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Hongjoong aun temblaba como una hoja cuando entró en su habitación, sentía la omnipotente presencia de Seonghwa detrás suyo, y un suave crujido en la madera le indico que Mingi también se les había unido, lo que solo aumento su temblor; excitación, miedo y deseo recorrían cada terminación nerviosa de su cuerpo, acumulándose en su entrepierna.

No estaba seguro de lo que iba a pasar y era eso lo que lo hacía más excitante.

—Ya te sabes lo que tienes que hacer, Hongjoong —Seonghwa le dijo, apareciendo en su campo de visión, sus usuales ojos cálidos y amables tenían una mirada dura, incluso un tanto molesta.

Hongjoong de inmediato se arrodilló frente a él, colocando las manos en su espalda, Seonghwa caminaba en círculos a su alrededor, observando desde cada ángulo posible, Mingi seguía de espaldas a él, al parecer también inmóvil, esperando órdenes del mayor.

—Mírate, Hongjoong, tan perfecto, tan obediente —Seonghwa susurró, colocándose de pie frente a él, acariciando con ternura una de sus mejillas, tomándolo de la barbilla para que el líder subiera el rostro para verlo fijamente, Hongjoong trago saliva y se relamió con suavidad el labio inferior— Dios, estas casi vibrando ¿tanto quieres que te toque? —Seonghwa le preguntó y Hongjoong solo alcanzó a asentir una vez con la cabeza antes de que el mayor lo tomara con fuerza del cabello, tirando un poco de su cabeza hacia atrás.

—Sabes que detesto que no uses tus palabras, Hongjoong —el gimoteo que salió de la garganta de Hongjoong hizo armonía con el suave gruñido que Mingi dejó escapar desde su lugar en la cama.

—Necesito que me toques, Hyung, por favor —Hongjoong suspiro, arriesgándose a poner sus manos en los muslos del mayor, acariciándolos con suavidad.

—No —Seonghwa le dijo secamente y Hongjoong sintió aquella palabra irse directamente a su entrepierna, era muy raro que Seonghwa le negara algo— primero tienes que ganártelo ¿no le querías enseñar a Mingi lo buen chico que puedes llegar a ser? ¿Por qué no le enseñas lo bien que chupas vergas? Quizá a él también se le antoje después de ver el excelente trabajo que haces. —la mano de Seonghwa que estaba en su cabello bajo con cuidado hasta su mejilla, acariciándola con suavidad para después introducir su dedo pulgar dentro de la boca del menor.

Hongjoong volvió a gimotear, succionando con fuerza el pulgar de Seonghwa dentro de su boca, moviendo su lengua lascivamente alrededor de este, sus manos no perdieron un segundo más y desabrocharon los pantalones del mayor, deslizándolos por sus largas piernas junto con su ropa interior, dejando al descubierto sus blancos muslos y goteante erección.

Seonghwa suspiró cuando las manos delicadas de Hongjoong volvieron a subir por sus muslos, aún en sus rodillas se acercó un poco más hacia él, su mano derecha envolvió con firmeza la verga de Seonghwa, bombeando unas cuantas veces, el mayor acarició casi con ternura el cabello azul del líder antes de tomar un mechón con fuerza, haciéndolo gemir y guiando su rostro hacia su erección.

—Pon un buen espectáculo para Mingi, cielo —Seonghwa susurró, su voz increíblemente ronca.

Hongjoong dio un rápido reojo hacia donde estaba Mingi sentado en la cama, observando a los dos mayores con la boca un tanto entreabierta; otro tirón en su cabello le recordó que no debía distraerse, o al menos que Seonghwa no tomaría bien la distracción, así que volvió a enfocarse en el hombre que estaba de pie frente a él, volviendo a masturbarlo unas cuantas veces antes de lamer toda la extensión por la parte de abajo, terminando en la punta, poniendo su atención justo en donde se unía el prepucio con el glande, circulando con su lengua antes de acumular saliva en su boca y meter con cuidado la punta, dejando descansar su lengua plana contra la base mientras introducía el resto, sin importarle la saliva que se comenzó a escurrir por su barbilla.

8 makes 1 o*gyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora