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Con su nariz ligeramente arrugada al ver cómo la enfermera comenzaba a cambiar los vendajes de las piernas de su novio —luego de discutir largamente con ella sobre lo que haría si le prohibían supervisar que todo el procedimiento fuese adecuado—, comenzaba a arrepentirse de haber permanecido en aquel lugar.
No iba a negar que ver su cuerpo sin las fijaciones era mucho mejor y lo aliviaba en parte, pero tampoco deseaba ver las heridas de sus fracturas que comenzaban a sanar y que, inevitablemente, dejarían grandes cicatrices, sumadas a las de cada una de las fijaciones.
Se estremeció cuando la chica terminó de fijar el último vendaje, regalándole una sonrisa y avisando el día de sus siguientes curaciones antes de abandonar el cuarto para entregarles privacidad, pues luego de todo el tiempo que su novio llevaba ahí, ya nadie cuestionaba demasiado su presencia.
—Debiste esperar fuera cuando te dijeron, amor —Jungkook rió, dejando que el modelo se hiciera espacio en la cama junto a él—, aunque estoy seguro que mis heridas de guerra te excitan, lo veo en tu hermosa cara.
Con un revoleo de sus ojos y un amago de carcajada, rodeó cuidadosamente el torso del pelinegro, evitando presionar demasiado. —Eres un imbécil en serio, no hay nada menos atractivo que ver cómo curan tus heridas.
De hecho, eso sólo logra que mi deseo sexual desaparezca por completo al saber que estás así de lastimado. Seguramente terminaré rompiéndote una vez más.

—Oh... ¿Escuchaste mi corazón romperse por tu indiferencia? —dijo con fingida tristeza, sonriendo luego cuando Taehyung tomó apenas una de sus manos—, al menos ya puedo tomar tu mano, eso mejora todo.
—Lo sé, se siente bien poder estar cerca —afirmó, relajándose junto a Jungkook—, de cualquier modo, no debes esforzarte demasiado, ¿Sí? Estoy seguro que cuando lleves un poco más de terapia, tu movilidad va a recuperarse por completo —dijo con confianza, sabiendo lo difícil que había sido las últimas semanas de terapia física para ir fortaleciendo sus manos y brazos—, y el temblor no es tan importante, no te estreses, Gukkie.
Suspiró, agradeciendo que Taehyung dijese aquello. —Creo que hubiese perdido el juicio sin ti a mi lado; todo esto de la recuperación es mucho peor que el mismo accidente... Es frustrante, y aún ni siquiera comienzo con la terapia para mis piernas.
—Gukkie, vamos con calma, ¿De acuerdo? Nadie está apresurándote, deja de presionarte con la recuperación —pidió, ganándose una profunda exhalación por parte del pelinegro.
—De acuerdo, lo siento. Tienes razón, estará todo bien.
—Aw~ Gukkie... Eso sí que hace que mi deseo aumente. Nunca habías sido tan obediente como ahora —dijo entre risas, moviendo su rostro para enfrentar el del pelinegro y atrapar sus labios, sonriendo sin poder evitarlo cuando Jungkook movió con suavidad una de sus manos hacia su nuca, sosteniéndolo en su lugar para profundizar el beso, recorriendo el interior de su boca apenas Taehyung le permitió la intrusión.
—Oh, Dios, pero qué asco con ustedes, Kook—. Se separaron de manera instintiva al escuchar la voz de Yoongi, suspirando con pesadez por la interrupción. El modelo se movió, saliendo de la cama de Jungkook para recibir a Seokjin y Yoongi, sonriendo al ver el rostro del piloto iluminarse ante la visita de su mejor amigo. —Se supone que sigues convaleciente, por qué no pueden dejar de manosearse incluso en un jodido hospital.
—Eso es porque no comprendes nuestro amor; por cierto, gracias por la inoportuna visita, acabas de provocar un retraso en mi recuperación por quitarme mi medio de liberación de estrés, eres un muy mal amigo —Jungkook dijo con una sonrisa mientras Taehyung se movía para permitir que su mejor amigo se acercara junto a Seokjin.
— ¿Cómo va todo con esas terapias, Jungkook-ah? —su cuñado preguntó con preocupación, sonriendo al ver a su hermano acercarse de manera inconsciente para darle su apoyo al piloto.
—No mentiré, pudo ser mejor; estoy perdiendo mi magia —el piloto bromeó—, pero al menos puedo mover mis manos, algo es algo.
Seokjin asintió. —Es algo bueno; sólo van unas sesiones, hay que tener paciencia.
—Jinnie tiene razón, no te desanimes, Kook —Yoongi palmeó con cuidado su hombro, sonriéndole a su mejor amigo—, además por lo que acabamos de ver, parece que tus dos cabezas parecen tener las cosas muy claras.
Taehyung no pudo evitar soltar una carcajada al escucharlo, consciente de que su novio no estaba tan feliz por aquel tiempo de abstinencia obligada. —Pues sí, Gukkie mejora rápidamente.
—Si a rápido te refieres a ir en primera, claro... —el piloto revoleó sus ojos, ganándose una mirada reprobatoria por parte de su novio.

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