Jungkook ✨
Me acerqué a Tae y lo desperté cuidadosamente.
-Tae, despierta ¿si?- susurré moviendo su hombro lentamente.
-¿Qué pasa?- se despertó incorporándose en su lugar y frotando sus ojos, imagen demasiado tierna, al menos para mí.
-Ya es algo tarde, y no parece que la lluvia pare- Tae dejó de frotarse los ojos y miró por la ventana confirmando mis palabras y mirándome de vuelta.
-Creo que si me prestas un paraguas yo...- no lo dejé terminar de hablar
-Tae, está lloviendo fuerte, así que te quedarás aquí, puedo prestarte algo de ropa y tu puedes quedarte con mi cama- le dije serio para que no intentase protestar de nuevo.Luego de un corto periodo de tiempo Tae estaba listo para ingresar al baño del pasillo, en mi departamento habían dos baños, uno en el pasillo y otro en mi habitación.
-Bueno, voy a ducharme- me dijo y entró completamente al baño cerrando la puerta. Mientras esperaba que Tae acabase de usar el baño fui a mi habitación y busqué algo para el. Elegí una sudadera negra con unos shorts cortos y busque los bóxer más pequeños que tenía, pues Tae se veía como de dos tallas menos que yo.(soy un exagerado)
Llevé la ropa conmigo hacia la sala para esperar que Tae termine de asearse.
Pasados unos 7 minutos sentí unos leves golpecitos en mi hombro y me giré para ver a Taehyung con solo una toalla alrededor de sus caderas y el cabello húmedo.
-Amh- lo ví jugar con sus dedos algo nervioso, esos largos y hermosos dedos.
-Oh, claro, aquí tienes- salí de mi "momento de admiración a Tae" y le extendí mi ropa el la tomó en sus manos y se dirigió rápidamente hacia el cuarto de baño nuevamente.
Cuando salió ya tenía mi ropa puesta se veía muy hermoso, pues todo le quedaba holgado y a mi parecer era la cosa más tierna de este mundo.
-Ya estoy listo- me sonrió y sentí que podría morir.
Me duché yo y me puse ropa holgada, preparé la cena y nos servi a ambos.
Comimos tranquilamente hasta que un fuerte estallido se escuchó, cada vez los relámpagos y truenos se hacían más fuertes, a mi particularmente no me importaba, pero al parecer a Tae si, pues junto al fuerte ruido dió un pequeño brinquito.
-Kookie, puedo irme a dormir ya?- se dirigió a mi el pequeño Tae, amaba que me llamara Kookie. Me levanté y me acerqué a Tae invitándolo a hacer lo mismo, cosa que hizo rápidamente, caminé hacia mi habitación y le mostré dónde se encontraba todo lo que podía necesitar.
-K-Kookie, tu dormirás en el sofá?- Asentí a su pregunta y me miró dudoso, luego soltó la manga de mi abrigo, la cual ni siquiera no te que había agarrado.
Salí de la habitación, llevándome varias mantas de esta, pues como estaba lloviendo seguro hacía algo de frío a pesar de la calefacción.Puse dos mantas sobre el sofá para hacerlo más calentito y tomé las otras dos para cubrirme.
Ya estaba cómodo cuando otro estallido llenó el silencio de la noche, solo lo ignoré y traté de dormir, los fuertes ruidos no cesaron y exactamente a la
1:09am se comenzaron a escuchar leves sollozos que me hicieron correr hacia donde Taehyung.Al entrar a la habitación prendí la luz y pude observar a un Tae con todo su cuerpo cubierto a excepción de sus ojos que se veían muy rojos, como si tuviese tiempo de estar llorando.
-TaeTae..- me acerqué a él y quité el edredón de su rostro para poder acariciar su mejilla.
Tae solo se lanzó a mis brazos y continuó con su llanto. Verlo así era duro, ver sus ojos llenos de lágrimas, su nariz tan roja, no poder apreciar esa hermosa sonrisa, escuchar sus sollozos que, aún sin conocerlo, te rompen el corazón y te desgarran el alma.
Cuando Tae se calmó aparté su rostro de mi pecho.
-Dime, ¿Por qué estabas llorando, bonito? - lo agarré de el mentón con delicadeza para poder ver directamente sus enrojecidos ojos.-E-Es que.. m-me da-dan mie-do los tr-truenos- Tae hablaba con dificultad y sin poder evitarlo lo volví a abrazar.
Estuvimos así un buen rato hasta que sentí que la respiración de Tae se volvía más pesada. Se había quedado dormido.
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Mi Luz ✨
FanfictionTae vivía feliz junto a sus padres, y creyó que así sería siempre. Pero en una noche toda esta felicidad se desvaneció y sus recuerdos junto a su dolor, también.