Y así, sin más... (FIC SWANQUEEN)

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DISCLAMER: ¡YA ESTAMOS DE VUELTA!!! 🥰 Creo que es la primera vez que no conseguimos los votos en 24 horas en más de 20 capítulos. Pero vamos, que con el ritmazo que llevabamos, ¡poco me parece que este sea el único día! ¡Estáis siendo increíbles con el apoyo!!😍

Y por otro lado, como bien saben en el grupo de Telegram, casi he agradecido este pequeño descanso porque hemos tenido unos días escatológicamente complejos. Y así puedo actualizar con la calma y disfrutándolo 🤗🤗

A todo esto... entramos en la cuenta atrás 🥹🥹🥹🥹🥹 Este es el capítulo número 21 de 25 y ya se atisba a lo lejos el final... y ¡ay! qué penita me va a dar acabarlo 💔 Pero no me enrollo más, porque el último capítulo se quedó con un tema en el aire que, estoy segura, querréis averiguar cómo avanza! Así que doy paso al hastag oficial del capi anterior #QueEstésBienHuguito 🥺 (by lookinside007), me callo y nos leemos!!! 😊😊😊

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"Emma... Emma, cariño." Murmura acariciando el brazo de la salvadora. "Emma, la Doctora está aquí." Insiste cuando los ojos claros permanecen cerrados y la respiración profunda y calmada.

Las palabras parecen surtir efecto y, mientras Emma comienza a despertarse, la Doctora Hemmens sonríe divertida.

"Buenos días..." farfulla la Salvadora mirando a su alrededor un tanto desorientada.

"Buenos días, Emma. ¿Has podido descansar bien?"

"Sí, sí, mucho, gracias." Carraspea recolocándose sobre la cama.

"No, no te incorpores, por favor." Pide la Doctora con presteza, sentándose sobre el colchón, cerca de ambas. "He estado hablando con los compañeros que te atendieron anoche. Has tenido una pequeña subida de tensión, ¿no?"

"Pequeña, pequeña..." farfulla acomodándose la almohada y la sonrisa de la Doctora se ensancha comprensiva.

"Es normal que os asustarais e hicisteis muy bien en venir." Añade ojeando los papeles que trae consigo. "Por lo que veo, entraste porque notabas poco a Hugo, ¿es así?" Emma asiente en un silencio como respuesta. "Han monitorizado su actividad cada dos horas y el pequeño está tan inquieto y enérgico como siempre."

"¿Entonces...?" pregunta confusa.

"Es un síntoma habitual de la subida de tensión. El flujo de sangre impide apreciar con normalidad los movimientos del bebé."

Regina permanece a un lado, sin intervenir, pero sus pulmones se vacían con una enorme y aliviada bocanada tras las palabras de la doctora.

"Gracias a dios..." musita Emma a su lado y Regina, sonriente, estrecha su mano.

"Ahora lo único que nos preocupa es esa subida."

"Es una mala señal, ¿verdad?" pregunta la Salvadora.

La doctora se toma un par de segundos que se hacen eternos antes de responder. "Parece que, a pesar del reposo, la preeclampsia va a hacer acto de presencia."

"¿Cómo? ¿He hecho algo que...?"

"No, no, Emma. Nada de eso." Interrumpe la Doctora con su voz más dulce. "Lo has hecho muy bien. Ya sabíamos que existía ese riesgo y seguramente tu reposo y cuidados han ayudado a posponerlo durante todos estos meses." Añade con firmeza, aunque Emma continúe con la mirada dudosa y los labios apretados. "Mira, son decenas de razones las que pueden desembocar en preeclampsia y a veces no es más que una lotería. Lo importante es que hemos llegado casi hasta el final sin un solo problema, tu pequeño está enorme y sano y has detectado la primera señal de alarma al vuelo. Emma, no has podido hacerlo mejor." No deja de hablar hasta que la Salvadora asiente con suavidad.