Capítulo 3

74 7 0
                                    

Un par de semanas después Steve decidió prepararse mentalmente para confesarle a Eddie su secreto, a la madrugada despertó en el basurero de Hawkins sabiendo claramente qué pasó, otra de sus involuntarias transformaciones. Dio un suspiro y con cuidado volvió al pequeño departamento, sintiéndose exhausto.

Mientras caminaba logró ver el artículo central del diario hablando de cómo descubrieron y lincharon a un licántropo, Steve no tenía idea de quién sería, pero sintió una gran pena y hasta miedo de que eso le pudiera pasar, perdería las cosas y personas más importantes para él, lo deprimía de solo pensarlo. Cuando volvió notó que Robin no estaba, curó los rasguños, cortes y cubriendo los moratones más prominentes en silencio, mientras seguía intentando calmarse y volver a sentir bien consigo mismos, pero era difícil pretender que esto no le afectaba no solo físicamente, sino mentalmente.

De repente pudo escuchar algo saliendo de su cuarto.

Con cuidado tomó un paraguas que se encontraba cerca de la entrada y se acercó a su habitación, preparado para defenderse en cualquier caso. Cuando entró a su cuarto vio a Eddie, rápidamente Steve bajó el paraguas viendo con una gran confusión a su pareja.

-Eddie, ¿Qué haces acá? - Al terminar su pregunta, Steve soltó un gran suspiro de tranquilidad, aunque fuera la última persona que esperaba ver. Pero le daba una gran paz interna, tan solo verlo.

-Robin me dejó entrar por la mañana, ¿Qué tal estuvo esa fiesta? - Eddie preguntó mientras se encontraba sentado en el borde de la cama.
Steve no tenía idea a qué se refería Eddie, probablemente fue una excusa que Robin le dio, o inclusive algo que él mismo imaginó porque Steve de vez en cuando salía los fines de semana para despejarse.

-Uh... Estuvo bien, nada del otro mundo realmente. Tal vez un poco de resaca pero normal. - Respondió tratando de no parecer tan nervioso, asintiendo para reafirmar su respuesta.

Eddie pareció estar convencido por la respuesta tan rápida de Steve, hasta el mismo se sorprendió de lo rápido que pudo pensar en una excusa, aunque se sintió feo el haberle mentido a Eddie. Este momento, los dos solos en el departamento sin ninguna distracción, era EL momento de por fin sacar de su pecho aquel secreto tan impredecible y atemorizante que lo atormenta y entorpece su vida cotidiana, a veces deseaba nunca haber sido atacado de pequeño. Hubiera amado vivir una infancia como la de cualquier otro niño en vez de vivir con el miedo de que alguien descubriera la clase de bestia que es realmente.

He-wolf [Steddie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora