Capitulo 2.-Mi secreto

184 26 11
                                    

Nunca antes le pareció que el tiempo pasara tan lento en la oficina, por lo general tenía demasiado trabajo tanto la hora del almuerzo llegaba muy de prisa, pero en esta ocasión no logro concentración en nada. Pasó toda la mañana observando las carpetas sobre su escritorio sin poder abrir ni una sola de ellas. ¿Cómo hacerlo si al cruzar la puerta estaba ese hombre que aún era dueño de su voluntad

Finalmente se encontró en un exclusivo restaurante, frente a la mirada inquisitoria de su jefe y amigo. Ahora que lo pensaba la mirada de Stear era tan similar a la de su querido tormento, ¿Pero qué diablos estaba pensando? Definitivamente Albert Andley  había llegado a desestabilizar todo su mundo principalmente su estado emocional.

Mordió su labio inferior al recordar lo bien que se veía tras el escritorio de su cubículo con el ceño fruncido mientras revisaba el informe de actividades que ella le hizo llegar, con voz temblorosa le dijo que podía salir a tomar un descanso, le informe los horarios. de oficina, ojala no se hubiera escuchado tan tonta ¿O así se sintió ella? La risa de Stear el saco de sus pensamientos, era como si supiera exactamente en donde se encontraba su mente en esos momentos.

-¿Y bien?-pregunto Stear sin dejar de verla

-No tengo mucho que decir-se encogió de hombros

-Candice… ¿Es él verdad?-ella avanzando,Stear dio un pequeño salto en su asiento-¡No puedo creerlo!

-No quiero que tomes ninguna medida-dijo adivinando sus pensamientos

-Linda, tú sabes lo importante que eres para mí-puso su mano sobre la de ella-Si tú me lo pides le digo que no califico para el puesto

-Por favor no-le sonar con ternura, sabía que podía confiar ciegamente en él, sabía que siempre cuidaría de ella pero esta vez tenía que ser fuerte-debo enfrentarme al hecho de que algún día tengo que enfrentarme a los fantasmas de mi pasado.

-Te prometo que en cuanto pueda y ojala sea lo más pronto posible, lo retiro del puesto…se que debe existir algo más…

-Gracias Stear, se que adivinaste mi sentir al instante y te agradezco que no me presionas a contarte los detalles.

-No hay necesidad preciosa, tú sabes que siento por ti un cariño inmenso y ni se diga por Tony-apoyo su mentón sobre su mano-¿te das cuenta de algo?

-¿Qué está pasando por tu mente Alistar Cornwell?-sonrió

-Es algo muy serio ¿Te das cuenta Candice? Tony es mi familia

-¡Rayos Stear!-respondió horrorizada derramando su bebida sobre su fina blusa de seda-Lo dices de una manera

-Como la realidad que es ¿Cómo es que tu no sabias?-meneo la cabeza-A no ser que me lo estuvieras ocultando

-¡Por supuesto que no!-exclamo algo molesta-¿Sabes? Debo ir por Tony al colegio…Solo te digo una cosa Albert, William o como se llame no debe saber ni una sola palabra de la existencia de mi hijo

-No estoy de acuerdo contigo Pequitas-se cruzo de brazos-Pero en fin! Te doy mi palabra de que al menos por mí no sabrá nada

-Gracias…debo irme, lo siento-se puso de pie-Te veo más tarde en la oficina

-Claro ¿vendrá Tony contigo?

-¿No lo has entendido? Mi hijo no asistirá más a la empresa, ya veré la forma de encontrar quien cuide de él por las tardes.

-¡Necia!-resoplo con fastidio-Creo que ahora entiendo el gran amor que siento por Tony…después de todo es mi sobrino

-Eres insoportable Stear-entrecerró los ojos furiosa

Volverte a AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora