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DISCLAMER: ¡Los votos no se detienen y vamos a por un nuevo capítulo ya mismo! Solo quería comentaros rápidamente varias cuestiones del tema anterior que me han hecho muchísima gracia 🤣🤣 

- Regina se llama a sí misma ancianita porque, en realidad, si sumas los años entre maldición y maldición, más los años congelados en Storybrooke, a lo tonto lo mismo ya suma los 75 años 😂

- Me ha encantado el comentario bastante generalizado de: "¡Unx aquí no puede reírse tranquila!!!" cuando Emma se marea. No os dejo un momento de paz, eh? 😋 Quería que el fic tuviese algo de humor, algo de amor y algo de angst, y a veces es todo a la vez 😂 (Un fiel reflejo de lo que es un embarazo, por otra parte...)

- Y, por supuesto, la damallerosidad (© lookinside007) de Regina con su amor (y sobre todo pacienciaaaa) total e infinita 🤣 Cuidar de tu pareja embarazada no es una tarea sencilla y menos si la quieres con toda el alma y solo quieres que esté lo mejor posible. (Mi mujer puede dar fe, ella también tenía la paciencia santa de Regina 😂)

Dicho esto... vamos a sumergirnos en un nuevo día con Emma y Regina y, desde lo más hondo y triste de mi corazón, anunciaré que damos comienzo al capítulo 23 de 25 y ¡no digo nada más! Nos leemos 😊😊😊

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Regina lleva su móvil en una mano y las llaves en la otra y ni siquiera mira al introducirlas en la cerradura. Entra en la mansión aún pendiente de la pantalla de su teléfono. Escucha un tono breve y agudo y lee la respuesta de su secretaria:

"Ya he desviado las llamadas a su móvil."

Regina está segura de que, si no fuera tan formal y educada, habría añadido un "...otra vez." al final de esa oración.

"Muchas gracias. Estaré disponible hasta las tres de la tarde. Un saludo." Responde tecleando antes de cerrar la puerta tras de sí y descalzarse silenciosa con una sola mano. No quiere arriesgarse a despertar a Emma si aún está durmiendo. La salvadora cada vez tiene más dificultades para conciliar el sueño entre el tamaño de su vientre y los movimientos de Hugo y cualquier momento es una oportunidad para descansar.

Camina silenciosa hacia la biblioteca que usa a su vez de despacho y donde ha estado trabajando las últimas dos semanas.

Pero la vocecita de Emma interrumpe sus pasos.

"¿Regina?"

"Soy yo, cariño." Responde acercándose a la escalera que lleva al piso superior.

"¿Has llevado a Hope al colegio?" pregunta desde el cuarto.

Regina reconduce sus pasos y comienza a subir siguiendo su voz. "Sí. Puntual y lista para salir corriendo a clase sin mirar atrás." Mientras llega hasta el dormitorio principal, escucha la suave risa de Emma. "No es divertido, es ofensivo. Ni un abrazo ni un saludo con la mano..." Gruñe abriendo la puerta y buscando deliberadamente una nueva carcajada.

Pero no llega.

Entra y le recibe la sonrisa de Emma, pero algo no va bien.

"¿Qué sucede?" pregunta insegura caminando hacia ella.

Frente a sus ojos el rostro de su novia se opaca bajo una repentina sombra de preocupación que encoje su estómago.

"Es la tensión." Murmura Emma al fin, elevando su brazo, donde Regina encuentra el brazalete del tensiómetro alrededor de su piel. "Lleva una hora disparada y no mejora. Creo que..."

Y así, sin más... (FIC SWANQUEEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora