Danielle es una Alfa diferente a los demás, tierna, suave y delicada, cualquiera pensaría que nunca encontraría el amor de un/a Omega, no hasta que presentó a Kang Haerin como su Omega.
(G!P) Dani tp; Hae bttm
Esta historia no me pertenece, solo la...
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—¿Puedo hacerlo, pequeña? —Dijo la Alfa mientras acariciaba lentamente el vientre de la Omega.
—Claro que puedes cariño, soy tu Omega y tú eres mi Alfa. —Haerin acarició la mejilla de Danielle.
Danielle solo sonrió y comenzó a besar lentamente el abdomen de la Omega, ambas ya desnudas y listas para procrear a su primer cachorro.
A la hora de hacer el amor, Danielle siempre le preguntaba a la Omega si estaba segura de querer hacerlo.
Haerin amaba ese pequeño detalle de la Alfa, no era dominante como otros Alfas, cuando el Alfa quería follar, el Omega siempre tenía que ceder.
Danielle no era así, Danielle siempre era caballerosa y preguntaba si estaba dispuesta, Haerin algunas veces cedía como otras veces no.
De hecho Danielle no se molestaba o se incomodaba si Haerin le decía que no.
Danielle siempre respetaría las decisiones de su Omega, así tuviera que aguantar bastantes ganas.
Danielle era una Alfa muy educada, no como el resto de Alfas descerebrados que solo piensan en sexo y en marcar al Omega y ya.
Después de haber dado más besitos en el vientre a Haerin, Danielle fue bajando más y más, y bajó hasta la entrada de la Omega.
—Mi amor, ¿Me permites probar tu tentadora esencia?— Dijo la Alfa viendo el lubricante natural de la Omega escurrir por su entrada y muslos internos.
—Claro Alfa, hazme tuya como tantas veces anteriormente. —Dijo Haerin abriendo más sus piernas.
Danielle solamente sonrió y se acercó a la entrada de la Omega, hinchada y necesitada de la Alfa.
Marsh se acercó lo suficiente para empezar a degustar el delicioso sabor del lubricante de la Omega.
Era totalmente delicioso, el lubricante de un Omega era todo un manjar para un Alfa, y en este caso, el dulce lubricante de Haerin era un manjar para Danielle.
Haerin por su parte, gemía al compás cuando sentía la lengua suave y húmeda de Danielle rozar su entrada.
Tal vez por naturaleza Haerin ya estaba húmeda, pero Danielle amaba preparar a su Omega, y la Omega amaba que su Alfa la preparara.
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—D-Dani~—Gimio la Omega al sentir a su Alfa pasar más y más rápido su lengua por su entrada.
Danielle se separó para poder ver a su Omega, y Haerin tuvo la escena más erótica cuando vio a su Alfa.
Danielle ya con los cabellos revueltos, su larga cabellera desordenada era lo más erótico y hermoso para la Omega.
Sus labios teniendo una pequeña conexión de saliva y lubricante, lo más caliente para la mente de la Omega.
La Alfa sonrojada y recuperando el aire perdido al estar tanto tiempo pegada a la dulce entrada de su Omega.
Todo era sumamente perfecto, ambas se iban a entregar al amor y a la pasión, iban a hacer al cachorro más hermoso y lleno de amor.
—D-Da-Dani~—Gemía la Omega cuando sintió el cosquilleo en su entrepierna.
—C-cariño~ l-lo voy a ha-cer~-Dijo Danielle sintiendo su clímax también cerca.
—H-Hazlo D-Dani... Anúdame. —Dijo la Omega al sentir como su Alfa iba disminuyendo sus embestidas.
Danielle simplemente sudaba, ya era hora de hacer lo que Haerin le había estado pidiendo durante toda la sesión de sexo.
Ya era hora de hacer el nudo y lanzar todos sus cachorros dentro de la Omega, ambas ya estaban listas para eso.
— Ah~—Gimió Haerin.
—Eres muy linda, bebé~ —Dijo Danielle sentando nuevamente a Haerin sobre su polla.
Danielle dio otra pequeñas estocadas, y luego, su glande comenzó a hincharse, indicando que su nudo se estaba haciendo.
Haerin soltó un chillido al sentir la punta de la polla de su Alfa hincharse en su interior, luego de eso, venía la parte que ambas amaban.
Danielle comenzó a soltarse dentro de la Omega, mientras que la Omega aún soltaba lubricante en la polla de la Alfa.
Ambas se sentían completas, se consumieron en el acto sexual y ya era hora de tener su primer cachorro, la primera alegría de la casa.
Haerin esperaba pacientemente aún sentada sobre la polla de Danielle esperando a que el nudo bajara, aunque claro, su lubricante aún seguía chorreando.
«¿Debería preguntar si Rinnie quiere otra ronda?» Pensó Danielle viendo a su Omega aún sentada sobre ella.
Danielle no quería presionar a su Omega, pero de verdad quería otra ronda, por alguna extraña razón las hormonas en su cuerpo estaban totalmente alteradas. Cómo a una cachorra en pubertad.
—R-Rinnie...—Llamó Danielle a la Omega, ésta de inmediato bajó su vista a la Alfa sonrojada.
—¿D-dime Dani?— Dijo Haerin aún sentada en la polla de Danielle, el nudo aún no bajaba.
—Bueno... T-tú sabes que n-no me gusta presionarte. P-pero por alguna extraña razón yo... Ammmm... Yo...—Decía Danielle nerviosa.
Danielle podría tener veinticuatro años, era una Alfa adulta técnicamente, pero sus actitudes eran de una joven Alfa enamorada de su primer Omega.
Kang sabía lo que quería su Alfa, lo olía en el aire y en el sonrojo y puchero de la Alfa, sabía que quería una segunda ronda.
Aunque sus contactos sexuales no hayan sido muchos durante sus años juntas, Haerin era muy resistente aunque no lo pareciera.
Perfectamente estaba hecha a las medidas de Danielle.
—Ya sé lo que quieres, cariño. —Haerin sonrió y acarició la mejilla de la Alfa.
Si algo amaba Haerin, era a su Alfa sonrojada y actuando como una cachorra enamorada.
—¿E-en serio? —Dijo Danielle más roja de lo que estaba antes.
—Si Alfa, y estaría muy bien hacerlo una segunda vez. —Haerin se acercó a la Alfa.
Y ambas nuevamente aprisionaron sus labios con los de la otra, formando un beso que al principio era tierno y hermoso. Y luego lleno nuevamente de lujuria y pasión.
Otra ronda de emergencia no estaría nada mal después de todo.
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