La Reina sin Alas - 🧡Katsudeku💚

Sensación de protección

NARRADOR

Miedo y silencio era lo que reinaba en el ambiente, era lo que ambos resonaban. El Omega fue presa del pánico y terror mientras que Katsuki solo se dedicó a analizarlo en silencio, estaba muy intrigado por su presencia y el como llegó hasta ahí, pero sabía claramente que no obtendría ninguna respuesta si no le brindaba un poco de serenidad.

"Tengo que hacerlo" --penso el rubio sin dejar de mirarlo.

A simple vista cualquiera que viera a Izuku se sentiría asustado o asqueado, pero Lucifer no lo interpretó así e hincandose lentamente para estar a su altura comenzó a desprender el aroma de sus feromonas. Era una estrategia del rey infernal pues la función de su aroma corporal era ser un potente somnífero.

Estaba dando efecto, los ojitos de Izuku se estaban cerrando por el sueño, los bostezos eran evidentes y cabeceando frente al alfa, lentamente se acercó hasta el, en un principio esto le incómodo pero relajandose por los dulces y suaves latidos de su corazón, Izuku había aceptado ceder ante el dominante.

"Listo..." --penso el rey acariciando suavemente la cabecita del menor.

Ya todo estaba controlado, el Omega había aceptado su cobijo y protección, pero todo se fue a la basura cuando los príncipes infernales llegaron al lugar.

--¡KATSUKI! --grito Leviatán con desesperación.

La joven de cabellera castaña estaba preocupada por su expareja y al ver aquel "grotesco" ser entre sus brazos entro en un pánico incesante.

Los gritos de la fémina alteraron a Izuku y arrañando el rostro del alfa le hizo una advertencia para que se alejase de el.

Todos quedaron sorprendidos por la osadia de la criatura y esperando lo peor, se colocaron en guardia para aniquilarlo por completo.

--Viejo, será mejor que te alejes, no sabemos que tan peligrosa pueda ser esa criatura --declaro Eijiro en un intento de hacer recapacitar a su rey, pero el muy terco permaneció al lado del Omega y es que al tenerlo entre sus brazos una necesidad de protección surgió dentro de el, una que le pedía a gritos salvaguardar la integridad del menor.

"Quiero... Quiero protegerte..." --penso el rey con un sonrojo fugaz en el rostro.

Limpiando con su mano la sangre que goteaba de su mejilla, Katsuki sujeto de imprevisto el rostro del pecoso. Al instante el angelito se alteró, movía sus manos con desesperación en un intento de apartarlo pero esto no detuvo a Lucifer el cual beso sorpresivamente la frente del Omega.

Izuku dejo de moverse, su cuerpo estaba inerte entre los brazos del maligno, no, no había muerto, solo estaba bajo un profundo sueño al que lucifer lo sometió.

--¿Que pretendes hacer? --pregunto Eijiro en busca de respuestas.

El comportamiento de su mejor amigo lo impacto por completo, pues el rubio ceniza se caracterizaba por ser un sádico perfeccionista sin lugar a los errores.

Katsuki no dijo nada y sacandose la capa, cubrió por completo a Izuku. Estaba bien arropadito, el frío ya no lo invadia y sin decir ni una sola palabra dejo a todos los príncipes con la intriga de lo que pasó.  

Leviatán observo a su ex-amor a la lejanía, un fuerte malestar la invadio, no le gustaba aquella sensación y es que durante miles de siglos nunca había experimentado algo así de desagradable.

"Horrenda abominación" --penso la castaña apretando con furia las palmas de sus manos.

Ver a su amado en compañía de un ser tan horrible y espantoso había despertado en ella el atributo de su pecado, aquel que la remarcaba como princesa

La envidia

Continuará...