Él perdona todo, tiene un corazón tan magno que no distingue como ni cuando desistir a las personas, porque eternamente supone que hay algo bueno en aquellos que ama, aunque lo hayan lastimado miles de veces.
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- Tuvimos buenos avances el día de hoy, cuídate mucho, nos vemos la próxima sesión
- Gracias por todo. Ha sido de gran ayuda, nos vemos – se despidió y volteo su mirada hacia fuera del consultorio, se encontraba el mayor vestido de una manera formal y casual al mismo tiempo, cargaba una camisa negra alzada hasta los codos, sobrando un botón por abrochar en la porción de arriba, sus pantalones caqui y sus zapatos de vestir, teniendo en su mano un ramo de pequeñas flores, que al parecer había ido a comprar mientras el pecoso estaba en su consulta.
Después de la pesadilla, Felix hablo con Hyunjin sobre cosas de su pasado, algunas tan fuertes que hasta el mayor terminaba llorando echo bolita en los brazos del menor, sinceramente algo que le sorprendía era lo sensible que Hyunjin era y parecía poder entender cada cosa que Felix había pasado , Hyunjin fue el que propuso ir a terapia cosa que Felix acepto un poco apenado ya que el mayor se ofreció a pagarlo y no se preocupaba por el dinero, Felix sabía que el dinero era lo de menos para el más azabache, pero seguía sin acostumbrarse a este nuevo estilo de vida.
Ver a Hyunjin ahí parado con ese ramo de flores le hacía recordar a una melodía de amor, su hombre lo esperaba con brazos abiertos, corrió hacia él lanzándose a sus brazos haciendo que algunos pétalos salieran del ramo volando por el viento, por el impulso Hyunjin lo tomo rodeándolo en un cálido abrazo y dio una vuelta con él enganchando, era el acto más agraciado que alguno lograra presenciar.
Cuando lo soltó y sus pies tocaron el húmedo suelo, Hyunjin dejo un beso en la mejilla del pequeño y le acomoda su abrigo, Felix solo lo volvió a abrazar por la cintura pegando su cabeza al pecho del pelinegro la cual este poso su mejilla en la cabellera rubia.
Felix murmuraba tan bajo que no podía escuchar lo que decía.
- Hyunjin
- Mande, cariño – se sonrojo un poco al escuchar la voz del tímido chico, el pecoso despego su rostro y miro hacia arriba donde se encontró con la suave mirada del peli negro.
- Demos un paseo – sonrió, su sonrisa era tan bella que brillaba como un diamante, sus dientes de perla relucían y esa sonrisa que conllevaba a que sus pequeños ojos se cerraran un poco y solo quedaran como dos lindas líneas
- Que tierno eres – lo apretó Hyunjin nuevamente en sus brazos, parecía que no podían estar separado ni por segundos.
Tomados de la mano recorriendo la marina, sus dedos de los pies entre ellos llenos de arena fina con sus zapatos en su mano desocupada, a pesar de ser un atardecer nublado y con fresco eso no impediría dar un paseo pasando de cerca las olas del mar, el silencio gobernaba, no exponían nada, solo existían ellos dos, el mar, el cielo oscuro, sus manos juntas transmitiendo vehemencia y un amor, amor que, aunque era súbito se sentía como si fuera de hace años, sus almas congeniaban tanto que ni siquiera el tiempo era relevante.
Desde lejos se podía apreciar un barco cruzando el mar, el rubio se detuvo para apreciar como ese gran barco que se iba haciendo cada vez más pequeño, mientras el pecoso veía hacia el mar Hyunjin estaba concentrado en esos bellos ojos que tenían un resplandor, no eran los ojos apagados que había conocido en esa fiesta, eran los ojos que reflejaban un rayo de luz tal y como la primera vez que lo vio, sus ojos eran un par de piedras preciosas que lo forjaban a estar hipnotizado.
- Hyunjin – lo llamo con un tono suave aun mirando las pequeñas olas que hacia el océano – si me divorcio de James, me ayudarías?
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Unos grandes arboles adornaban el paisaje, en medio de su pequeña visita al mar Hyunjin había recibido una llamada, razón por la cual ahora se encontraban conduciendo en un paisaje lleno de árboles grandes a las a fueras de la cuidad, a unos escasos metros se distinguía lo que creía ser una cabaña o más como una mansión no tan grande.
Según habían informado el abuelo Hwang se había caído mientras se duchaba, no era algo demasiado grave pero como siempre cualquier imprevisto apelaba ser inmediatamente informado a sus hijos y nietos, pero siempre el primero de todos en estar al tanto era Hyunjin.
La preocupación invadió a Felix una vez que escucho lo que pasaba, Felix había conocido a la familia gracias a James y es lo único que le podría agradecer, era darle a conocer a personas tan lindas como lo era el señor Hwang y la nana que cuidaba de Hyunjin y aunque en ese tiempo no conoció a ese tal "Hyunjin" solo tenía en mente que era parte de su familia y según James, Hyunjin era el ser más horrendo que podría existir.
La compuerta de la mansión se abrió dando paso al auto grisáceo, el pelinegro solo rezaba que no estuviera nadie de su familia y como crío piadoso sus plegarias habían sido escuchadas, no había ningún auto lujoso en el jardín, No había que malinterpretar Hyunjin no odiaba a su familia, pero desde la primera vez que llego a esa casa se sintió como un peso, como un objeto que estaba hay por obligación.
- Me siento nervioso, hace tiempo que no los veo - expresó el pecoso aunque no quería admitir que le daba pánico el que pensaran una vez que lo cena entrando por esa puerta con Hyunjin, pues supuestamente James y Felix siguen estando juntos
- Si te incomoda podemos irnos, en un rato puedo venir yo solo - Hyunjin con solo ver los ojos del rubio entendía todo y no lo quería hacer pasar por cosas que lo hicieran sentir mal
-¡Hyunjin, Felix!
Emuná: Significa estar en calma a pesar de no tener aún todas las respuestas
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Il Mistero Dell'Amore • Hyunlix
RomanceSu vida se vio sumergida en depresión desde el inicio de su matrimonio donde para su esposo solo era un estorbo. Felix tan solo un chico que está cansado de los abusos por parte de su marido conoce al famoso pariente de su pareja, Hwang Hyunjin, un...