Capítulo 16 - Vínculo del pasado los atrae

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El comisario Montero y el padre Darío se encuentran desconcertados, la bruja continúa atacando con impunidad, esta vez su víctima fue el hijo de Don Luis (Luis Junior), luego de guardar silencio por unos cuantos segundos, el comisario reacciona.

El comisario Montero: —Imposible, definitivamente solo unos visitantes que desconocen la realidad devastadora de esta zona, podrían llegar a pensar que están en la capacidad de detenerla, o acaso, ¿usted cree que pueda ser eso posible, padre?

El padre Darío: —Hijo, pienso que una intervención divina sería lo único que le pondría fin a este mal. Pero personas comunes como nosotros, no, hasta ahora no he encontrado un precedente así, en casi cincuenta años de búsqueda. El poder que ha desarrollado esta ánima maligna es tan grande, que creo que ya hizo posesión del territorio. Sin embargo, no dejo de rezar porque se acabe esta pesadilla algún día. No sabes cómo me gustaría ver que esto acabe, antes de partir de este mundo, hijo mío.

El comisario Montero: Llega a una conclusión definitiva. —Entonces, debo hacer lo que he tenido en mente desde El Piral, expulsar a estos jóvenes de aquí, que se marchen, no hay otro modo para cuidarlos.

El padre Darío: —Esa es una buena idea hijo, claro que aún quedaríamos con una gran interrogante ¿Por qué ella los atrajo hasta aquí? ¿Qué sucedió diferente en este caso a los anteriores?

El comisario Montero: —Todo padre, desde un principio las cosas fueron distintas. Para empezar, ella (la bruja) nunca había matado a tantas personas en una misma ocasión, las víctimas se localizaron muy dispersas unas de otras, además, estuvo lo que le pasó al sargento Castillo.

El padre Darío: —Estoy de acuerdo contigo, eso sí fue lo más extraño, porqué sufrió el sargento ese ataque de ella, no tuvo sentido, o al menos nosotros no lo pudimos ver, "el pobre Castillo", quedó muy traumado después de aquel día, los pocos días que duró en el pueblo después de eso, los pasó bebiendo licor y cuando se embriagaba comenzaba a decir frases que no tenían lógica.

El comisario Montero: —Eso es verdad padre. Recuerdo que había una frase de Castillo en especial, que solía repetir más que las demás: "el vínculo es un problema, la molesta".

El padre Darío: —Eso sí lo recuerdo muy bien, nunca entendí el significado de esa frase, pero alguna importancia debe tener, aunque ahora puede ser tarde para tratar de descubrirlo, el sargento Castillo vive en Maracaibo, hace mucho tiempo que no sé nada de él. Quizás aún siga bebiendo bastante y delirando en ocasiones.

El comisario Montero: —La última vez que me hablaron de él, escuché que estaba bastante mejor y recuperado, sin embargo, también me dijeron que no quería saber nada de este pueblo y que había dicho que jamás volvería para Cainita, tampoco habla de lo sucedido aquella mañana. Así que intentar ubicarlo o contactarlo no es una opción, padre, eso no será posible en estos momentos.

El padre Darío: —Entremos nuevamente en la cantina y hagamos que estos jóvenes se marchen del pueblo. Después, te aseguras que no vayan a ingresar en el sendero prohibido, deberás seguirlos en tu patrulla, hijo.

El comisario Montero: —Sí, eso es exactamente lo que haré padre, los voy a escoltar hasta la entrada de los criaderos de cerdos en la vía principal. Dejaré que se vayan solos hasta el municipio, cuando regrese a la jefatura llamaré a la posada de Joaquín y Olga, quienes me mantendrán informado de los movimientos de los jóvenes por allá.

El padre Darío: —Eso está muy bien, entremos ya y despidamos a esos jóvenes de Cainita para siempre, antes de que algo malo les suceda.

Cuando entran en la tasca, el comisario y el padre van directo a la mesa donde se encuentran Silvio y los demás.

LA BRUJA "EL SENDERO PROHIBIDO"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora