Cookies With Milk 🥛🍪 국민/Kookmin

🥛04🍪

–Bien, creo que eso es todo.

Dice la beta mientras admiraba el nuevo orden que habían hecho juntos dentro del local, logrando que se viera mucho más espacioso y con más acceso. Poco a poco el local iba tomando forma y volumen, haciéndose más llamativo, lo habían decorado con una temática estética, ambientada en los años 80's, lo cual llamaba la atención de muchos, mayor parte del público diario eran adolescentes y estudiantes universitarios, lo cual les facilitaba mucho el trabajo.

–Se ve bien ¿No crees?–Pregunta la beta con una orgullosa sonrisa.

–Yo diría que sí–Responde Jin de acuerdo con la creencia de su madre.–Sobra espacio para poner la mini fuente y tal ves otras mesas.

–¿Verdad que sí? Aunque yo tenía pensado poner unos sillones, así haría más juego con el ambiente.–Comenta Yongsun señalando el espacio con su mano.

–Tienes razón, sería una buena idea–Dice el omega, anticipando la imagen del lugar donde irían los sillones dichos.–¿Tú que opinas, Jimin?

El nombrado permanece a su lado, pero no escucha respuesta ni sonido alguno que no fuera el de su respiración.

–¿Jimin?–Vuelve a llamar, pero cuando gira a ver al ahora rubio, éste está con la mirada perdida en el aire y una sonrisa boba en los labios.

Jimin pensaba en todo menos en como se veía el local, sumido en su propio mundo, perdido en sus pensamientos y recuerdos de las salidas que había estado teniendo con Jungkook durante éstos dos meses desde que el chico piso la cafetería. Estaba encantado de haber conocido a Jungkook, todo en él le gustaba y le generaba esa sensación de comodidad y bienvenida, le gustaba mirarlo por horas, escucharlo reír, contemplar su sonrisa de conejito que le hacía ver demasiado tierno que incluso le pellizcaba las mejillas como a un niño pequeño.

Le gustaba tomarle de la mano y caminar en silencio, disfrutando de su compañía, mirar la luna brillante en el cielo nocturno y sentirte feliz y seguro a su lado. No hallaba una manera de explicar lo mucho que se había encariñado con el pelinegro al punto de verlo como algo más allá.

Desde que lo vió por primera vez cuando entró en la cafetería, cuando lo miro por primera vez a esos oscuros y brillantes ojos, sintió una conexión inmediata, un  cosquilleo de su omega inquieto y ansioso por la precensia de aquél alfa, era como si ya lo hubiera visto antes y se conocieran de toda una vida. Desde el principio a Jimin le pareció un poco extraño, pero al conocerlo, resultó ser una persona agradable que transmite esas vibras de calidez y protección.

Jimin se había enamorado de Jeon Jungkook desde el minuto uno de haberse mirado...

–¡Park Jimin!

Aquél chillido le llegó hasta lo más profundo de su oído, provocandole un zumbido molesto debido a que el chico gritó tan cerca y fuerte, que le hizo jurar por un momento que le rompió el tímpano.

–¡Auch! ¡Deja de gritar Jin, no estoy sordo!–Reprende el menor con un rostro molesto y con su dedo en su oído para recuperar la audición y disipar el zumbido.

–Es que estabas como perdido, fuera de éste mundo...–Dice moviendo sus manos al frente y con una expresión demente, burlándose del momento de distracción del omega menor, quien entorna los ojos por lo molesto que es su hermano mayor.–¿En qué tanto pensabas?

–En algo que no te importa, hyung...

–Jimin...–Reprende su madre, quien estaba detrás del mostrador mirándoles con una sonrisa divertida.

–Ya, ya, lo siento–Levanta las manos en símbolo de rendición.–Pero él comenzó.

Le beta ríe con gracia ante la ridícula discusión de sus hijos mientras ordenaba los utensilios. En parte, Yongsun sabía la razón de que su hijo menor, actuara de aquella forma tan extraña, digo, esos momentos en los que se queda mirando un objeto por un largo rato. Una vez lo encontró mirando un vaso de agua vacío como si fuera lo más interesante del mundo, también lo ha visto sonreír a la nada misma, como si le hubieran dicho un lindo cumplido, pequeño y tímido, tiñendo sus mejillas de rojo carmesí y de esa forma tan conocida: ilusionada, enamorada...