Y así, sin más... (FIC SWANQUEEN)

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DISCLAMER: ¡Nuevo capítulo para recibir el fin de semana!!!! Hoy sale prontito que se que en unas horas todos nos despendolamos 💃💃 Creo que este capi puede tener cositas para convertirse en uno de los que más os toque... ¡Ya me diréis vosotrxs! 🥰

No me voy a enrollar porque no puedo, no porque no tenga mil ganas de contaros cositas. Solo diré que me da mucha pena no poder contestar a algunos mensajes más que con risas o iconitos que ya reconoceréis como 🤔🤐😏😜 Pero siento que si digo más puedo hacer spoilers o anti spoilers (si es que eso existe 😂). Así que no dejéis de teorizar y debatir, que me encanta ver por donde van vuestras elucubraciones, aunque me mantenga discreta... 😜

Y, ahora sí que sí, me callo. ¡Espero que lo disfrutéis muchísimo y nos leemos!!! 😊😊😊

Los muros de piedra y las estanterías de caoba de la cripta jamás han presenciado tal desorden. A pesar de todo el caos, no deja de advertirse el toque de Regina, y sobre la mesa central los ejemplares antiguos están abiertos sobre sus atriles y los distintos ingredientes permanecen en sus botes de cristal, alineados y listos para usarse. Pero fuera de esa mesa, abundan los libros amontonados, los pergaminos sin enrollar y un par de cuadernos con anotaciones olvidados sobre un sofá.

"¿Regina?" resuena una voz desde las escaleras de la entrada.

"¡Abajo!" grita la alcaldesa levantando la vista de su libro de hechizos. Gira sobre sus pies dispuesta a ordenar, pero se rinde antes de empezar. Ni siquiera sabe por dónde empezar y los pasos de Emma ya están llegando hasta ella.

"¡Hola!" sonríe la Sheriff apareciendo bajo el arco de piedra.

"¡Ey!" sonríe a su vez cerrando el libro. "Perdona el desorden."

"No me había fijado." Responde mirando a todas partes.

"Por qué será que no me extraña..."

"¡Eh! Estoy embarazada, un poco de cariño."

"Para eso sí, ¿eh? Toma asiento, anda." Bromea con una sonrisa traviesa, apartando los cuadernos y dejando libre la butaca de cuero. Emma acepta la invitación caminando con gesto de falsa ofensa, hasta tomar asiento. Al hacerlo, la camiseta de la Salvadora se posa sobre su vientre, mostrando una pequeña y dulce curva. "Ya se empieza a notar." Exclama y se arrepiente en el mismo momento en que escucha el tono tan agudo y cantarín que toman sus palabras.

Frente a ella, Emma tuerce el rostro sonriendo y con una mueca que sólo puede leerse como ternura. "Sí..." suspira dejando su mano sobre su tripa. "Pero sobre todo se nota en las toneladas de sueño que me provoca. Parezco un bebé, durmiéndome por las esquinas. ¡Y no digas que no te extraña!" se adelanta con un dedo acusador.

Regina levanta las manos en el aire, con una inocencia totalmente inverosímil. "Jamás lo haría." Cuando el gesto de falsa ofensa regresa al rostro de Emma, vuelve a sonreír, antes de murmurar mirando hacia su vientre. "Hola, pequeño. Ya tenemos ganas de conocerte."

Cuando levanta de nuevo su vista, el rostro de Emma ya sólo le dedica una dulce y contagiosa calma. Y es difícil que esa candorosa ternura no se extienda a su propio cuerpo. Tanto que tiene que carraspear y concentrarse para recordar por qué está Emma ahí.

"Creo que tengo algo." Anuncia pasando por su lado hasta llegar a la mesa.

"¿Sabes cómo llegó hasta aquí?" pregunta sin dejarla terminar y señalando su vientre.

Regina niega con la cabeza, compungida. "No, lo siento." Suspira, aún de pie, pero reclinándose contra la mesa hasta que sus muslos se apoyan en el filo de la madera. "Son tantos los posibles hechizos, conjuros y rituales que para cuando los descartásemos todos ese peque ya se estaría graduando."