mi querido terapeuta | JJK

03

— Mierda, son mis padres... — murmuré y me bajé de encima de él — Ven, vamos a mi habitación y te escondes ahí — lo tomé del brazo y lo guíe.

Jungkook estaba demasiado ebrio y balbuceaba tonterías demasiado fuerte. Tenía miedo de que mis padres entraran y nos vean o que nos escucharan.

Subimos rápido a mi dormitorio y le dije que se escondiera adentro del clóset mientras yo disimulaba dormir.

— Quédate aquí, es solo un rato — planté un corto beso en sus labios y cerré las puertas del armario.

— H-hyori, sácame de aquí — lloriqueaba en voz baja como si fuera un niño — Quiero estar ahí contig- — lo interrumpió el sonido de la puerta.

Me recosté rápidamente en mi cama y fingí estar adormilada.

— Hola hija, ya llegamos — habló mi padre y lo miré sorprendida.

— H-hola papá — tartamudeé — Está bien, quiero dormir...mañana hablamos — saludé con mi mano y me tapé la cara con las sábanas.

Este soltó una risa y se fue, al fin, cerrando la puerta. Me acerqué y la cerré con seguro por las dudas.

Fui hasta el vestidor y le abrí a Jungkook. Cuando terminé de abrirle, este me sorprendió abrazándome fuertemente por la cintura y comenzó a besarme desesperadamente.
Yo no entendía nada pero le correspondí de inmediato.

El corto recorrido hacia mi cama me fue empujando lentamente hasta chocar con el borde de esta. Me recosté quedando debajo de él y este se encontraba aún besándome mientras se sacaba la camiseta que tenía puesta.

— Mmm — me separé de sus labios — ¿Qué mierda haces? — le pregunté susurrando — Están mis padres Jungkook — exclamé.

— ¿Y no te gustaría tener sexo corriendo el riesgo de que nos descubran? — murmuró en mis labios — Tendrás que gritar más bajo si no quieres que te escuchen nena — musitó con una voz ronca.

— Esta bien, tu ganas — bufé rodeando mis ojos y este sonrió — Pero espera que voy a poner un poco de música — lo aleje de arriba mío y me conecté mi celular al parlante.

Este estaba en la mesa de noche, y a un volumen moderado pero que lograba tapar todos los sonidos que se llegaran a escuchar adentro del dormitorio.

— Juguemos a algo... — le dije mientras me sacaba mi ropa — Harás todo lo que yo te pida, te parece? — agregué en un tono seductor.

— Como tú digas mi hermosa, tú mandas esta noche — mordió su labio inferior y me tomó del cuello — Solo por esta noche — soltó un gruñido en mis labios.

— Bien, comencemos — hablé y me bajé de la cama — Ven conmigo — lo agarré de la mano y lo guíe hasta el borde de esta — Quiero que me folles, nada más que eso. Me vas a tapar la boca con tu mano así mis gemidos no se escuchan y tu no podrás hablar ni quejarte — ordené en voz baja y me acomodé en cuatro — ¿Entendiste?

— Si, entendí — acarició mi trasero y dejó un beso en este — ¿Puedo empezar? — preguntó.

— Cuando quieras — fue lo único que dije.

Después de unos segundos, sentí como este corrió hacia un lado mis bragas, y lentamente fue penetrándome. Colocó su mano en mi boca como lo había pedido, aunque jadeo de placer salió de todas maneras.

La embestidas al principio eran lentas y profundas, y eran tan perfectas pero joder, quería que se apresurara para llegar rápidamente a mi orgasmo.

Mi trasero rebotaba en sus piernas y el sonido retumbaba en la habitación, por lo que cada vez tenía que hacerlo más lento.
La cama se movía bastante y chocaba contra la pared, pero a él parecía importarle poco.

Por mi lado, yo me encontraba apretando las sábanas fuertemente, y me quejaba del placer lo más que podía aunque su mano tapaba mi
boca.

Con su otra mano libre tomó mi pelo en una coleta y prosiguió cogiéndome durante un largo rato. Me sentía en el paraíso y no quería volver a la Tierra nunca más.

______

Y así fue la primera vez que sentí el verdadero terror de que mis padres me descubran teniendo sexo, aunque no puedo negar que lo disfruté muchísimo y lo volvería a hacer.

Hubo un punto en el que Jungkook ya parecía no estar cansado. Pasamos por todas las posiciones y lugares posibles; arriba del escritorio, adentro del armario, en contra de la pared, y más.

Sin duda, un experto en el sexo, porque todas las veces hizo llegar al clímax y mis piernas temblaron descaradamente.

[...]

— Oh Dios Jungkook, ¿Como eres tan bueno en el sexo? — exclamé y reí cansada mientras me acurrucaba a su lado.

— Tu me haces perder la cabeza nena — me observó y acarició mis mejillas — Ahora vamos a dormir porque mañana debo trabajar — bostezó y me abrazó para así cerrar sus ojos.

— Descansa Jungkook — imité su acción y cerré mis ojos para dormir.

- 2:23 am -

Era madrugada y aún no conseguía conciliar el sueño, así que me levanté con la intención de ir al baño y lavarme la cara. Tal vez de esta manera logre dormir mejor.

Intenté moverme sin hacer ruido, pero al pasar por el escritorio me sobresalté al notar una notificación que había llegado al celular de Jungkook.

¿Quién carajos es Somi y qué hace escribiéndole a esta hora?