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Llegamos a mi casa y vimos un auto negro estacionado enfrente. Jungkook no dijo nada y solo se estacionó detrás de este.

— Mierda, Taehyung... — musité por lo bajo.

Cuando bajamos, Taehyung nos vio e inmediatamente bajó de su auto también.

Intenté disimular y que no nos viera pero fue absurdo.

— ¿Hyori? — preguntó y ambos nos dimos vuelta a verlo — ¿Quién es el? — señaló a Jungkook.

— Tae, viniste! — exclamé sorprendida — El es...un amigo, solo me trajo hasta aquí — miré a Jungkook y este estaba serio.

— Ah.  Espera, ¿Qué es eso que tienes en el cuello? — entrecerró sus ojos y se acercó a mi — ¿Eso es un chupón? — acercó su cabeza aún más y me miró desconcertado.

— ¿Qué? Claro que no, me picó un mosquito — hablé un poco nerviosa y me sobé la marca — ¿Tu qué haces aquí? — lo miré confusa.

— Te envié un mensaje diciéndote que vendría.
— exclamó serio y observó a Jungkook de pies a cabeza — Aunque ya veo porque me contestaste, estabas bastante ocupada — dirigió sus ojos a mi y se cruzó de brazos.

— Bueno, yo quedo en mal tercio aquí — decidió hablar — Mejor me iré, los dejo solos — se me acercó y plantó un beso en mi mejilla — Adiós Hyori.

Dicho eso, Jungkook se fue dejándome sola con Taehyung. Me sentía mal porque yo quería quedarme con él, pero tampoco podía decirle a Taehyung que se vaya.

[...]

— ¿El es tu terapeuta Hyori? — le dió un sorbo a su bebida y me miró fijamente — No tienes que mentirme, al fin y al cabo tú y yo no somos nada. Solo te pregunto porque parece mucho más grande que tú — habló dudoso y desconfiado.

— Si, lo es... Ambas cosas.— tragué duro y miré a otro lado — Pero esto no es lo que parece, de verdad me picó un mosquito antes de llegar aquí — recalqué nerviosa y señalé la mordida.

— Tu supone que yo te creo — bufó y rodó sus ojos — Oh, ya es tarde — miró la hora — Tengo que irme, quiero dormir — se levantó de su lugar y se acercó a mi.

— Está bien, te veo luego — me acerqué a él también y lo abracé — Te quiero Tae — este correspondió y plantó un beso en mi frente.

— Adiós Hyori, cuídate — lo acompañé a la salida y esperé a que se vaya.

Cuando esté se fue, rápidamente corrí a donde estaba mi celular y le escribí un mensaje a Jungkook.

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[...]

El timbre sonó y de inmediato abrí la puerta, sabía que era Jungkook por lo que estaba muy emocionada.

Ahí estaba el, con sus gafas y su cabello húmedo; supongo que se dió un baño porque olía tan bien.

— Perdón la demora — habló y se sacó sus anteojos — Me estaba bañando — me colocó sus gafas y dejó un beso en mi mejilla.

— No pasa nada— le sonreí y dejé que entré a mi casa — ¿Qué traes ahí? — miré confusa el paquete que llevaba en su mano.

— Ah, traje un vino tinto...— lo dejó en la mesa y sacó una caja pequeña — Y estos son unos chocolates para ti — me entregó la cajita y sus mejillas se tornaron de un color rojizo.

— Gracias bebé — la tomé y lo abracé — ¿Cómo sabías que me encanta el chocolate? — no lo dejé responder y lo besé.

No podía aguantar ni un minuto más sin besarlo. Aunque el beso era diferente; sentí que ambos nos estábamos transmitiendo mucho amor a través de este.

Con sus brazos, el mayor me cargó arriba de él y me llevó hasta el sofá del living. Me recostó sobre este y continuó besándome con delicadeza.

Después de un momento se detuvo y me miró por unos segundos.

— Me encanta como te quedan mis gafas — soltó una risa y se sentó a un lado mío — Trae dos copas así bebemos el vino antes de hacer lo nuestro — ordenó coqueto recostándose en el sofá.

— Está bien, como tú digas...jefecito — resalté esta última palabra y comencé a reír —

[...]

— V-ven aquí nena... — balbuceó ebrio y palmeó sus muslos indicándome que me suba encima de él.

— ¿Q-quieres que juguemos un poco? — pregunté algo ebria en mientras me subía arriba de él — Tengo ganas de que me folles aquí mismo Jungkook — exclamé suplicante en su oído.

— Todo lo que tú quieras sabes que yo lo voy a- — fue interrumpido por el sonido de la puerta abriéndose lentamente.

Mierda. Son mis padres....

mi querido terapeuta | JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora