Rosas blancas

Rosas blancas 18

Adrián y Hana llegaron a la casa de Hana quien abrió el portón mientras Adrián se ocupaba de las bolsas. Yumi les saludó desde el jardín, y ambos respondieron al saludo con una sonrisa. Hana subió las escaleras seguido por Adrián. "Puedes dejar las bolsas en el sofá", indicó Hana, y Adrián asintió antes de dirigirse a la sala para colocar las bolsas. Mientras tanto, Hana se adentró en la cocina para empezar a preparar la cena.

Adrián se acercó a Hana y ofreció su ayuda. Hana sonrió y le pidió que lavara las verduras, señalándolas en el fregadero. Adrián asintió y comenzó a limpiarlas con cuidado, disfrutando de la sensación relajante de la tarea. Mientras estaban ocupados Yumi entró en la cocina y se apoyó en la pared, observándolos con una sonrisa cálida y maternal.

"¿Qué hacen, chicos?" preguntó Yumi con curiosidad, mirando la cocina. Hana levantó la mirada y respondió: "Estamos preparando la cena, Ma." Yumi asintió con aprobación y añadió: "Qué bueno, mi amor. Será agradable cenar juntos."

Yumi tomó un vaso de agua y mencionó su plan de regar las plantas que quedaban afuera. Miró a Adrián y le preguntó si se quedaría para la cena. Adrián asintió con una sonrisa tímida, complacido por la invitación. Yumi le revolvió el cabello cariñosamente antes de salir de la cocina para atender las plantas. Hana y Adrián continuaron con la preparación de la cena, compartiendo alguna pequeña charla sobre sus actividades del día y lo que les gustaba cocinar, aunque el que hablaba más era Hana.

Cuando la cena estuvo lista, Hana le pidió a Adrián que llamara a su mamá para unirse a ellos. Adrián salió al jardín y localizó a la señora Yumi ,quien estaba en la parte trasera de este,  diciéndole que la cena estaba lista. Yumi, con una sonrisa, se levantó y se quitó los guantes antes de seguir a Adrián a la cocina. Hana ya había preparado la mesa y puesto la comida.

Después de que los tres se sentaran, empezaron a disfrutar de la deliciosa cena. Durante esta, conversaron animadamente sobre sus actividades  y las compras que habían realizado. Una vez que terminaron, Yumi se ofreció a recoger los platos y les sugirió ir a la sala a ver una película juntos.

Adrián y Hana se acomodaron en el sofá, colocando las bolsas a un lado y acomodándose con comodidad. Hana tomó el control remoto y comenzó a buscar una película divertida, mientras Adrián ofrecía sugerencias y comentaba sobre las opciones disponibles. Mientras esperaban a Yumi, la película se estaba cargando lentamente en la pantalla.

Cuando Yumi finalmente se unió a ellos , se acomodó en el sillón adyacente, dando un pequeño estremecimiento debido al aire acondicionado que estaba encendido. La película comenzó, y los tres se sumergieron en el mundo de la comedia y el romance. De manera sutil, Adrián dejó caer su brazo alrededor de los hombros de Hana, intentando ser discreto en su gesto de afecto. Aunque su intento de disimulo no engañó a Yumi, quien soltó una risita al observar la inocente muestra de cariño entre los dos jóvenes. La atmósfera cálida y acogedora de la sala se llenó de un amor puro y genuino, reflejado en la sonrisa de Yumi y el silencioso entendimiento entre Adrián y Hana.