathalie.

Adrián mantuvo una conversación con Nathalie, quien le informó que su padre tuvo que viajar de emergencia a las Américas para resolver un asunto y no regresaría por un tiempo. Adrián sonrió para sí, aliviado por la respuesta. Le pidió permiso para salir con sus amigos y ella accedió gustosamente.

Adrián anunció emocionado que había obtenido el permiso, lo que provocó una oleada de entusiasmo entre sus amigos. Después de asegurarse de que todos habían obtenido la aprobación de sus padres, salieron de la escuela para ir de compras. Durante el recorrido, disfrutaron de conversaciones y juegos animados, capturando momentos especiales en fotografías mientras exploraban lugares interesantes.

Marinatte hablaba con Adrián de vez en cuando, a pesar de que todavía se trababa un poco. Mientras tanto, Hana estaba disfrutando del día y, aunque Adrián intentaba ser discreto, no pudo evitar echarle miradas de vez en cuando. Nino, por su parte, no perdía la oportunidad de darle codazos a Adrián para llamar su atención y le lanzaba sonrisas picaruelas cuando lo lograba.

Después de hacer sus compras, Adrián y Nino se encargaron de cargar las bolsas, y juntos recorrieron varios lugares. A medida que avanzaba la tarde, llegó el momento de despedirse. Alya, Nino y Marinatte se fueron juntos, mientras Hana y Adrián les despedían. Hana le preguntó a Adrián si le gustaría ir a cenar a su casa, y él asintió con entusiasmo, provocando una risita de Hana. Juntos, se dirigieron a la casa de Hana para disfrutar de la cena juntos.

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