Si existía una cosa que Taehyung había aprendido durante esos dos últimos —y a sus ojos, malditos—, años en los que se vio obligado a retomar su vida como soltero, era que nada podía ser peor que permitir que el enojo o la rabia ganasen y terminaran por nublar cada uno de sus pensamientos, impidiendo reaccionar de manera correcta.
A la fuerza, había comprendido que llorar, gritar y descontrolarse, jamás iba a hacerlo sentir mejor; porque aprender a superar las cosas y dejar de lado aquellas que no eran un real aporte en su vida, era mucho mejor que mal gastar su tiempo y energía en cosas —o personas—, que no merecían ni un segundo de su atención.
Lo sabía; estaba cien por ciento seguro de que debía comportarse como el modelo estrella que era... Pero, ¿Cómo iba a permitir que aquel idiota fuera quien dijese la última palabra? Jamás se hubiese perdonado aquello, incluso aunque estuvo seguro que mientras había abandonado aquella fiesta con la mirada en alto y una sonrisa triunfal, gran parte de los invitados seguían preguntándose cómo pudo haber sido así de irrespetuoso con el invitado de honor.
—Jodido imbécil... —dijo con un bufido, respirando profundamente mientras esperaba que terminasen de ajustar la ropa que debía modelar aquella noche—, espero haya disfrutado su maldita fiesta.
—Taehyungie, ¿En serio? ¿La copa de champaña? Sabes que pudiste simplemente ignorarlo y hacer como que no existiera, ¿No?
El modelo arqueó una ceja, agradeciendo a su estilista antes de dirigir su mirada hacia el pelinegro que lo acompañaba, pasando por alto la sonrisa llena de burla que estaba entregándole. Como si haber tenido que soportar al insufrible de Jeon Jungkook aquella misma semana no hubiese sido suficiente castigo, su mejor amigo ahora le bajaba el perfil a aquel tortuoso encuentro con el innombrable.
— ¿Y qué iba a hacer, Chim? ¿Dejar que se riera de mí con su Oh-tan-perfecta actitud de campeón? ¿Además paseándose con esa mujer a su lado? Olvídalo; no iba a volver a dejar que me hablara de esa forma tan arrogante —sentenció molesto, con su mandíbula tensándose ante el recuerdo—, tú mejor que cualquiera debería comprenderme. Incluso Hoseokkie dijo que lo merecía... Estuviste conmigo todos esos meses, ¿Y ahora lo defiendes? Realmente es insólito...
Su amigo, Jimin, se cruzó de brazos y apoyó su espalda contra la pared, sin desviar su mirada del modelo. Su sonrisa, que segundos antes demostraba la diversión de todo lo acontecido en aquella reunión social, cambiaba ahora a una llena de comprensión ante la actitud que su mejor amigo adoptaba ante la sola mención de Jungkook. Es que Taehyung estaba en lo cierto en parte; comprendía que no era algo agradable para él volver a encontrarlo luego de tanto tiempo evitando cualquier interacción. También era consciente de lo difícil que había sido todo para el modelo, pero ahora que volvía a plantarse firme frente a todo y todos, no encontraba sentido a aquel desplante vivido por ambos.
—Lo entiendo; pero debiste dejarlo pasar, Tae. Jungkook puede pensar lo que quiera, eso no significa que tenga razón en lo que dice, ¿Verdad?
El castaño meditó un momento, exhalando con fastidio luego de unos segundos al aceptar que, sólo tal vez, su mejor amigo estaba en lo correcto.Darle importancia a las palabras de Jungkook era, de la forma en que lo viese, un retroceso en su vida. Ya no debía por qué preocuparse por la presencia de aquel hombre, porque todo se había dicho esa noche. Entre gritos llenos de enojo y palabras mucho más afiladas que cualquier arma, cualquier posibilidad de sostener aquello que por años construyeron, se había esfumado con una rapidez sobrecogedora.
Sonrió entonces, convenciéndose de que aquel molesto pinchazo en su pecho nada tenía que ver con la idea de planes y sueños destrozados, diciéndose que el nudo que amenazó por ahogarlo, no tenía relación con el recuerdo de sus ojos llenos de rabia y decepción, como si hubiesen estado reflejando sus propias emociones, tal cual había sucedido desde el primer encuentro casual.
—Tienes razón, me dejé llevar por ese idiota... Qué puedo decir, siempre saca lo peor de mí —dijo al fin, volviéndose para observarse en el espejo y verificar que su ropa y maquillaje estuviese perfecto.
Y aunque Jimin simplemente revoleó sus ojos y permitió que su mejor amigo cambiase el tema, hablando sobre trivialidades y compartiendo risas cómplices, la verdad es que estuvo profundamente tentado a refutar las palabras de Taehyung. Porque quizá Jeon Jungkook sí era capaz de sacar lo peor de su mejor amigo, pero de la misma forma, por años le había mostrado que era capaz de sacar a relucir lo mejor también.
A veces, se permitía preguntarse cómo es que dos personas que habían compartido un lazo tan profundo como el del modelo y el piloto, habían terminado de esa forma. Luego de años en donde se habían convertido en una pareja cotizada y valorada, donde su felicidad era vista en cada fotografía y en cada encuentro, ahora pensar en verlos compartir la misma habitación sin una discusión de por medio era casi irrisorio.
Estuvo seguro que Taehyung había evitado a consciencia cada uno de los lugares donde Jungkook pudiese haber aparecido, y aunque no lo juzgaba, era obvio que su encuentro terminaría siendo un desastre. Porque eso es lo que sucedía cuando intentaban esconder un problema bajo la alfombra. Al final, tarde o temprano, hubiesen terminado encontrándose y explotando sin control.
Porque para ellos no existían los tintes medios y quizá, eso era lo que más había lastimado a Taehyung en aquel instante.
— ¿Joonie Hyung no pudo venir entonces? —Jimin parpadeó al escuchar al modelo, volviendo a concentrarse en la conversación que sostenían—, ¿Estás bien?
—Uhm, sí. Lo siento, sólo pensaba algo —se excusó, esperando que la curiosidad que Taehyung demostró no fuese un problema—, y Nam no pudo calzar las fechas de sus presentaciones, pero dijo que apenas pudiera, los tres saldríamos a celebrar tu nuevo contrato con Joyas Velvet.
—Es una lástima; con todo el trabajo que he tenido, ir a alguna de sus presentaciones se me hace imposible. La verdad es que admiro tu capacidad para mantenerle el ritmo, Chim —sonrió, acercándose a su amigo y palmeando su hombro con suavidad—, espero que puedan tener un descanso pronto, tú también necesitas vacaciones.
El pelinegro suspiró, levemente decepcionado. —Con su nuevo disco y mi temporada de promociones así de cerca, creo que será difícil tomar vacaciones. Tendré suerte si logro pasar un par de noches junto a él antes de que comience su gira.
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Mío
FanfictionSi alguna vez leíste una historia sobre tae siendo un modelo y Jungkook un corredor de autos, pues es esta 😂 Esta historia no es mía y solo la estoy publicando aquí por encontré los pdfs y quiero leerlos aquí y si alguien los estaba buscando y los...