Capítulo 10

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_ Entonces fue un intento de asalto?_ preguntaba el oficial parado a los pies de la cama de hospital.

_ Supongo que sí_ respondió María José.

_ Bien_ el oficial terminó de hacer una anotación_ tiene que presentarse en la estación la próxima semana, que se mejore pronto señorita Garzón. Permiso.

El tipo se fue dejándola sola. La pelinegra no había dicho todo lo que sucedió, omitiendo la amenaza para que se alejara de Daniela. No quería involucrarla en temas legales, de echo, ni siquiera le había contado la verdadera versión a su hermano o mejor amiga, no quería que la odiaran por esto. María José se rompía la cabeza pensando quién haría algo como eso, no quería pensar que Richard tendría algo que ver porque de ser así, el niño rico era peligroso. Pero si no era él quién más podría ser? Los padres de Daniela no parecían sicarios o del tipo que manda a golpear a alguien. Tampoco sabían que ella mantenía una relación con su hija.

Sea lo que fuera, lo único que María José tenía claro era que no dejaría a Daniela por nada ni nadie. Lucharía por ella incluso si esto suponía terminar muerta en el estacionamiento de un supermercado....

_ Poché estas despierta?

La voz de Daniela la hizo salir de sus pensamientos y mirar a la puerta. La castaña se había quedado con ella toda la noche y cuando el oficial llegó a tomarle declaración, se fue a la cafetería.

_ Ven aquí.

La morena le hizo un gesto con la cabeza y Daniela entró.

_ Cómo te sientes?_ se sentó en la cama analizando el rostro de Poché, tenía puntos en su ceja y el labio enrojecido.

_ Amor estoy perfectamente, no debes preguntarme cada cinco minutos_ sonrió mostrando que lo que decía era cierto, por la duda en el rostro de Daniela.

_ En un rato te dan de alta, Johan viene a traerte ropa limpia, hablé con él y no me deja pagar la factura del hospital.

_ Claro que no, yo misma puedo hacerlo, ya recibí el pago por la sesión de ayer...

Daniela se quedó mirándola un prolongado tiempo, observando cada parte de su rostro, analizando y guardando la información en su cabeza. María José se sentía nerviosa, Daniela casi nunca la miraba tan intensamente como en ese momento.

_ Por qué eres tan terca? Nunca me dejas hacer nada por ti, soy tu novia, puedo cuidar de ti, es mi derecho.

_ Si haces cosas por mi amor, lo haces todo el rato...

_ A si? Cosas como que?

_ Cómo estar conmigo, como alegrarme el día con esa hermosa sonrisa que tienes_ Calle sonrió con las mejillas coloradas_ justo así, eres preciosa...

La castaña la besó con sumo cuidado para no lastimarle el labio, y se separó mirándola.

_ Déjame pagar la factura del hospital...

_ No.

_ Pero...

_ No Daniela, la pagaré, puedo hacerlo.

La castaña hizo puchero y al ver que no conseguiría nada asintió con resignación.

_ Terca.

_ Linda.

Ambas rieron y se mimarón por un buen rato hasta que Johan llegó. Como era de esperarse, María José no permitió que nadie pagara la factura, tal como dijo lo hizo ella misma. Luego de eso Johan las llevó a casa y Daniela le preparó el sofá para que estuviera cómoda, ya que la pelinegra no quería ir a la cama.

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