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Odiaba ese tipo de compromisos. No comprendía cómo Taehyung podía vivir de ello, lo que sólo aumentaba su admiración por la paciencia que el modelo debía tener para soportar a tanto imbécil reunido para fotografiarlo o preguntar cosas.
Incluso mantener su sonrisa se estaba volviendo difícil de mantener mientras escuchaba al representante de aquella marca de telefonía, explicar por qué la imagen del piloto era exactamente lo que habían deseado desde el principio para sus campañas.
¿A quién le importaba que su señal de roaming funcionase en la gran parte del mundo? Era divertido, porque estuvo seguro que aquello era una mentira, pues en Alemania su señal solía ser del asco. Pero bueno, a él sólo le pagaban por sonreír y fingir que podía utilizar su teléfono en cada uno de sus circuitos.
Al menos ya habían dado por finalizada esa rueda de prensa y sólo quedaba la parte de pasearse entre las personas que deseaban fotografiarse con él y responder preguntas idiotas sobre por qué había decidido aceptar ser el rostro de la campaña.
Dinero, obviamente... Bien, era probable que utilizara otras palabras.
—Jungkook-ah, ¿Te diviertes?
Suspiró al escuchar a ShuHua a su lado, recibiendo la copa que la mujer le extendía y brindando con una sonrisa tenue con ella. —Más que nunca, mi sueño de toda la vida era ser rostro de una compañía de comunicaciones. Pilotar autos sólo fue un paso dado por mi frustración publicitaria.

—Dios, en serio tan irritante a veces —ShuHua dijo entre risas al ver el fastidio del piloto—, ¿Acaso tienes algo mejor que hacer?
La observó por un momento, notando la forma en que ShuHua se acercó de manera sutil, lo suficiente para que sus cuerpos quedasen a centímetros. Arqueó una ceja, bebiendo su copa antes de sonreírle, sacudiendo su cabeza, honestamente divertido. Era fácil comprender sus intenciones luego de años estando a su lado.
—Imagino que tienes algo con ser vista por reporteros cuando estamos juntos —dijo al fin, entretenido por la sorpresa en ShuHua.
— ¿Es eso una recriminación? Creí que habíamos aclarado nuestras diferencias —habló con suavidad, sin dejar de sonreír pues sabía que estaban siendo observados—, ¿A qué viene esto?
—Está aclarado —tomó su cintura para hacerla enfrentar al jodido fotógrafo, liberándola rápidamente luego—, simplemente me sorprende la perseverancia.
—No sabía que eso te molestaba, no te quejabas cada vez que terminamos en alguna habitación.
—Sí, bueno... Soy culpable. Como diría Yoongi, suelo pensar con mi amigo aquí abajo —sonrió con cierta ironía ante lo mal que sonaba aquello ahora que lo pensaba—, ¿Crees que debería hacer alguna terapia?
—Creo que necesitamos liberar esa energía, Gukkie —dijo con simpleza, perdiendo su sonrisa al ver que Jungkook la observaba de manera seria, como si toda la diversión de aquella charla se hubiese esfumado de forma fulminante—, ¿Jungkook?
—Es divertido, en ti no se escucha tan agradable —suspiró—, no me digas 'Gukkie', está reservado.

— ¿Oh? ¿Volviste a salir con alguna modelo? —rió, recordando la última vez que Jungkook decidió probar una relación—, ¿No crees que ya es momento de aceptar que siempre vas a terminar volviendo conmigo?
Exhaló profundo, viendo a ShuHua directamente antes de que su atención fuese captada por los murmullos. La mujer dirigió su mirada hacia donde los reporteros comenzaban a agruparse, tensándose al ver al modelo sonreírles de manera cordial mientras se abría paso entre ellos hasta que sus ojos se cruzaron con el piloto, rodándolos al verlos juntos.
—Tan dramático —el piloto rió, sin negarse cuando Taehyung lo besó de manera suave a modo de saludo.
—No pude llegar antes, lo siento.
ShuHua sonrió, poniendo distancia entre el piloto y ella. —Ah... ¿No es una sorpresa?
— ¿Lo es? —Jungkook rió, seguro de que aquella situación era realmente divertida—, diría que es más bien algo nostálgica, ya sabes, sueles estar presente en momentos importantes de mi vida.
El modelo contuvo la risa, su brazo cruzándose por la cintura de Jungkook para dejar descansar su cuerpo contra el del piloto, mirando directamente a la mujer que luchaba por no demostrar su molestia. Ella realmente debía agradecer que era una persona decente y no estaba dispuesto a formar una escena de recriminaciones con ella. Incluso aunque las ganas de hacerlo a ratos aparecieran de manera inevitable.
—Señorita Yeh, nunca deja de sorprenderme —el modelo dijo con una sonrisa—, muy linda, como siempre. Aunque la tensión es mala para su salud, quizá necesita un masaje... —ladeó su cabeza levemente para analizar su expresión—, Oh, espero que no de mi novio.
—Novio —repitió, dejando escapar una risa—, no sabía que ustedes estaban juntos nuevamente... ¿Planeabas contarme?
En serio quiso evitar su reacción, pero la carcajada que el piloto soltó fue inevitable. — ¿Por qué?
Taehyung rodó sus ojos, aquella situación volviéndose tan familiar de una forma irritante. —Porque ella cree que vas a seguir acostándote con ella, Gukkie.
— ¿Dèjá Vu? —el piloto rió.
—Dios, eres tan idiota —con una sonrisa arrogante, Taehyung observó a ShuHua—, sólo dile de una vez, deja de jugar.
Con un suspiro, Jungkook tomó la mano de Taehyung y se acercó a uno de los reporteros. —Hey, ¿No quieres hacer algo útil? Necesitamos una foto oficial, ya sabes, reconciliación y todo eso.
— ¿En verdad regresaron? ¿Por qué motivo cancelaron su compromiso? ¿Es verdad que hubo una infidelidad? —el reportero comenzó a bombardearlos de preguntas de manera inevitable; es que ser una de las pocas parejas que hablaban abiertamente de su relación sin importar la cantidad de prejuicios que pudiesen levantar, siempre había sido algo cautivador para todo tipo de prensa—, ¿Volveran con los planes del compromiso incluidos?
—Lo siento, amigo, no sé de qué hablas. Tengo memoria selectiva, ¿Sabes? —Jungkook sonrió—, si pudieras tomar la foto de una vez, mi novio no es una persona paciente.
—Eso no es cierto —el modelo rodó sus ojos, dejando luego que Jungkook lo abrazara para acercar su cuerpo, sonriendo para la prensa, guiñándole un ojo luego al tipo que acababa de fotografiarlos—, confío en que me harás lucir bien.
—S-Sí... Gracias...
Taehyung movió su mano para despedirse, viendo a ShuHua y acercándose a ella luego. Su mano seguía entrelazada con la de su novio, y aunque la presencia de la mujer le irritaba, las emociones de aquel momento eran por completo diferentes a las de Montecarlo. Podía notar que ella seguía jodidamente interesada en el piloto, y aunque Jungkook continuaba mostrando el mismo desinterés, ya no estaba esa horrible sensación de estar siendo un tercero en su propia relación. Era extraño, porque no habían palabras de por medio más que la confirmación pública de su relación, mas era la forma en la que el piloto se movía junto a él lo que provocaba aquella seguridad que años antes era tan frágil.
Tal vez era también por la forma en que habían decidido llevar su relación ahora; los mismos viajes y la misma distancia de años anteriores que ahora no suplían a base de sexo, sino con citas simples o largas noches de conversaciones. Su relación era rotundamente distinta y sus sentimientos, que seguían fluyendo con la misma intensidad que el primer día, se mezclaban ahora con la seguridad de estar avanzando paso a paso.
Se habían saltado tantas cosas que ahora parecían obvias, que a veces se preguntaba cómo habían podido construir tres años con una base con tan poca firmeza. Porque se habían amado tanto, pero jamás tuvieron la garantía que en esta nueva etapa ambos eran capaces de percibir.
—ShuHua, quizá te di una idea equivocada —el piloto interrumpió, sus dedos moviéndose suavemente por el dorso de la mano de su novio para transmitirle seguridad—, pero siempre has sabido que es Taehyung la persona que quiero a mi lado. Te lo dije hace dos años en Abu Dabi, y eso no ha cambiado incluso aunque hayamos estado alejados durante este tiempo.
La mujer intentó sonreír, sin poder entender aquella relación, mucho menos luego de saber que sus últimos encuentros no pasaban de las discusiones. —Muy valiente querer retomar una relación fallida.
— ¿Retomar? —el modelo rió, alzando su mano para que ShuHua observara—, no veo un anillo, Señorita Yeh. Claramente no estamos retomando algo, es algo diferente.
—Las relaciones así nunca funcionan —sonrió—, pero si quieren creer, allá ustedes con su ingenuidad. Si me disculpan, debo seguir trabajando, pero disfruten la fiesta.
Con una respiración profunda, el modelo vio a ShuHua moverse con gracia en aquella fiesta. Chasqueó su lengua, tomando una copa de una sola vez para intentar distraerse del enojo que comenzaba a sentir a causa de la mujer.
—La detesto —dijo frustrado, tomando otra copa, mas sorprendiéndose cuando el piloto la arrancó con suavidad de su mano.
—No más alcohol para ti —le sonrió, sabiendo que el modelo sólo bebía de esa forma cuando se sentía colapsado—, aún debo quedarme hasta el final, pero no quiero que te sientas incómodo.
—No es eso —susurró, abultando su labio—, es que en verdad parece no importarle si estamos o no juntos, sólo quiere estar ahí siendo una molestia.
Suspiró, acariciando su rostro con delicadeza. —Sé que te molesta, pero voy a repetir lo mismo que en Montecarlo, amor. No es ella la que necesita comprenderlo, eres tú; mientras tú sepas que jamás podría ir y acostarme con alguien más porque te amo, si ShuHua entiende o no, a mí no me importa.
— ¿Por qué ahora suena mucho mejor que antes? —dijo con una sonrisa.
—Porque no es una discusión; todo suena mucho mejor cuando me escuchas —besó su frente, aliviado de ver que el modelo se relajaba notablemente—, sigues siendo mi pequeña cosita consentida, ¿No?
—Quizás —sonrió, hundiendo su rostro en el cuello del piloto, aspirando su perfume—, te amo... Mucho más de lo que hace años, gracias por estos meses.
—Aw... ¿Y no vas a mirarme mientras me lo dices? —rió con suavidad cuando el castaño negó con su cabeza, mas no insistió; sus dedos acariciaron la espalda del modelo, sintiéndose tan jodidamente enamorado del hombre que sostenía, que era difícil pensar en que por poco más de dos años, habían pasado por una separación tan dolorosa y absurda—, gracias a ti por volver, incluso aunque haya sido muy difícil creer en mí.
Con un suspiro, el modelo se separó finalmente de Jungkook para verlo, sonriendo de manera inevitable; tenerlo ahí, junto a él, era lejos lo mejor que podía pasarle y esos meses que ya llevaban avanzando en su relación, sólo se lo confirmaban. La verdad, es que ni siquiera deseaba confirmar el nombre de lo que eran, pues pese a todo, tenía la seguridad que Jungkook lo amaba y eso era suficiente para él en ese instante.
—Ah, ya quiero que salgamos de aquí.
El piloto rió. —Eso suena a una invitación muy dudosa.

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