𝘾𝙪𝙖𝙣𝙙𝙤 𝙉𝙪𝙣𝙚𝙬 𝙎𝙚 𝙀𝙣𝙖𝙢𝙤𝙧𝙤́ ✰ zᥱᥱᥒᥙᥒᥱᥕ │✘

Capítulo cuatro.

"Porque las páginas habían sido pasadas y las decisiones tomadas, todo lo que pierdes es un paso que das, estás solo en eso, niño siempre lo has estado".

Cuando hablo de ZeePruk Panich, no me refiero a un chico multimillonario que tiene la vida resuelta y vive feliz junto a su gran familia.

No.

Me refiero a Zee, un chico de 19 años que vive con su abuela en un pequeño y viejo departamento, me refiero a un chico inteligente pero que por cuestiones económicas, se vió obligado a dejar la escuela durante un tiempo, hablo del ZeePruk que trabaja todo el día para poder sobrevivir con su abuela, el chico que perdió a sus padres en un accidente cuando era niño pero que aún así, nunca pudo perder su brillo.

Era un chico alegre y optimista que no se daba por vencido a pesar de la vida parecía jugar en su contra, años atrás, cuando aún estaba en la escuela secundaria, conoció a Max Saran un chico torpe y extrovertido que venía de una prestigiosa familia.

Con el tiempo dejo su orgullo a un lado y acepto que el padre del chico, quien se había encariñado con él, pagara sus estudios para que pudiera convertirse en doctor como tanto había soñado.

Fue así como a sus ahora 19 años, termino estudiando por las mañanas y por las tardes trabajaba, sin embargo, había algo que atormentaba su vida, un suceso que no lo dejaba dormir por las noches, y aunque por mucho tiempo trato de convencerse asímismo de que no era culpable de nada, por las noches aún soñaba con eso que le hacía sufrir y según él, le recordaba que no tenía derecho a ser feliz.

-¡Zee!. _ Grito Max entrando al local. _ ¿Ya te vas?. _ Preguntó viendo como el mencionado guardaba sus cosas.

-Mmm ¿si?, ya es hora de salir. _ Respondió con obviedad.

-Genial, vamos. _ Dijo tomando la mano de Zee pero este se alejó de inmediato.

-Hoy no, tengo cosas que hacer, otro dia. _ Dijo apenado.

Max asintió y se fue, minutos después Zee también se fue del lugar.

-Que pésimo día. _ Dijo para sí mismo.

Pov Nunew.

Estaba cansado de mirar lo mismo una y otra vez, el techo color blanco de mi habitación, estaba cansado de solo escuchar la insistencia de mis padres para que intentará operarme de nuevo.

Habían pasado seis meses desde el accidente, e intente hacerme esa cirugía más de tres veces y el resultado siempre era el mismo, lo doctores que juraban que tenía muchas probabilidades de éxito, solo mentían.

"Y así es como la vida pierde todo su significado"

Cuando mi depresión decide trabajar en el turno nocturno, todas las personas a las que he ignorado están ahí paradas en medio del cuarto, aún puedo escuchar a mi madre insistiendo para siga luchando.

Me despierto gritando por haber soñado con aquel día en el todo cambio para mi, y estoy arto de eso.

Desería olvidar todo, pero estar ahí en el mismo lugar día y noche es una torura, no poder hacer algo tan simple como ir al baño también lo es y quedarme frente al espejo, solo me hace recordar lo inservible que soy. Y me siento arto de ello, mi sola existencia es agotadora.

Le grité a Bright, el chico que me cuida y él rápidamente apareció en la puerta de mi habitación.

-Joven Chawarin, ¿necesita algo?. _ Me dijo con una sonrisa.

-Ayudame a sentarme en mi silla. _ Le pedí. _ Quiero salir.

-Si joven.

Él llamó a Janis, una de las chicas de limpieza y le pidió que llevará mi silla de ruedas abajo, cuando ella salió, Bright me cargó, bajo las escaleras conmigo en brazos y me dejó en la silla.