caminé con spencer dentro del establecimiento, se notaba nervioso, era normal ya que íbamos a ver a su mamá. llegamos a donde se encontraba pero reid se quedó casi paralizado.
— oí el rumor de que había venido — una de las enfermeras se nos acercó — veo que vino con visita — me miró y yo le di una cálida sonrisa
— mucho gusto, soy katarina, compañera de trabajo — aclaré antes de que dijeran otra cosa
— como está? — preguntó spencer por su madre
— sigue teniendo días malos… pero sus cartas diarias la mantienen contenta — mire con sorpresa a reid, no sabía que hacía eso… — debería hablar con ella
— debería dejarla descanzar — miré a spencer con el seño fruncido
— spence, hace cuando que no vienes? — me miró con nerviosismo
— dale un saludo de mi parte — se fue y me dejó sola junto a la enfermera
— lo lamento, hemos tenido días difíciles en el trabajo — traté de excusarlo, noté como la enfermera no me creía, simplemente se fue.
vi como spencer causaba la puerta de salida y yo suspiré, caminé hacia donde se encontraba su madre
— buenos días — saludé apareciendo en su campo de visión
— ¿quién eres? — sentí un dolor en el pecho sin embargo no dejé de sonreír
— una amiga, esta bien que no me recuerde, solo eh venido a pasar a verla — comenté con una sonrisa, su rostro se relajó y también me sonrió
— que considerada — reí, saqué una libreta de mi bolso y se la extendí
— le traje un regalo — sus ojos brillaron y tomó la libreta, se me quedó mirando unos segundos
— kat ¿como esta mi hijo? — mi sonrisa flaqueo y desvié la mirada
— esta bien, como sabe es muy centrado en el trabajo — abrió la libreta
— me llegó una de sus cartas esta mañana — la volví a mirar — te quiere mucho, se que lo sabes, te lo digo siempre que vienes — mis mejillas se calentaron y volví a sonreír — por lo que veo aún no son pareja — me atrganté con mi propia saliva y ella se comenzó a reír — ay niña, nose cuando se darán cuenta que están hechos el uno para el otro.