El club estaba lleno, las feromonas se mezclaban, había ligeras notas de sudor y perfumes que hacían que el ambiente se sintiese intoxicante.
La música es alta, haciendo que sus corazones latiesen rítmicamente, Yamagishi da una vuelta junto a Makoto, el beta y el omega sin ninguna vergüenza sacaban sus mejores pasos en medio de la pista mientras sus amigos se habían retirado a beber algo en el bar.
—¡Mira allá!
Grita Makoto contra su oreja, su voz aun así siendo casi completamente tapada por la fuerte música.
El omega voltea hacia la dirección en que su amigo pelinegro apunta y sonríe cuando nota a sus alfas acercándose, vestidos con sus trajes caros y con su fuerte aroma territorial.
—¡Te dejo, iré a beber con los chicos y les diré que estas ocupado!
Con un guiño cómplice, Makoto le da un empujón que lo hace caer directo a los brazos de Rindou y su amigo desaparece entre el mar de gente.
Pronto se ve encerrado entre los cuerpos de ambos alfas quienes se pegan a su cuerpo, moviéndose contra su cuerpo al ritmo de una canción en cuya letra Yamagishi no puede concentrarse.
Ran lo toma de la cintura, pegando su entrepierna contra él y Rindou agarra su rostro, para luego besarlo lentamente, su lengua adentrándose en su boca y saboreando los restos del coctel que Yamagishi bebió antes de ser arrastrado a la pista de baile por Makoto.
Hay algo viscoso formándose entre sus piernas cuando siente la excitación crecer, Ran parece notarlo, porque se inclina, colocando su barbilla sobre su hombro y susurrándole a la oreja de aquella forma que hace que las piernas de Yamagishi se vuelvan débiles.
—¿Quieres seguir bailando o llevamos esto a un lugar más privado?
Yamagishi no lo piensa, Makoto ya había dicho que le avisaría al resto, por lo que solo jala a sus alfas lejos de los cuerpos en movimiento que no se ven afectados por las feromonas que emiten, demasiado concentrados en pasar un buen momento.
El viaje al auto fue rápido, el asiento trasero es estrecho pero eso no desanimó a ninguno de los tres. Yamagishi en el regazo de Ran mientras Rindou dejaba marcas de mordida en su cuello y bajaba por su espalda, dejando leves succiones en la piel blanquecina.
Ran lo jala para besarlo mientras le quita los anteojos y los deja en un portavasos, sus labios son un poco más delgados que los de su hermano, chupa la lengua de Yamagishi mientras Rindou ronronea satisfactoriamente cuando sus dedos hacen contacto con el agujero arrugado de su pareja y el lubricante natural empapa sus dedos.
—Alguien está emocionado...
Susurra el alfa de cabellos más largos, introduce un dedo y luego deja caer más besos por la espalda iluminada bellamente por una farola del exterior cuya luz blanca hace ver su piel etéreamente.
Los labios de Ran bajan hasta sus pezones, juega con ellos soplando sobre las protuberancias y luego se lleva uno a la boca, rozando sus dientes burlonamente hasta que está erecto, realiza la misma acción con el otro y luego palmea la erección del omega.
—¿Rindou?
—Mm... Aún no.
El Haitani menor introduce dos dedos más, metiéndolos y sacándolos suavemente, buscando aquel lugar que sabe que a su omega hace ver estrellas y sabe que lo encuentra cuando el de cabellos castaños deja escapar un gemido largo.
—Ahora.
Yamagishi se muerde el labio inferior y se ve atrapado entre el dolor y el placer, Ran lo masturba mientras que Rindou introduce su pene con lentitud para evitar lastimarlo.
Cuando está completamente adentro, sostiene las caderas de Yamagishi y sale lentamente para luego entrar de golpe.
Ran hace un sonido contento y palmea su erección por sobre la ropa, para luego bajarse los pantalones y sacar su erección de su ropa interior.
—Aquí, Kazu... Déjame mantener esa bonita boca ocupada.
Yamagishi pasa su lengua por sus labios hasta dejarlos brillosos y se inclina, con el trasero al aire para recibir las embestidas de Rindou y envuelve el pene de Ran en el calor de su boca.
Moja la longitud con saliva, para luego menear la cabeza arriba y abajo, jadeando cuando Ran lo toma del cabello para marcar el ritmo y gime pausadamente, sus brillantes ojos fijos en su omega cuyo rostro se ha sonrojado.
El de cabellos castaños siente las lágrimas de placer acumularse en sus ojos, empuja contra Rindou para pedirle que se mueva más rápido sin palabras y el alfa de cabellos largos comprende inmediatamente, hundiendo sus dedos en su piel hasta el punto que Yamagishi sabe que dejaran marcas y mueve sus caderas más salvajemente contra él.
Ran lo levanta de su pene y Yamagishi saca la lengua para lamer la cabeza de su erección, apoyando sus antebrazos contra el muslo del Haitani mayor y moviendo sus dedos a lo largo de la longitud, apretando en ciertas partes mientras su lengua recorre el resto.
La música es un zumbido lejano en el fondo, los jadeos de los tres llenan el coche, sus feromonas enloquecidas cubren cada parte del automóvil y es acogedor, caliente, los jadeos, gemidos y quejidos de placer hacen su propia melodía.
—Rin, Rin, déjame hacerte compañía.
Yamagishi jadea cuando es levantado y Ran se desliza debajo de él, su rostro atractivo frente al suyo mientras acomoda su pene en su entrada y luego lo siente deslizarse junto al de su hermano.
—Eso es... Lo estás haciendo muy bien para nosotros.
El castaño asiente, cerrando los ojos y gimiendo casi sin aliento ante la intrusión, Rindou pega su pecho a su espalda y besa su mejilla sonrojada, lamiendo el sudor que cae de su frente y luego acurrucándose contra él mientras comienza a moverse nuevamente.
Los tres se pierden en un vaivén sin pausa, compartiendo un placer inigualable, moviendo el coche al ritmo de sus embestidas.
Se tocan, acariciándose con pasión, comparten besos y Yamagishi deja caer su frente contra el pecho de Ran, sintiendo que su clímax se acerca.
—No puedo más...
—Está bien, cariño.
Rindou toma el pene de Yamagishi en sus manos y acaricia la longitud del omega rápidamente, provocando que el de cabellos castaños sea el primero en llegar al orgasmo sobre el estómago, quien acelera el movimiento de sus caderas al igual que Rindou.
Los hermanos alcanzan el clímax apenas unos segundos después, corriéndose abundantemente en su interior.
Yamagishi se deja caer rendido sobre el pecho de Ran y Rindou se ríe, comenzando acomodarse la ropa.
—¿Quieres una segunda ronda?
Cuestiona Ran y Yamagishi le dirige una mirada cansada, con el rostro sudoroso y sonrojado, provocando que le alfa sonría y le deje un beso en la punta de la nariz mientras lo ayuda a sentarse.
—Vamos a casa..-.-.-.-.
Hago lo mejor que puedo ;--; Aún no sé escribir +18 muy bien.
Amo cuando Chayanne canta la parte ''Bailando apretados, bailando pegados, bailando dos corazones en esta canción de amor''
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All x Yamagishi Kazushi || Todos x Yamagishi Kazushi
FanfictionPedidos abiertos, por favor leer las indicaciones dentro.