Haven't Met You Yet | Hyunlix

Capítulo 13

—¡Maquillaje!

—¿¡Las luces están bien!?

—¡Necesito dos vestuaristas en el pasillo!

—¡Rápido, vamos, vamos, vamos!

Felix escuchaba todo estupefacto, sentado al lado de Hyunjin a quien maquillaban mientras este intentaba con todas sus fuerzas no dormirse.

Hoy en la mañana se enteró que su amigo ídolo tendría un concierto en la noche y no durmieron nada la pasada por ver películas, el resto del día él durmió pero Hyunjin, por trabajar tanto, casi nada. Felix quería matarlo por su irresponsabilidad pero Hyunjin se reía, diciendo que daba igual si después de todo, tenía que hacerlo.

Pero eso no quitaba el hecho de que ahora, por su culpa, estaba durmiéndose mientras pasaban una brocha con rubor en sus mejillas.

—Yongbok.

Despegó sus ojos del rubio para ver a la maquilladora. El equipo de Hyunjin ya lo conocía.

—¿Podrías darle esas frituras a Hyunjin así se mantiene despierto?

—Sí, seguro... —murmuró, estirándose para tomar el paquete—. Hyunjinnie...

El rubio murmuró algo y Felix acercó la fritura a su boca, obligándolo a comer y abrir los ojos. Se rió ante su ternura y se ganó una mala mirada del ahora malhumorado de su amigo.

—¿Cuánto has dormido, Hyunjin? —preguntó la chica divertida, ahora maquillando sus párpados.

—Solo una... hora. He... estado... trabajando todo el día...

—Cuando termine el concierto, te daré mi almohada para dormir, ¿si?

—Uh, gracias.

Felix rió falsamente, intentando concentrarse en darle de comer al rubio.

Luego de eso, su amigo tiró de él para ir al pasillo y sacarle fotos, diciéndole que luego tendría que irse al público para disfrutar del show. Felix estaba emocionado; ya quería verlo brillar sobre el escenario. Definitivamente, Hyunjin pertenecía ahí y que él pudiera verlo, ya dos veces, y la segunda gratis... Era magnífico. Un regalo de Dios.

—Bien, Yongbok ya tiene que irse.

Un hombre vestido de seguridad se acercó a ellos. Hyunjin suspiró y asintió, arreglando su bonita ropa.

—Bien, suerte —Felix tomó sus hombros, palmeándolos. Hyunjin apretó sus labios, poniéndose nervioso de repente—. Te vas a ver increíble y te voy a sacar un millón de fotos mientras lloro.

—Eso será genial —rió. El menor sonrió.

—Baila bien, sonríe y disfruta, ¿si?

Un pensamiento pasó fugazmente por su cabeza.

—Está bien, Yongbokkie. ¡Lo haré!

Era algo peligroso.

—¡Ese es mi... —chico!— ídolo!

Felix exclamó y Hyunjin asintió, sintiéndose mal al tener que sentir las manos del castaño alejarse.

Sin embargo, Felix tomó el poco valor que tenía y rápidamente dejó un beso en su mejilla, con su rostro tornándose rojo en menos de dos segundos.

—¡Suerte!

Y sin dejar que Hyunjin diga algo, huyó con el guardia de seguridad.

El rubio, tocando su mejilla, solo rió enternecido con su corazón acelerado, sin saber que era por la adrenalina de los labios del castaño y no por la emoción del concierto.