Danielle es una Alfa diferente a los demás, tierna, suave y delicada, cualquiera pensaría que nunca encontraría el amor de un/a Omega, no hasta que presentó a Kang Haerin como su Omega.
(G!P) Dani tp; Hae bttm
Esta historia no me pertenece, solo la...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Mi amor...— Entró Danielle a la sala de partos, dónde Haerin estaba tan calmada amamantando a sus cachorros.
—Alfa, venga y vea a sus pequeños cachorros. — Dijo Haerin dándole una cálida sonrisa a la Alfa.
Danielle no dudó en acercarse a su ahora familia, después de tanto tiempo de espera por ver a los cachorros, ahí estaban, por fin en los brazos de sus madres.
—Son hermosos. —Dijo Danielle viendo a sus hijos en el pecho de Haerin.
—Aún no les has visto la carita, están ocupados comiendo.—Haerin soltó una risita nerviosa.
—Mi amor, no hace falta verles el rostro a mis pequeños para saber qué tan hermosos son. Son nuestra creación, son hermosos para mí aunque no los vea. —Danielle sobó la cabecita del cachorro que bebía solo en el pecho de Haerin.
Haerin simplemente sonrió cansada, tuvo un parto un tanto complicado, después de todo eran tres niños los que crecían en su interior.
Danielle repartió besos en sus cuatro amores, sus tres cachorros y su Omega, ambas estaban felices, por fin tenían la familia que ambas querían formar.
Una enfermera se acercó a la pareja, les preguntó que si querían que les tomara una foto a ellas y a sus recién nacidos. Danielle y Haerin no dudaron en aceptar.
Ambas posaron con sus cachorros y la foto fue tomada con el teléfono de la Omega, después Danielle se encargaría de mandar a enmarcar ese hermoso recuerdo.
Después, tanto las madres de Danielle como las madres de Haerin entraron a la sala y vieron a la pareja y a sus hijos. Todo era totalmente hermoso para los ojos de todas.
Sus pesadillas no se hicieron realidad, su Omega y sus cachorros estaban vivos y nada malo les había pasado.
Después de todo, el destino quería que esa Alfa fuera feliz con su Omega. Ambas merecían ser felices.
—Mi amor, no llores Alfa, todo está bien.—Dijo Haerin acariciando dulcemente la mejilla de su Alfa.
—P-pero m-mi amor... E-estoy m-uy feliz.—Dijo Danielle entrecortada y con sus lágrimas cayendo por sus mejillas rojas y abultadas.
—Mi Alfa, deja de llorar o sino los cachorros también comenzarán a llorar. —Dijo Haerin acercándose para darle un beso en la mejilla a Danielle.
Mientras sus cachorros bebían su leche del pecho de Haerin, Haerin y Danielle habían entrado en su burbuja de amor. La Alfa estaba muy sensible en estos momentos.
Pero a Haerin no le importaba, amaba a Danielle así fuera una Alfa llorona, la amaba demasiado.
Su Alfa de color rosa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Mi Alfa, por favor pásame la ropita de Soobin. —Dijo la Omega mientras vestía a sus cachorros.
—Voy corazón, ¿Dónde es que está la ropa de Soobin?— Respondió la Alfa viendo todo el armario repleto de ropa para los cachorros.
—Alfa tontita, están en el cajón de la derecha, el tercero, ahí están los mamelucos de Soobin para dormir. — Dijo la Omega intentando que sus cachorros no pelearan entre ellos.
—Voy mi amor.— Dijo la Alfa buscando un mameluco para ponerle a su cachorro.
Aunque la crianza de tres cachorros no era nada fácil, Danielle y Haerin habían aceptado su vida con sus tres cachorros.
Claro, algunas veces los cachorros se levantaban llorando en la madrugada, necesitaban de muchos cuidados y tenerlos muy bien vigilados.
Claro, algunas veces los cachorros se levantaban llorando en la madrugada, necesitaban de muchos cuidados y tenerlos muy bien vigilados.
Danielle se acercó a Haerin y le entregó la ropa a la Omega. Por su parte, Haerin estaba colocándole la ropa a su cachorro, y Danielle veía atentamente como se la colocaba.
—Debes aprender a colocarla bien mi amor, también necesito que me ayudes a colocarle sus pijamas y ropas de salida. —Dijo la Omega haciendo un puchero.
—M-mi amor, yo sé colocarlas, el problema es que a diferencia de ti y de mí, los cachorros me patean mucho. ¡A ti no te hacen nada! —Se quejó la Alfa también haciendo un puchero.
— Debes hacerlo lento y con cuidado, Dani, o sino los cachorros no van a cooperar. —Dijo Haerin terminando de vestir a los cachorros.
—Bien, ya están listos. —Habló después Haerin viendo a sus cachorros ya vestidos y jugueteando entre ellos.
Hace cinco meses habían nacido sus pequeños hijos, Marsh Beomgyu, Marsh Soobin y Marsh Taehyun.
Los tres siendo la felicidad de Kang Haerin y Marsh Danielle.
—¿Les vas a dar de comer? — Dijo Danielle haciendo un puchero.
—Claro Dani, tengo que darles de comer a esta hora para que después no les duelan sus pancitas más en la noche. —Respondió Haerin desabotonando sus camisa para poder darle de comer a sus cachorros.
—Mi amor, por favor sostén un momento a Soobin mientras alimento a Beomgyu y a Taehyun. —Dijo la Omega tomando a dos de sus cachorros.
—Está bien mi vida. —Danielle tomó al cachorro y lo puso en su pecho, dejando que este olfateara el dulce aroma de su madre Alfa.
Por su parte, Haerin dejó que los otros dos cachorros amamantaran su pecho, ambos cachorros parecían que no hubiesen comido en todo el día.
Danielle veía a su Omega y a sus dos cachorros, mientras arrullaba a su otro cachorro.
Aunque no fuera tan fácil todo, ambas amaban a su familia.
La familia Marsh. Una familia llena de amor.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
