Capitulo 34

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Sebastian (Rain)

- ¿Porque son así? - Estamos en su casa platicando, comiendo galletas y té.

- Aquí la gente es egoísta, mi marido y yo teníamos pensado irnos, pero hay gente que necesita de nuestro apoyo, él tiene pacientes y yo tengo a alguien muy especial que me necesita - Me mira sonriendo, se ha vuelto tan importante en mi vida.

- Gracias por quedarse - Ella asiente y mira el reloj pegado en la pared.

- Pequeño es muy tarde, se nos ha pasado el tiempo volando - Saco mi nuevo celular para ver la hora, 6:12 además está lloviendo.

Le da miedo que me vaya tarde, para ella pasada de las 6:00 ya es noche, con este tema es muy delicada.

- Bueno me voy antes de que se haga aún más tarde – Me levanto del sillón.

- Quédate mi niño -

- No gracias, mejor me voy antes de que comience a llover más fuerte - Le doy un abrazo, me despido y salgo corriendo.

Me voy por un atajo, no quiero enfermar por la lluvia.

Corro lo más rápido que puedo, pero el llanto de un bebé hace que me detenga en seco, la gente parece que no escucha nada.

Observo con el ceño fruncido el callejón, conforme entro el llanto es más fuerte.

Puedo ver a una niña de unos 2 años acurrucada junto con una bebé de unos 3 meses, ella es quien llora, ambas están totalmente mojadas.

Rápidamente saco mi celular y llamo a Vanessa.

[Llamada]

* ¿Que pasa Sebastián? *

* ¿Crees que puedes prepararme 2 mamilas de leche caliente, ropa para bebé, un pañal y también ropa de niña? Por favor *

* Claro, tengo ropa y pañales de mi bebé que me sobraron, te los llevo a tu casa. *

* Gracias *

[Fin de la llamada]

Le quito delicadamente a la bebé de sus brazos, la niña me mira con tristeza sus ojos se llenan de lágrimas.

Con toda mi fuerza cargo también a la pequeña niña ella se acurruca en mi cuello buscando calor.

La bebé llora y como no hacerlo si hace un frío del demonio.

Una vez en el departamento, corro escaleras arriba y abro mi puerta, están las bolsas que me dio Vanessa en la entrada.

Camino a la habitación y dejo a las niñas en la cama, salgo para calentar el gran plato de comida que me dío Camila.

Regreso a la habitación, la niña está sentada en la cama, su ropa esta sucia y toda rota.

Pongo el plato de comida en sus piernitas ella en cuanto la ve se lanza a devorarla con las manos.

Saco el biberón de la bolsa y cargo a la bebé para darle de comer, ella lo acepta.

Sus ojos son color café oscuro, morenita, cabello negro y sus mejillas son regordetas.

Es tan hermosa.

Lo malo es que tiene mugrosa su carita al igual que su manta.

Miro a la más grande, ya terminó de comer, ensucio la cobija, pero es lo de menos.

Dejo a la bebé en la cama para ir al baño y preparar la tina con agua caliente.

Salgo y observo a la niña.

★//Juntos Por Siempre//★ (+18) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora