La estrella de la mañana

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NARRADOR

Los cascos de los corseles sacudían con fiereza el suelo, simbraban sin parar, en forma de autoridad, avisandole a todo el mundo que el monarca del infierno estaba de cacería.

--¡Ya casi lo alcanzamos! --grito Eijiro al lado de su rey.

Los príncipes y el rey se dividieron en equipos, era un juego habitual entre ellos y el que cazara más animales ganaría la partida.

La libre infernal se escabullia con rapidez sobre la vegetación del bosque, muy pronto los perdería de vista pero la pequeña presa no contó con la agilidad y destreza que su magestad poseia y galopando mucho más rápido sobre su corsel azabache, finalmente lo atrapó.

--Buena esa Blasty --lo elogio Eijiro.

El príncipe de la gula había perdido de vista a su mejor amigo, esto era algo que usualmente sucedía pues todos tenían en cuenta lo competitivo que lucifer era a la hora de jugar.

--¿Cuantas liebres capturamos? --pregunto Katsuki.

--Es una buena racha, en este momento llevamos un total de 100 liebres --informo Eijiro con una radiante sonrisa.

--Bien...aún quedan 8 minutos así que dudo que esos extras nos ganen, vamos Eijiro, regresemos al punto de partida --dijo Lucifer mientras le daba la orden a Magnus de regresar.

--¿Estas seguro de que no quieres cazar por lo menos otra liebre? --pregunto el pelirrojo.

--Tsk, si, estoy muy seguro.

--Bueno... Si tú lo dices Blasty; pero de una vez te digo que si ellos vuelven a ganarnos no quiero escuchar tus quejas y berrinches por qué esto será responsabilidad tuya.

El perder era algo que estaba prohibido para el rey, lo consideraba una deshonra, una falta de respeto enorme y meditando mucho más la situación acepto la oferta de su mejor amigo.

--Bien... Tu ganas, vamos a seguir cazando

--Asi se habla viejo --lo ánimo Eijiro continuando con su búsqueda de más presas.

--Si, si, si, como sea, no perdamos el tiempo, hay que continuar.

~~~~~~•••~~~~~~

Los lamentos entre los arbustos eran incesantes, un raro animal no dejaba de emitir ruidos y a una distancia considerable, Katsuki y Eijiro se escondieron entre la maleza para capturarlo.

--¿Que diablos es esa cosa? --pregunto Lucifer sin dejar de mirar a la pobre criatura.

--No lo se, pero a juzgar por su forma creo que es un Ave infernal, si la cazamos sumaremos más puntos a nuestra partida.

--Buen punto, bien, hay que ir por esa cosa.

--Si.

Al acercarse mucho más los arcos estaban listos para disparar, pero la sorpresa en los dos fue mucho más grande al darse cuenta que aquel ser tenía una forma humanoide. Estaba desnudo, pero eso no era lo más impactante, pues el pobre tenía la piel carbonizada y con quemaduras de primer grado. Sus alas no tenían ni una sola pluma y sin ser esto lo suficientemente terrible también estaban destruidas, desechas a tal punto de ser solo dos extremidades muertas y colgando sobre su espalda.

Era conciente de que sus alas muertas jamás lo ayudarían a volar, pero era persistente y trataba de elevarse con desesperación pero nunca lo consiguió.

--¡MALDICIÓN! --exclamo mientras azotaba con fuerza sus manos contra el barro del lugar.

Eijiro y Katsuki observaban la escena en silencio, querían comprender un poco más el sufrimiento de aquel extraño ser.

--¡Maldito seas Elián!, ¡te maldigo por el resto de la eternidad! --vocifero aquel extraño ser reclamando hacia arriba--, ¡te juro que me vengare de ti, lo juro!

Eijiro tardo en comprenderlo, pero Katsuki lo entendió y sin poder contenerse se acercó hasta el para auxiliarlo.

--¡Blasty, regresa! --chillo Eijiro en un intento de retener a su magestad pero no funcionó y se acercó hasta ese extraño y bizarro ser.

Mientras sollozaba en silencio, su interior de sacudio con fiereza y al girar lentamente hacia tras se topó de frente con la imponente presencia de un alfa.

"Oh no..." --penso internamente sin dejar de temblar.

Las miradas se encontraron y ante el pequeño e indefenso Omega se encontraba el máximo gobernante del infierno, Lucifer, la estrella de la mañana.

Continuará...

La Reina sin Alas - 🧡Katsudeku💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora