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Mientras avanzaba por la pasarela, lo único que podía pensar era que probablemente la carrera de Jungkook ya debía de haber terminado. Estaba ansioso, y aunque cada vez que el piloto corría su pecho se oprimía y era incapaz de relajarse por completo, aquel día aquello parecía haber empeorado.
Tal vez debía culpar a su última conversación y esa curiosidad que su novio había despertado sobre lo que debían hablar. Contuvo el impulso de reír, porque en verdad estaba dejando que su propia ansiedad se desbordara y por la forma en la que uno de sus compañeros lo observó, su rostro estaba demostrándolo también.
Mierda, Hoseok iba a matarlo si dejaba que nuevamente sus asuntos personales se cruzaran con su trabajo, pero en verdad no podía evitarlo en ese momento. De cualquier forma, sus ojos buscaron entre las personas en espera de que su mánager estuviese distraído con alguno de los asistentes, sintiendo el alivio momentáneo al ver que Hoseok se encontraba alejado realizando una llamada.
Pero entonces su mánager alzó la vista a la pasarela y Taehyung fue incapaz de seguir con su caminata, parando en medio de la plataforma sin preocuparse en verdad de los murmullos que comenzaron a oírse.
Hubiese querido enfocarse en algo más, pero Hoseok lo observaba como si estuviese compadeciéndolo... Era un estupidez, porque no existía algo por lo que su mánager y amigo pudiese hacer algo así... ¿Y por qué seguía sintiéndose tan ansioso?
Intentó reaccionar cuando sintió la mano del otro modelo tocar su hombro con suavidad para indicarle que debían seguir, pero sus ojos seguían fijos en su mánager. Incluso con la iluminación del lugar, le fue posible notar que Hoseok había palidecido y se encontraba ¿Asustado? Maldición... No había algo que pudiese lograr que su mánager lo viera con tal nivel de tristeza y preocupación... Excepto que Taehyung sí comprendía. No era idiota. La idea que cruzó por su cabeza de manera inevitable, casi como un susurro y que eligió ignorar, era algo que siempre estuvo presente en cada uno de los circuitos.
Lo comprendía. Por supuesto que sí... Pero parte de él —la mayor parte en realidad—, decidió cerrarse y buscar explicaciones absurdas a lo que la mirada de Hoseok estaba transmitiéndole.
—Taehyung-ssi, el Director va a regañarte.
—S-Sí... Yo... — ¿Su voz se había quebrado? Necesitaba concentrarse... Mierda, ¿Qué estaba pasándole?
— ¿Estás bien? No.
No estaba bien.
No estaba ni cerca de sentirse bien, porque la alarma en su cabeza parecía ensordecedora en ese instante mientras veía a su mánager desaparecer hacia los vestidores.
No estaba bien, porque había pasado años temiendo ver aquella mirada y ahora realmente no estaba seguro de poder enfrentarla. Así que no, no estaba jodidamente bien.
Entonces hizo lo único que pudo pensar y se devolvió —sin elegancia ni glamour en absoluto—, por la pasarela; ignoró la forma en que el Director del desfile comenzó a cuestionarlo, susurrando una disculpa que en verdad no sentía y dirigiéndose hacia donde Hoseok esperaba por él.
¿Por qué mierda seguía observándolo de esa forma? En serio comenzaba a volverse irritante...
—Tae... —, Ahí iba y el modelo lo comprendía mejor que cualquiera, mas no significaba que quisiera oírlo. No quería hacerlo, no quería ver esos ojos que lo observaban tal cual años antes, como si cualquier palabra fuese insuficiente para expresar la empatía por una situación difícil. —Tae, necesitamos hablar.
—No —se negó sin saber realmente a qué, tensándose cuando Hoseok intentó tocarlo y golpeando con brusquedad su mano para evitar que lo hiciera—, no.
—Taehyung, llamó Seokjin, necesito que te sientes, ¿Sí? — pidió, queriendo acercarse al modelo para darle contención—, tienes que escucharme.
Retrocedió de manera instintiva, negando con su cabeza para convencerse de que la idea que ahora estaba prendida en su cabeza, no era más que su ansiedad jugando con él de manera ruin. Necesitaba alejar aquellos pensamientos, pero sólo conseguía hundirse más en aquel miedo irracional que lo embargó.
Se dirigió hacia donde sus cosas se encontraban, porque la carrera sí debía estar finalizada y sólo tenía que leer el mensaje habitual de Jungkook... Sólo estaba malinterpretando las cosas por su ansiedad y su novio ya estaría contándole con emoción que el primer lugar le pertenecía. Pero su mensaje no estaba, sólo una infinidad de llamadas de números que reconocía fácilmente como medios y que no ayudaban en absoluto a controlar lo que estaba sintiendo en ese momento.

Mío ( Kookv) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora