Y así, sin más... (FIC SWANQUEEN)

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DISCLAMER: ¡Feliz semana!!! 😊😊 Solo de pensar que quizás este sea el último lunes que os salude por esta historia se me encoge el corazoncito!! Hace más de un mes que comenzamos con esta maratoniana publicación y ha sido tan tremendamente genial que no tengo palabras ❤️

 Nos hemos echado tantas risas y tantas lagrimillas de emoción, hemos creado un loco y maravilloso grupo de telegram, hemos bautizado cada capítulo con miles de hastags geniales y, sobre todo, hemos acompañado a Emma y Regina a lo largo del primer embarazo que me he atrevido a retratar. Y habéis hecho de este un camino precioso. Yo, que venía acojonada y con miedo a que esta historia costumbrista y soft resultara un poco fracaso, no puedo afrontar este tramo final con más felicidad.

Así que nada... vamos a por el capítulo 22 de 25 y esto se acaba, chicxs... ¡A ver qué os parece este nuevo capítulo y nos vemos muy muy prontito! ¡Nos leemos! 🥰🥰

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Emma estudia una vez más la disposición. Es casi perfecta. Casi. Pero algo no encaja. Tuerce el rostro y mira detenidamente todos los elementos hasta que lo entiende.

"Va a hacer muchas cacas."

"¿En serio?"

"Sí, sin parar."

"No estaba poniendo eso en duda." Resuella Regina. "Estaba preguntándome el por qué de tu repentina reflexión."

"Porque necesitamos la basura más cerca del cambiador. Vamos a tirar muchos pañales. Y créeme, vas a desear tener la papelera a mano para esas bombas nucleares."

Regina tuerce el morro con una sonrisa resignada. "Sé que no he cambiado casi a Hope y que Henry ya está en la universidad, pero esta viejecita aún recuerda algo de aquellos años."

"Entonces estarás de acuerdo con mi deducción." Celebra Emma encantada consigo misma. "¿Podemos alejar el cambiador de la cuna y meter entremedias la papelera?" propone con resolución. "Además así casi no se verá."

"Probemos." Responde Regina. Con la misma paciencia que las otras siete veces. Empuja la cuna ayudada por sus ruedas y alinea el cambiador, antes de colocar la papelera en su nueva disposición. "¿Qué tal así?"

"Hhhhmmm... creo que mejor. ¿Qué piensas tú?"

"Infinitamente mejor." Responde asintiendo convencida.

"Lo dices para que pare, ¿verdad?"

"No." Responde con efusividad, negando con la cabeza e incluso cerrando sus ojos en pleno énfasis.

"Creo que esta es la buena."

"No me hagas falsas ilusiones si no est..."

"No, no. Lo tenemos, es la mejor distribución para el cuarto. La cuna lejos de la ventana y el radiador, el cambiador fuera de luces directas, la butaca de lactancia en una zona ventilada, pero sin impedir el paso y la papelera en la mejor ubicación para el lanzamiento de pañales. Es perfecta." Repite convencida. Y Regina, la cúspide de la paciencia y la comprensión, deja salir una diminuta y discreta sonrisa de júbilo. Emma está segura de que, si su novia no fuera tan formal, habría gritado un expansivo y triunfal "¡Sí!" mientras hacía el símbolo de la victoria.

"Pero Emma, por favor, dime que no vas a lanzar pañales." Añade preocupada.

"Prometo encestar siempre."

"Madre mía..."

"Ahora sólo queda colocar las estanterías."

Los ojos miel se abren espantados y Emma no puede evitar divertirse con su desesperación.