THE LAST SHADOW [[SHADOUGE]]

Capítulo 4.

Primer encuentro

Charmy tarareaba una canción alegre mientras los dos jóvenes adultos preparaban el lugar improvisado para estar resguardados. Desde que encontraron al erizo blanco, han estado recolectando provisiones con algunas cosas innecesarias pero que un futuro podría servir.

-Eres muy flaco-. La abeja comento sobre el físico del joven.

Silver le dio una mirada larga, suspirando sin evitar hacer una pequeña sonrisa.

-Lo sé-. Respondió notando como el murciélago tomaba una larga barra, para que sirva de bloqueo ante un cuarto improvisado.

-Hoy nos quedaremos aquí-. Comento Rouge sin mirarlos. -Está amaneciendo y no queremos problemas-. Aclaro tirando una lona algo vieja como cama improvisada.

Silver como Charmy protestaron. -Oh vamos, si alcanzamos a llegar-. La hembra solo les pidió de nuevo guardar silencio.

Rouge miro seriamente al erizo blanco señalándolo. -Crees que iremos a un ritmo rápido, cuando tienes que apoyarte de mí-. Luego se giró para encarar al niño. -Tu eres escurridizo como mantequilla, no podría cuidarte si tengo que cuidar al señor soldado y su bella servidora de ser devorados-. Murmuro con enojo.

Los dos chicos solo se apenaron ante lo mencionado. Sin reclamar nada, ayudaron en crear un lugar cómodo para dormir. Omitiendo el frio del concreto, el olor a moho el ambiente y la humedad que se filtraba por las paredes cercanas.

-Saben-. El niño hablo cuando los dos adultos se acostaban a su alrededor. -Extraño a mis padres-. Confeso algo deprimido.

Los adultos solo miraron el techo sin saber que hacer. Nadie tenía su familia en este sitio del infierno. Esperaban con una esperanza absurda, un milagro. Tal vez, la madre de uno de ellos feliz de ver a sus hijos sanos y salvos, un abrazo de papá felicitando el coraje y la gran labor. Era confuso, era doloroso.

El silencio comía por completo la habitación, la joven abeja sin esperar respuesta comenzó a cubrirse con un saco enorme. -Ellos también lo hacen-. Susurro el murciélago sin mirarlo. Dando la espalda a sus acompañantes, ordeno. - Duérmanse ya, tenemos toda la noche para recorrer y llegar a las cuevas-.

Solo afirmaron sin emitir ningún sonido, descansarían todo el día con la espera de salir de aquella enorme bodega.

Shadow daba zancadas enormes para poder avanzar sin problemas. Necesitaba tener a salvo el culo de aquel idiota para recuperar al pequeño encanto. Sus piernas se acalambraban por los pasos largos.

-Mamá, vayamos por un helado-. La voz de su espalda hizo una terrible imitación de voz infantil. -También vete a la mierda-. Gruño el equidna rojo que se arrastraba con ayuda de la soga.

El erizo esperaba reencontrarse con la pequeña abeja lo más pronto posible. Un tiro en la cabeza era bienvenido que escuchar las quejas del idiota. El calor era insoportable, saldría en la noche pero que tu trasero fuera perseguido por soldados y RZ, no eran las condiciones más amables.

- ¿Podemos ir más rápido? -. Se quejo Knuckles, la respuesta inmediata fue ser tirado al suelo. Con odio encaro al erizo negro que le daba una sonrisa sínica.

-Mientras tenga que ir cargando tu culo, no podemos aumentar la velocidad-. Tomando su liderazgo, camino sacando su navaja de la funda para ir protegido. Mirando con cautela los callejones cercanos.

Sus pies se movían ligeramente, mientras escuchaba al equidna insultarlo sin censuras. Esperaba que mientras él limpiaba el área, este fuera devorado. Una carga menos. Anhelaba llegar a la bodega, encontrar al pequeño bastardo y dormir. El tiempo que lleva andando, no se ha aparecido ninguna criatura, era sospechoso. Con tranquilidad, el sonido de una gotera, lo hizo adentrarse más. Tenía sus pensamientos divididos. Una parte era sobrevivir de todos estos malditos locos, Charmy como lo que frustraba y le daba dolor de cabeza; Vector. ¿A quién se refería?, el nombre de su expareja pasaba ligeramente por ese tema, otra posibilidad era la mujer de la foto. Ser adulto y ser activo sexualmente, no era algo halagador.