N•u•e•v•e

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-señor Tomnus..- el pelirrojo trato de salir de el lugar de alguna manera al mirar el indefenso Fauno -¡no le hagan daño!- mas sus palabras no fueron escuchadas y el estaba asustado.

-¿sabes por que estas aquí?- la mujer pregunto mirando al Fauno quien levanto la mirada con pocas fuerzas y dejo salir una débil sonrisa.

-por que quiero libre a Narnia..

-no..- con una sonrisa de superioridad la mujer apunto a Edmund -por que el te delato.. por unos dulces- sonrió con autosuficiencia mirando al niño, lo cual los dos encarcelados desde antes lo miraron sin creerlo lo cual Ron se sentó mirando al Fauno ahora -lleven lo arriba y preparen mi trineo- sin mas se dio la vuelta para salir del lugar lo que a Ron le preocupo mas.

-¡esperen no se lo lleven!- grito el pelirrojo cuando el Fauno era arrastrado por el trol arriba -¡señor Tomnus!¡no le hagan daño!¡por favor no le hagan daño!- sus lagrimas cayeron, solo era un niño si mas sabia de la crueldad en la guerra se esperaba lo peor para el pobre Fauno, mas cuando desapareció de su vista tapo su rostro en sollozo -¿enserio lo hiciste?¿delataste al señor Tomnus?- dijo sin mirar al otro con los ojos llorosos.

-yo no sabia que esto pasaría ella- callo al recordar con un sentimiento de culpa en su mente no dijo nada mas.

-¿te prometió cosas no es así?- lo miro con desanimo -¿lo hizo verdad?- recibió un asentimiento como respuesta y el pelirrojo suspiro -salvaremos a tus hermanos y al señor Tomnus- dijo decidido el pelirrojo limpiando sus lagrimas "los niños no lloras", eso le habían dicho varias veces pero no podía parar cuando empezaba a hacerlo.

-vamos- llegaron unos guardias lo cual miro como quitaban las cadenas de Edmund para ir con el y hacer lo mismo, los hicieron caminar por el castillo a arriba, al caminar por el patio pudo verlo, era el, con una expresión asustada, era su amigo.

-no...- digo con un nudo en la garganta, el se encontraba petrificado en ese lugar, pudo saber que estaba implorando piedad o algo por el estilo por la cara que tenia de miedo, aclarando mas su vista pudo ver a mas personas en el mismo estado, sintió una presión en el pecho al mirarlo, era peor de lo que pensaba, no quería dejar a el señor Tumnus en ese lugar, pero un colpe a su costado lo hizo volver a la realidad.

-camina- le ordenaron dejando de lado a la persona lo cual agacho la cabeza tratando de retener sus sentimientos los cuales querían salir en ese momento, sus labios temblaban mientras las lagrimas querían salir.

-perdón..- escucho decir al castaño y el pelirrojo sonrió tratando de estar bien pero su sonrisa era temblorosa, solo tenia 9 años, apenas era un niño descubriendo el mundo, el mundo que pudo conocer era como su triste realidad.

subieron al carruaje donde se quedaron echos volita ante los pies de la "reina" quien los miraba de reojo con desagrado para apartar la mirada, el frío viento chocaba en sus caras, sus mejillas rojas por el frío se miraban algunas veces sin poder hablar, el castaño de alguna manera pedía perdón al pelirrojo quien estaba asustado ¿como protegerlo?, si el estaba muerto de miedo en ese momento al igual que el.

el aullido de un lobo se hizo presente, miro arriba donde la bruja blanca los miro con una sonrisa de lado para ir a la dirección donde se escucho a los lobos, miro al castaño ¿Lucí estaría en peligro?¿no podrá salvarlo?¿como ayudar realmente?

-esto no los ayudara mucho, al encontrar a los otros hijos de Eva y Adán ganare, ante su traición serán asesinados sin que Aslan los pueda ayudar- menciono siendo mirada por los dos menores -todo esto por ayuda tuya claro- aclaro mirando a Edmund el que al escuchar lo dicho agacho la cabeza escondiendo su cara en sus piernas ¿por que culpar lo?, tan solo era un niño como el, un niño aprendiendo de la vida como el..

Mi verdadera realidad •Draron•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora