Ecos

Parte 8: Enfrentando el Pasado

Durante los días que pasamos en el hospital, mi hermana y yo compartimos nuestros pensamientos y temores. A medida que nuestras fuerzas volvían y nuestras heridas sanaban, también se fortalecía nuestra determinación de entender lo que había sucedido en ese misterioso pueblo. Nuestras conversaciones en la oscuridad de la habitación del hospital eran inquietantes. Cada una de nosotras recordaba vívidamente las mismas imágenes espeluznantes: los siniestros edificios victorianos, la iglesia que parecía vigilar desde las sombras, los gritos sobrenaturales que nos habían acechado en medio de la noche.

Juntas, mi hermana y yo formamos un plan. Cuando finalmente saliéramos del hospital, regresaríamos al pueblo y trataríamos de encontrar respuestas. No podíamos dejar que esta experiencia quedara sin resolver, ni permitir que su recuerdo continuara atormentándonos. Queríamos enfrentar nuestros miedos y descubrir la verdad detrás de lo que habíamos vivido.

Al cabo de unos días, mi hermana y yo recibimos el alta médica, a diferencia de los demás que aún permanecían en coma. La incertidumbre sobre su condición pesaba en nuestros corazones, pero no podíamos esperar más. El pueblo misterioso nos esperaba, y nosotras nos sumergiríamos en sus secretos, sin importar el precio.

La perspectiva de regresar al pueblo oscuro y misterioso llenaba mi mente de temor y anticipación. No sabíamos qué encontraríamos allí, pero estábamos decididas a descubrirlo. Armadas con coraje y una sed de respuestas, nos embarcamos en un viaje de regreso al pueblo.

La carretera serpenteante a través del espeso bosque nuevamente nos llevó a las puertas del pueblo. A medida que nos acercábamos, mi corazón latía con fuerza y el ambiente se volvía más pesado, como si el propio lugar anticipara nuestra llegada. La iglesia victoriana se alzaba ominosa en el horizonte, y los edificios del pueblo parecían observarnos con sus ventanas vacías y sombrías.

Mientras avanzábamos por las calles sombrías, no encontramos ninguna pista que indicara que habíamos estado allí. Decidimos esperar a que nuestros hermanos y cuñados despertaran en el hospital pues tal vez ellos recordaban algo más o tenían alguna idea de lo que había sucedido.